¿Sabes qué es la espina bífida?
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Te contamos un poco sobre esta malformación, una enfermedad que surge durante el embarazo
La espina bífida se produce en el embarazo, cuando la columna vertebral y la médula espinal de tu bebé no se forman correctamente. Cuando la formación no es adecuada, los nervios se ramifican hacia afuera y el término se refiere a columna ‘partida’ o ‘abierta’. El tubo neural, que se convierte después en el cerebro y la médula del bebé, se crea en las primeras etapas del embarazo, y continúa abierto hasta aproximadamente 28 días después de la concepción. De esta forma, la espina bífida surge desde ese primer desarrollo del tubo neural.
Read in english: Do you know what spina bifida is?
Físicamente, se puede ver como abertura en la espalda, aunque en otros casos puede no ser visible sino estar abierta únicamente por dentro. Estas malformaciones pueden ser graves o leves, pero en el caso de tener la abertura, es necesaria una cirugía para cerrar.
La gravedad de esta depende de varios factores, como el tamaño y la ubicación, por lo que no se puede saber a ciencia cierta cuáles serán las concecuencias. Entre más cerca al cerebro esté la malformación, más graves pueden ser las consecuencias. En general, también depende de si la malformación llega a afectar algunos nervios y los termina comprometiendo.
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De acuerdo con el National Institute of Neurological Disorders ans Stroke, existen 4 tipos de espina bífida. El primero, el más común y leve, es la espina bífida oculta, cuya malformación está cubierta por una capa de piel y no causa incapacidad ni síntomas, por lo general. A pesar de que no hay abertura, se puede notar por alguna mancha o un pequeño hundido.
“Los defectos del tubo neural cerrado componen el segundo tipo: esta forma consiste en un grupo de defectos espinales en los que se crea una malformación de grasas, huesos y membranas”. Este segundo tipo tampoco tiene muchos síntomas, pero en algunos casos sí puede tener complicaciones urinarias e intestinales.
Meningocele es otro tipo de malformación, donde los meninges, que son las membranas que cubren la médula y el cerebro, sobresalen la abertura y ésta puede no estar cubierta por piel, por lo que puede verse. Los síntomas son similares a los defectos del tubo neural cerrado. La lesión no suele ser riesgosa, pues por lo general no compromete la médula espinal.
Por último está el mielomeningocele, que es el más grave. Este tipo de espina bífida ya está comprometiendo a la médula espinal, que queda expuesta tras una protuberancia y abertura en la columna. Aquí depende mucho del lugar en donde se encuentre, pues entre más arriba esté, puede comprometer más nervios que controlan distintas partes del cuerpo. Los bebés que nacen con este problema suelen tener problemas óseos y/o musculares debido al mal desarrollo de los nervios de la médula.
¿Cómo tratarla?
Debido a que la espina bífida puede tener distintos grados de gravedad, e incluso cada uno puede tener distintas consecuencias, existen muchas formas de tratarlo, dependiendo de lo que se esté viendo afectado.
De acuerdo con Kids Health, por lo general, los médicos tratarán directamente los órganos que estén siendo afectados, centrándose específicamente en el sistema nervioso. En el caso de la espina bífida oculta, es posible que no se necesite ningún tratamiento. Al igual que en los otros tipos de esta malformación, sí puede ser necesaria una cirugía en la que se cierre la abertura y, en el caso de que los meninges están involcrados en la malformación, con una cirugía también se deben ubicar en su lugar correspondiente.
En los casos de mielomeningocele, la afectación a la médula espinal también puede causar hidrocefalia en el bebé, esto es “una acumulación de líquido cefalorraquídeo dentro del cerebro o alrededor de él”, según Kids Health. En estos casos, donde la cabecita es más grande o tienen la fontanela hinchada, es necesario practicar otra cirugía para liberar todaa la acumulación del líquido.
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
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