El último viaje de Carlos Alberto Montaner, icono cubano
El escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner, un faro del pensamiento antitotalitario y la libertad, enfrentó con dignidad los últimos días de su vida, marcados por una implacable enfermedad neurodegenerativa. Su hija, Gina, relata este emotivo y transformador trayecto en una narrativa profundamente personal.
“Ayúdame a morir”: Una valiente petición
A principios de 2022, en un café de Miami, Carlos Alberto Montaner se sentó frente a su hija Gina y, con serenidad, le pidió ayuda para morir. Su solicitud no fue impulsiva, sino fruto de una larga reflexión. Diagnosticado con una debilitante enfermedad neurodegenerativa, previó la pérdida progresiva de sus facultades y deseaba salir de la vida bajo sus propios términos. Esto implicaba dejar Miami y regresar a España, su “segunda patria”, para iniciar los trámites oficiales y solicitar la muerte asistida en el sistema público de salud del país. Su valentía al tomar esta decisión fue admirable.
La elección de Montaner marcó el inicio de un camino profundamente personal y emocional para Gina. “No me sorprendió”, recuerda, “pero me rompió el corazón. Éramos increíblemente cercanos, como hermanos”. Por eso me lo pidió. Con una serenidad inquebrantable, Montaner confió en Gina como su apoyo constante durante este último capítulo de su vida, un testimonio del vínculo extraordinario que los unía. Este trayecto emocional de Gina, desde el impacto inicial hasta la aceptación, refleja el lado más humano de esta historia.
De regreso en España, el diagnóstico de Montaner se actualizó a Parálisis Supranuclear Progresiva (PSP), una forma rara y agresiva de la enfermedad de Parkinson. La enfermedad le arrebató la capacidad de moverse, hablar y pensar. Él no quería llegar a ese punto. Repetía constantemente a Gina: “Mis palabras están muriendo”. Su determinación permaneció firme mientras se preparaba para su último viaje.
Una vida vivida con propósito
La vida de Carlos Alberto Montaner fue un ejemplo de intelecto, resistencia y perseverancia en la lucha por la verdad. Nacido en Cuba, escapó de las cárceles de Fidel Castro a los 20 años y dedicó su vida a combatir el autoritarismo a través de la escritura y la acción. Autor de innumerables columnas políticas publicadas en España y América Latina, Montaner combinó un análisis perspicaz con una escritura clara y, a menudo, humorística.
Lejos del estereotipo del intelectual frío, Montaner era conocido por su humor, calidez y capacidad para conectar con personas de todas las esferas de la vida. Incluso en sus últimos días, mantuvo su característica ironía. La mañana del 29 de junio de 2023, mientras esperaba en su casa de Madrid al equipo médico que asistiría su muerte, vio una noticia sobre la hospitalización de Madonna. Volteó hacia Gina y bromeó: “Si Madonna muere hoy, todos recordarán el día que fallecí”. Fue un momento de ligereza en medio de una situación solemne. Su extraordinario espíritu seguía intacto.
El día transcurrió en paz y transparencia. Montaner compartió sentimientos de calma con su esposa Linda y sus hijos Gina y Carlos. Vivió con propósito y ahora eligió morir dignamente. No quería quedar atrapado por la enfermedad. Esta fue la muerte de una vida llena de logros y amor por la libertad y la verdad. Su vida y su muerte continúan inspirando, recordándonos la importancia de vivir con propósito y dignidad.
El viaje transformador de dejar ir
Gina acompañó a su padre en sus últimos días. Este viaje no se trató solo de ayudarlo a alcanzar una muerte digna, sino también de honrar el legado de un hombre que vivió una vida extraordinaria. Esta experiencia transformadora cambió su perspectiva sobre la vida y la muerte. Reflexiona sobre cómo este proceso le mostró la fragilidad del envejecimiento y la certeza de morir. “Vi claramente cómo todos enfrentamos la debilidad y el deterioro algún día”, dice. “Vivimos tan desconectados de la realidad de la muerte, pero esta experiencia cambió la forma en que veo la vida y su final”.
Gina agradece el apoyo recibido del sistema de salud público de España y de la Asociación Derecho a Morir Dignamente. El respeto y la humanidad que extendieron a su padre perduraron a pesar de los obstáculos burocráticos. “Los españoles pueden quejarse de su sistema sanitario”, señala, “pero funciona excepcionalmente bien, especialmente en momentos como este”. El papel del sistema de salud en el viaje de Montaner es un testimonio del apoyo y cuidado disponibles en tiempos tan difíciles.
Este viaje no se trató solo de ayudar a su padre a lograr una muerte digna; también se trató de honrar el legado de un hombre que vivió una vida notable. Montaner pasó sus últimos días como lo había hecho durante toda su vida: con control, reflexión y una influencia significativa en quienes lo rodeaban. Mantuvo la calma y ofreció consuelo a su familia, brindándoles tranquilidad mientras su vida llegaba a su fin. Esta serenidad trajo paz a su familia en medio de su dolor.
Una crónica de valentía y amor
Gina Montaner escribe sobre la vida de su padre en su libro Deséenme un Buen Viaje. Su relato es un emotivo tributo a él y a su última decisión. A través de recuerdos profundamente personales, presenta a un hombre inteligente, divertido y de gran carisma. La historia combina memorias conmovedoras con verdades sinceras, ofreciendo a los lectores una visión clara y humana de una figura pública.
El relato de Montaner no se centra solo en la muerte, sino en vivir con propósito. Se mantuvo fiel a sus creencias hasta el final, enfrentando la muerte con el mismo coraje con el que vivió. Su legado, reflejado tanto en su vasta obra como en el ejemplo que dejó a su familia y al mundo, es un testimonio de la importancia de vivir una vida con fuertes principios y valores. Este legado no solo reside en sus escritos, sino también en la inspiración que dejó en quienes lo conocieron.
Gina reflexiona sobre los últimos días de su padre, un recuerdo que la acompañará siempre. “Me cambió”, explica. Fue testigo de lo que significa vivir y morir con honor. Su padre enfrentó la muerte como había vivido: con claridad, propósito y elegancia.
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Un adiós irreversible
El adiós de Carlos Alberto Montaner no fue solo el fin de una vida, sino el cierre de un capítulo en la continua lucha por la libertad y la verdad. Su camino demuestra el poder de la elección, la importancia de la dignidad y cómo una vida vivida con fuertes convicciones permanece en la memoria de las personas. La historia personal de Gina refleja tanto la tristeza de perder a alguien como la gracia de un adiós que fue deliberado en todos los aspectos. Nos recuerda que, incluso al final, tenemos el poder de mostrar quiénes somos y en qué creemos.