Fumadores adolescentes: ayúdelos a combatir la presión social
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La mayoría de jóvenes empiezan a consumir tabaco debido a la influencia de sus compañeros y de la sociedad: ¿cómo combatirlo?
La adolescencia es una etapa compleja para el cuerpo y el cerebro humano. Por una parte, la corteza prefrontal del cerebro, la parte del cerebro responsable de planear con antelación y de evaluar el riesgo, no está suficientemente desarrollada. Esta es una de las razones por las que las prácticas peligrosas como conducir estrepitosamente, tener relaciones sexuales sin protección y fumar son atractivas para los adolescentes.
Otro factor relacionado con empezar a fumar a edad temprana es la presión social a la que se encuentran sometidas las personas en sus entornos, particularmente en la escuela secundaria y media. A medida que las personas alcanzan la pubertad, las actitudes ante el miedo de ser excluidos y ante la necesidad de establecer una identidad en contextos grupales son cruciales a la hora de determinar quién será un fumador en el futuro. Algunas causas contribuyentes a la adopción de este hábito se relacionan con el nivel socioeconómico familiar y con un historial de fumadores entre sus miembros; igualmente, los jóvenes pueden ser influenciados por contenido en medios de comunicación que normalice el uso del cigarrillo.
Los adolescentes suelen imitar a sus padres, tanto así que, cuando existe un historial de fumadores en el núcleo familiar, los jóvenes ven el acto de fumar como como parte de un comportamiento adulto socialmente aceptado. En cuanto al nivel socioeconómico, los hijos de adultos con un bajo nivel educativo y con escasos ingresos tienen mayor probabilidad de empezar a fumar más jóvenes. Igualmente, adolescentes con baja autoestima que no estén involucrados en actividades extracurriculares y aquellos que obtienen pobres resultados académicos también se encuentran en riesgo de empezar a fumar.
A pesar de esto, los padres pueden tener un gran impacto positivo. Investigaciones han demostrado que la existencia de lazos fuertes entre padres e hijos reduce dramáticamente el riesgo de la adopción del cigarrillo. De acuerdo con la Clínica Mayo, dar buen ejemplo, apelar a la vanidad del adolescente, y apoyarlo por medio de hacer una lista que contenga las razones por las que debe dejar de fumar son las mejores estrategias para ayudarlo a dejar este pésimo hábito.
Latin American Post | Hena M. Vega
Copy edited by Susana Cicchetto