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El Tren Maya de México enfrenta desafíos en medio de grandes ambiciones

El Tren Maya de México celebra su primer año de operación. Aunque enfrenta desafíos operativos y críticas ecológicas, también tiene grandes planes de mejora. Las expectativas son altas, pero los resultados han sido mixtos. Este proyecto refleja claramente las dificultades inherentes a los grandes desarrollos de infraestructura.

Una visión ambiciosa y costos exorbitantes

Inaugurado el 9 de diciembre de 2023 por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya no es solo un tren, sino una gran visión. Diseñado como un proyecto transformador para los estados del sureste de México, como Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, su extenso circuito de 1,554 kilómetros buscaba integrar estas regiones en un centro unificado de turismo y transporte, despertando esperanza e inspiración.

Ahora, con su séptimo y último tramo completado y en plena operación, el Tren Maya ha producido resultados mixtos. La empresa Tren Maya, operada por las fuerzas armadas, informó que transportó a 603,182 pasajeros en su primer año, muy por debajo de su ambiciosa meta de 3 millones. De estos, solo 33,547 eran turistas extranjeros, mientras que la mayoría fueron residentes, viajeros nacionales y personas que usaron boletos con descuento, como estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad.

Además, los costos del proyecto se dispararon de un presupuesto inicial de 140 mil millones de pesos (7,500 millones de dólares) a más de 500 mil millones de pesos (25 mil millones de dólares). Este aumento masivo en los costos ha generado preguntas sobre la planificación, ejecución y control financiero.

A pesar de estos problemas, los defensores del proyecto, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum, mantienen la esperanza. Durante la apertura del último tramo, Sheinbaum declaró: “El Tren Maya traerá nuevas oportunidades para conectar la región, atraer turistas y hacer crecer la economía.” Ella cree firmemente en estas oportunidades.

Pasajeros destacan beneficios y desafíos

Muchos pasajeros han elogiado la calidad de los trenes, comparándolos con estándares europeos. “Los trenes son impecables,” comentó Manuel Mestre en una entrevista con EFE, destacando la puntualidad y la comodidad del servicio, que hacen que viajar sea una experiencia relajante.

Sin embargo, Mestre y otros usuarios también señalaron varios problemas. Las estaciones están lejos de los aeropuertos; los taxis son demasiado caros; faltan infraestructuras básicas; es difícil encontrar comida; protegerse de la lluvia es complicado; y las conexiones con las ciudades y puntos turísticos no son convenientes.

Los críticos como Mestre también hablan del impacto ambiental del proyecto. Aunque conectar ciudades es positivo, la mala planificación ha causado daños al medio ambiente. Problemas como la tala de árboles, la destrucción de hábitats de fauna y la falta de estudios de impacto ambiental son serios, y probablemente han afectado la reputación del proyecto.

Funcionarios turísticos planean mejoras

A pesar de los desafíos, los gobiernos locales y funcionarios turísticos están comprometidos con integrar el Tren Maya en sus estrategias a largo plazo. Bernardo Cueto Riestra, secretario de turismo de Quintana Roo, considera que el primer año ha sido una fase crucial de aprendizaje. “Este año nos ha permitido analizar las operaciones y definir estrategias para incorporar el Tren Maya en el marco turístico del estado,” declaró a EFE, transmitiendo confianza sobre el futuro del proyecto.

Cueto destacó el potencial del tren para desbloquear nuevas oportunidades en el sector turístico de Quintana Roo. “Estamos trabajando con las autoridades del Tren Maya y los proveedores de servicios para alinear los destinos turísticos con las rutas del tren. El objetivo es ofrecer un viaje fluido que muestre las atracciones cercanas a cada estación,” explicó, mostrando optimismo sobre el potencial del proyecto.

Una de las iniciativas incluye crear guías excepcionales para que los pasajeros exploren sitios culturales, históricos y naturales. Estas acciones buscan convertir al Tren Maya en algo más que un medio de transporte: una puerta de entrada al rico patrimonio y biodiversidad de la región.

Equilibrando promesas y críticas

Al entrar en su segundo año, el Tren Maya enfrenta grandes expectativas. Sus partidarios lo ven como un éxito significativo de infraestructura que podría transformar la economía del sureste de México, mientras que sus críticos se preocupan por los posibles problemas ambientales y financieros.

El proyecto necesita atraer turistas, especialmente internacionales, como una medida clave de éxito. Resolver problemas como las conexiones con aeropuertos y ciudades es vital. Al mismo tiempo, todos los involucrados deben abordar el impacto ambiental de su rápida construcción y encontrar formas de proteger los frágiles ecosistemas de la región.

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Actualmente, el Tren Maya es un símbolo tanto de esperanza como de debate. Representa los desafíos de los grandes proyectos en un mundo en rápida evolución. Aunque su capacidad para cumplir sus objetivos aún no está clara, ya ha dejado un impacto significativo en los estados del sureste de México.

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