VIDA

El trágico final no contado en Argentina: Las últimas horas de Liam Payne

Liam Payne, exmiembro de One Direction, murió tras caer desde el tercer piso de su hotel en Buenos Aires. Sus últimas horas estuvieron marcadas por la destrucción y el caos alimentado por las drogas, dejando a los fanáticos y a las autoridades conmocionados por los eventos que se desencadenaron.

Un capítulo oscuro en Buenos Aires

Liam Payne, el cantante británico de 31 años, llegó a Buenos Aires para lo que parecía ser una combinación de ocio y trabajo. Su visita, en parte como turista y en parte para reunirse con su excompañero de banda Niall Horan durante el concierto de Horan el 2 de octubre en el Movistar Arena, prometía ser emocionante. Payne eligió hospedarse en la suite de lujo del exclusivo hotel Casa Sur en Palermo, un distrito conocido por su ambiente vibrante y alojamientos de lujo. Sin embargo, lo que comenzó como un viaje prometedor pronto se convirtió en una pesadilla.

La tranquilidad de la suite de lujo se rompió cuando el caos se apoderó de la habitación del hotel. Clarín, que accedió a fotografías exclusivas del lugar, describió una escena de destrucción inimaginable. Una pantalla de televisión rota, aparentemente golpeada por un objeto, dominaba la habitación. Sobre el escritorio se encontraban las señales de la espiral descendente de Payne: un contenedor de jabón, fósforos, restos de velas, papel de aluminio y un polvo sospechoso de ser cocaína. La habitación del hotel se había convertido en un reflejo aterrador de sus últimas horas.

La bañera de la habitación revelaba más detalles perturbadores, con restos de cera de velas y papel de aluminio que indicaban signos de un episodio destructivo. El fondo de la bañera estaba manchado y parcialmente quemado, lo que ilustraba la peligrosa mezcla de sustancias y estrés que culminaron en las horas finales de Payne.

La llamada fatal al 911

El día fatídico de la muerte de Payne, el personal del hotel Casa Sur hizo dos llamadas a la línea de emergencias 911 de Buenos Aires, informando sobre el caos que se estaba desatando. La primera llamada, realizada por el gerente del hotel, describía la gravedad de la situación: “Tenemos un huésped que está fuera de control debido a las drogas y está destruyendo toda la habitación. Necesitamos que venga alguien con urgencia.” Aunque la conexión se cortó, la gravedad del problema era evidente.

Se realizó una segunda llamada, y la urgencia aumentó. El comportamiento destructivo de Payne fue descrito como empeorando: “Tenemos un huésped bajo la influencia de drogas y alcohol. Cuando está consciente, está rompiendo todo en la habitación. Necesitamos ayuda de inmediato.” Las crecientes preocupaciones del personal culminaron con una declaración inquietante: “Tememos que la vida del huésped esté en riesgo. La habitación tiene un balcón, y tememos que pueda hacer algo.”

Estas palabras resultaron trágicamente proféticas. Alrededor de las 5:00 PM de esa tarde, Liam Payne cayó desde el balcón de su suite en el tercer piso, precipitándose aproximadamente catorce metros hacia el patio interior del hotel. La policía y los servicios médicos llegaron al Casa Sur, pero el joven ya no pudo ser salvado.

Los fans se reúnen para llorar su pérdida

A medida que se difundió la noticia de la muerte de Payne, una ola de dolor invadió a sus seguidores. Los fanáticos se congregaron fuera del hotel Casa Sur tras su fallecimiento, creando un altar improvisado en la calle Costa Rica. Velas titilaban en la luz del atardecer mientras flores y mensajes de tristeza se acumulaban en la entrada. Payne, a quien millones habían adorado como parte de la sensación global One Direction, había partido trágicamente de una manera que conmocionó a sus seguidores y al público en general.

A pesar de las desgarradoras circunstancias, los fanáticos se aferraron a una de las últimas publicaciones de Payne en las redes sociales como un recuerdo agridulce de su tiempo en Argentina. Ese mismo día, Payne había compartido un mensaje en Snapchat: “Hermoso día en Argentina”, acompañado de una foto de su desayuno y una mención casual de un partido de polo próximo. La publicación reflejaba un día de paz y normalidad para sus seguidores, completamente ajenos a la tormenta que se avecinaba.

Recordando a un talento atormentado

La muerte prematura de Payne deja muchas preguntas sin respuesta sobre su estado mental y sus luchas personales. Conocido por su encanto juvenil y su talento vocal durante sus años con One Direction, la transición de Payne hacia su carrera en solitario fue complicada. En los últimos años, el cantante había hablado abiertamente sobre sus batallas con el abuso de sustancias y la salud mental, pero pocos podían haber previsto el trágico giro que tomaría su vida en Buenos Aires.

Clarín, que informó sobre las consecuencias de su muerte, fue fundamental para reconstruir los últimos momentos de la vida de Payne. La combinación de la destrucción en su suite, las inquietantes llamadas al 911 y las súplicas desesperadas del personal del hotel pintan el cuadro de un hombre luchando contra demonios internos. El medio capturó el shock colectivo de Buenos Aires mientras tanto la comunidad local como la base de seguidores internacional lloraban la pérdida de un artista que se fue demasiado pronto.

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Mientras el cuerpo de Payne era trasladado a la morgue judicial para su examen, la ciudad de Buenos Aires y el mundo entero quedaron reflexionando sobre el legado complejo de un joven cuyo talento fue eclipsado por sus luchas personales.

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