Facebook admite ser perjudicial para la salud mental ¿y ahora?
La red social asume su responsabilidad como catalizadora de los problemas de salud mental y se muestra como una posible solución
Es evidente que nuestras vidas han cambiado con la llegada de las redes sociales. Ahora todo es más fácil, rápido e incluso divertido. El problema se presenta cuando perdemos el equilibrio entre lo virtual y lo real. Facebook es la plataforma líder cuando de redes sociales hablamos. Cuenta con 2.000 millones de personas analizadas, seguidas y detalladas durante años. Sus relaciones, sentimientos y anhelos están en un único sitio y es algo que nunca se había visto y no hay nada que se le asemeje.
Con la tendencia de las redes sociales, el mundo como lo conocemos empezó a enfrentarse a un terreno desconocido a nivel psicológico, sociológico y antropológico. Facebook comienza a crecer y hoy cuenta con propiedades como WhatsApp e Instagram, apoderándose así de la interacción virtual de las personas como una especie de radiografía a cada uno de nuestros movimientos.
¿Cual es el mayor problema? Distintas investigaciones ya vienen hablando de un lado negativo de las redes sociales. Un estudio en 2011 en Reino Unido comprobó que más del 46% de las personas sienten un tipo de ansiedad cuando no están cerca de sus móviles o no pueden acceder a las redes sociales y ya es un síndrome que lleva por nombre nomofobia. La dopamina también ha sido vinculada con las redes sociales. El neurotransmisor conocido como la hormona “de la felicidad” se le libera cada vez que realizamos comportamientos humanos, tales como hacer ejercicio, besar, alcanzar un logro y ahora en consecuencia de la modernidad, la dopamina también es liberada cuando conseguimos un “me gusta” en una red social. Es decir, las mismas áreas del cerebro que se activan por la comida y el agua, se activan por estímulos sociales.
Sabemos que existen consecuencias negativas por un uso excesivo de redes sociales y lo importante es que empresas como Facebook ya admiten ser perjudiciales para la salud mental de algunas personas en determinados casos. Un artículo en el blog interno de Facebook titulado “Preguntas difíciles: ¿es malo para nosotros gastar tiempo en las redes sociales?” por David Ginsberg y Moira Burke, investigadores de Facebook, dejó mucho que hablar al reconocer que el consumo pasivo de Facebook es dañino para sus usuarios.
La referencia es un estudio de 2015 de la Universidad de Michigan en el cual se concluyó que aquellos estudiantes que simplemente leen las publicaciones de Facebook durante 10 minutos estaban peor de ánimo al final del día que aquellos que publicaron mensajes o comentaros las publicaciones de sus amigos. La diferencia entre el consumo pasivo y activo de la red social consiste en qué tanto interactuamos o si simplemente nos limitamos a observar la información.
La observacion proveniente de Facebook llegó en el momento perfecto luego de que su ex vicepresidente, Chamath Palihapitiya, dijera ante un foro de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford que las redes sociales están destruyendo a la sociedad. No cabe en duda que la vida que proyectamos en las redes sociales está distorsionada. Es una colección de los mejores momentos de nuestra vida: vacaciones, nacimientos, viajes, y fiestas.
¿Es realmente tan malo como lo manifiestan? Facebook apuesta por impulsar a los usuarios a ser más activos en la red social. La misma empresa ha dicho que son el problema pero que también son una herramienta para la solución brindando un espacio de interacción. Nada se compara con la interacción humana cara a cara, sin embargo, hace unos años Facebook era referencia de contacto con la familia, compartir viajes y estar al tanto de nuestro circulo de amistades. El compromiso está en que los usuarios retomen el consumo activo de la red social y que Facebook también sea responsable de las consecuencias del uso.
Latin American Post | Diana Ramos.
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