“Barbie” la película: ¿Feminismo o marketing?

En diciembre de 2016, Sony y Mattel anunciaron el live action de la muñeca más famosa del mundo: Barbie. En un principio, Amy Schumer sería quien interpretaría a la muñeca rubia, pero tras unos meses, anunció que se retiraría del proyecto. Más tarde, la comediante dio a conocer que la razón por la que dejó de participar, esta fue porque su visión sobre su personaje era muy distante a la propuesta de la productora. El tiempo pasó, el proyecto pasó de Sony a Warner Bros y Greta Gerwig entró al plano como co-escritora y directora. 

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Antes de que Gerwig fuera anunciada como cabeza de la película, el público no había mostrado mucho interés. Hay alrededor de 30 películas animadas de Barbie, además de 4 series. Una más, así fuera en live action, no era algo novedoso. Por otra parte, la franquicia fue previamente criticada por sembrar estándares imposibles de belleza en millones de niñas alrededor del mundo. Esto, en medio del movimiento Me Too, no sería celebrado, sino muy criticado. Sin embargo, con la llegada de Gerwig, el proyecto dio un giro bastante inesperado. Tan inesperado que, para muchos, la película sobre uno de los personajes más alejados del feminismo promete ser la nueva revolución feminista. 

Greta Gerwig llegó a salvar “Barbie”

La directora estadounidense se dio a conocer en 2012 con “Frances-Ha”, película que protagonizó y que fue dirigida por su pareja, Noah Baumbach. Gerwig ya había dirigido en 2008 “Noche y fines de semana”, la cual pasó sin pena ni gloria. Pero en 2017 volvió como directora con “Lady Bird”, la cual tuvo como productora a la entonces creciente A24. La cinta fue nominada a distintos premios Óscar, que incluían las categorías de Mejor Director y Mejor Película, y ganó otros galardones. Con esta película coming of age, Gerwig se estableció como la promesa de la dirección femenina en Estados Unidos, puesto que, dos años después, volvió a ser nominada en las mismas categorías por “Mujercitas”, la adaptación del clásico de Louisa May Alcott. 

Tanto “Lady Bird” como “Mujercitas” (y sobre todo esta última) son películas con claros tintes feministas. Gerwig logró traer a las hermanas March y darles una voz aún más fuerte y resonante de la que ya tenían en la novela. Ambas cintas son divertidas, pero también inquietantes e introspectivas. Su cine es uno que se inclina hacia lo coming of age, que explora la feminidad en la juventud con sus ires y venires. 

Es por eso mismo que los fanáticos de la directora y de esta nueva ola de cine, muy A24, se sorprendieron cuando se supo que sería Gerwig quien dirigiría y co-escribiría junto a Noah Baumbach “Barbie”. De repente, los cinéfilos decidieron ponerle los ojos al live action que seguramente nunca hubiesen visto si fuera otro el director. Y es que toda la situación solo dejó una pregunta: ¿qué va a hacer Gerwig con “Barbie”? Era difícil hace un año imaginarse lo que sería la película, pero poco a poco las pistas se han hecho más presentes. 

Que Margot Robbie interpretara a Barbie y Ryan Gosling a Ken fue el siguiente anuncio que dio en el clavo. Ambos actores con carreras fuertes, son perfectos para el papel. Luego vino el teaser tráiler basado en “2001: Odisea en el espacio” que causó revuelo. El segundo tráiler fue estrenado a inicios de abril y también fueron anunciados los actores y actrices que interpretan a los demás personajes de la película. Y en esto último, “Barbie” terminó de enganchar a los espectadores. 

¿Feminismo o marketing?

Junto al último teaser tráiler que salió, también se presentaron piezas visuales con las fotos de los personajes principales y secundarios, acompañados de pequeños textos en los que se mencionaba algo sobre ellos. En la imagen de la protagonista se lee “Barbie lo es todo” y a continuación vemos las imágenes de las otras Barbies en las que se leen cosas como “Esta Barbie es una doctora”, “Esta Barbie tiene un Premio Nobel en Física”, “Esta Barbie está en la Corte Suprema de Justicia”, “Esta Barbie es Presidenta”, “Esta Barbie es una autora famosa”, etc. Las frases son una clara referencia al eslogan de la franquicia: “sé lo que quieras ser”.

En contraposición, encontramos las imágenes de los Ken, que dicen “Él es solo Ken”, “Él también es solo Ken”, “Él es otro Ken”, “Adivinaste, él es solo otro Ken”. Con esta campaña publicitaria, la película dejó claro que en el universo de la película es Barbie quien es importante, y Ken está en un plano mucho más bajo. Las lecturas de los espectadores no se hicieron esperar, y las teorías apuntan a que este es un comentario netamente feminista.

Ahora bien, es necesario tener presentes varias cosas. En primer lugar, si bien Gerwig tiene un claro enfoque de contar historias de mujeres fuertes en sus películas, nunca mencionó que sus películas tienen como fin ser feministas. Hay tintes feministas, pero esto siempre desde las lecturas de los espectadores. En segundo punto, Mattel ha buscado renovarse a lo largo de los años en respuesta a las críticas sobre la falsa idea de feminidad que han vendido. Hoy existen muñecas diversas racialmente, en estado de discapacidad física, de tallas grandes y hasta transgénero. Barbie se reconoce a sí misma como una marca que empodera niñas al invitarlas a seguir su pasión, dándoles el ejemplo de una muñeca que puede tener cualquier carrera. En tercer lugar, la marca ha tenido un impacto muy grande en minorías como lo es la comunidad LGBTIQ+ y ha sido adoptada por la comunidad queer como un símbolo.

El documental de 2018 “Desmontando a Barbie”, se adentra en la gigante juguetera para explorar las maneras en las que el trabajo de quienes están detrás de las ideas de la marca ha evolucionado. En él descubrimos, por ejemplo, que son mujeres en su mayoría las que trabajan en la empresa. Además, es evidente la manera en la que Mattel ha buscado reinventarse apuntando a un público que es más consciente de los errores que la marca puede cometer y ha cometido. 

Todos estos factores nos dejan ver que Barbie sí ha tenido un impacto por parte del pensamiento progresista, más que feminista, y en ese orden de ideas la marca se ha transformado. Tiene entonces sentido que Gerwig haya sido escogida para ser la cabeza de la película y por supuesto que esto tiene que ver con estrategias de marketing. A fin de cuentas, Barbie es una marca que necesita seguir facturando y es inteligente al adaptarse a las necesidades de su público actual. Cabe resaltar que, por más tintes feministas que se vean en las cintas de Gerwig, su feminismo estaría muy blanqueado y no sería interdisciplinar. Por lo tanto, tampoco se le puede exigir a la película cumplir con estándares políticos y culturales. La razón por la que “Barbie” ha causado tanto revuelo entre un público con matices progresistas es en parte la nostalgia, y en parte una muy buena campaña publicitaria.