Argentina destierra la religión de las escuelas públicas
La Corte Suprema da la razón a padres que denunciaron discriminación a sus hijos por no querer estudiar esta materia
Hace ya 133 años, concretamente en 1884, el país suramericano aprobó la ley 1420 que decía que la educación pública debía ser laica. Sobre esa premisa construyó Argentina su modelo educativo, que se basaba en tres pilares: público, gratuito y obligatorio. ¿La religión? Sería una asignatura optativa, que debería contar con autorización paterna y dictarse fuera del horario escolar.
Pero ha tenido que pasar casi un siglo y medio para que ese modelo sea ratificado por la Corte Suprema de Justicia. Lo más curioso es que ha sido el estado norteño de Salta, uno de los más católicos del país, la razón de esta histórica decisión. Esta región decidió desentenderse del modelo laico del resto del país y avaló por ley que en sus escuelas públicas se rezase al inicio de las clases haciendo que la religión fuese parte del programa escolar.
Algunas madres de este estado llevaban meses denunciando que sus hijos estaban sufriendo discriminación por no querer estudiar religión y los jueces les dieron la razón: “incluir la religión en el programa de estudios contando con el aval de una autoridad religiosa favorece conductas discriminatorias hacia los alumnos que no son parte del grupo religioso predominante (católico), lo que puede generar desigualdad”.
La máxima autoridad de la justicia argentina instó a las autoridades provinciales de Salta a que cumplan la sentencia y aseguren el fin de los ritos religiosos durante la jornada escolar. Además, anuló la norma que obligaba a los padres a declarar si querían que sus hijos recibieran educación religiosa.
Torcuato Sozio, representante de la Asociación de Derechos Civiles (ADC), quien acompañó a los progenitores denunciantes en este proceso, no ocultó su satisfacción: “es un fallo excelente, estamos muy contentos porque fuimos los que impulsamos esta acción y por lo que supone para los argentinos”.
Esta decisión generó gran expectación en el país, tanto en Buenos Aires como en Salta Capital, donde en los días previos al fallo de la Corte se registraron varias manifestaciones tanto a favor como en contra de la educación religiosa en las escuelas públicas. El máximo tribunal salteño había dado, en un principio, la razón a las autoridades provinciales, pero fue ahí cuando la ADC decidió recurrir.
Víctor Abramovich, fiscal general ante la Corte Suprema, apoyó la causa de esta Asociación destacando que en muchas escuelas salteñas no se ofrecían alternativas a la religión y que en los boletines escolares se tachaba de “no creyentes” a los alumnos que rechazaban estudiar religión.
Por lo tanto, desde el próximo curso se espera que ni en Salta ni en ninguna otra provincia se enseñe religión, independientemente de la que sea, en las escuelas públicas dentro del horario escolar. Pero las dudas sobre si se cumplirá o no esta norma siguen en el aire, teniendo en cuenta las grandes dimensiones del país y la dificultad de hacer respetar el fallo en las provincias más remotas y alejadas de Buenos Aires.
Latin American Post | José María González Alonso
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