Colombia: ¿por qué es vocera internacional del Reggaetón?
Este país se ha convertido, por méritos propios, en el embajador mundial de este género musical.
Sus orígenes se sitúan en Panamá, allá por la de década de los 70, durante los 90 fue Puerto Rico el epicentro de este ritmo y, en la última década, Colombia se ha convertido en la nación que lo ha exportado hasta los rincones más insospechados del planeta.
Siempre envuelto en polémica por sus letras, en muchas ocasiones machistas, y por estar anclado en estereotipos, el Reggaetón ha puesto a bailar a medio mundo, desde clubes exclusivos en Nueva York a locales clandestinos en Berlín, pasando por Barcelona o la lejana Bali. Nadie es ajeno a sus letras pegadizas y bailes sensuales. Basta echar un vistazo a la lista de videos más vistos en YouTube para encontrarnos en el número 1 a Despacito, canción reproducida 4.520 millones de veces cuando todavía no se ha cumplido un año desde su publicación en la plataforma. Un estudio reciente de Spotify reveló el imparable crecimiento del Reggaetón, cuyas escuchas han crecido un 119% desde 2014, mientras que el Pop apenas un 14%.
Ni Daddy Yankee ni Luis Fonsi son colombianos, entonces ¿por qué este país está considerado en la actualidad como la potencia en este género? Por su capacidad de crear hits de forma regular y convertirlos en infaltables en cualquier club o fiesta casera.
Artistas colombianos como Maluma o J Balvin sacan éxitos cada dos o tres meses y el país sudamericano rinde tributo a este género en todas sus ciudades. Si Medellín concentra a los artistas y productores más exitosos, Bogotá se ha especializado en las fiestas temáticas en torno a este ritmo. Una de las claves del éxito de esta música es su capacidad de eliminar las brechas sociales existentes en la sociedad colombiana, pues este género triunfa tanto en los humildes barrios del sur de Bogotá como en los clubes más exclusivos de la Zona T o el Parque de la 93.
Alístate que estoy suelta como Gabete surgió hace 7 años como un evento privado para apenas 25 personas en el histórico barrio bogotano de La Candelaria. Hoy se ha convertido en una macrofiesta a nivel nacional que puede llegar a reunir a 10.000 personas en una sola noche. Jimmy Pérez, su ideólogo y responsable, y conocido como ‘Don Gatsby’ por su habilidad para organizar este tipo de eventos, presume de haber conseguido romper el estigma que asocia el Reggaetón con violencia, homofobia y machismo. “Mis fiestas se organizan tanto en clubes de moda como en locales frecuentados por gays, lesbianas y transexuales, hemos ampliado el terreno y en muchos lugares las mujeres lo bailan entre ellas”, explicó Pérez.
Si nos trasladamos a la segunda ciudad del país, Medellín, no sería extraño encontrarse con algunos de los artistas más reconocidos de este género, a los ya mencionados Maluma y J.Balvin se une en el trono Nicky Jam, estadounidense de origen puertorriqueño pero que decidió trasladar su residencia a la capital antioqueña “para estar cerca de los mejores”. Está claro que Colombia respira Reggaetón por los cuatro costados y está contagiando esa fiebre a todo el planeta.
Latin American Post | José María González
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