Cuatro lecciones de Miss Universo 2017
En esta edición se registraron una serie de momentos que cambiarán para siempre la forma en que se desarrollan los reinados de belleza
Ya tenemos nueva reina del Universo: Demi-Leigh Nel-Peters, señorita Sudáfica se alzó con la corona de la mujer más bella en el planeta. En segundo lugar, la colombiana Laura González Ospina, quien fue la cuota latina dentro de las 5 mejores, ocupando el segundo lugar.
En la actualidad, este certamen de belleza es considerado un festín a la banalidad y la objetivación de la mujer. Sin embargo, en esta edición se registraron una serie de momentos que cambiarán para siempre la forma en que se desarrollan esta clase de eventos.
Una de las razones que apoyan esta sentencia, fue el mecanismo implementado para promover el concepto de belleza incluyente a través de la selección de las semifinalistas, pues la organización le dio carta abierta al ingreso de países que jamás habían participado; además de otorgar libertad a los jueces para cuestionar a las candidatas sobre su posición en temas bastante controversiales.
Toda una secuencia de postales que, sin duda, nos dejó más de una lección por aprender.
Alimentar la mente antes que el cuerpo: más de la mitad de las aspirantes a la corona de la mujer más bella del universo en 2017 poseen en su currículo estudios en áreas relacionadas a las ciencias políticas, ingeniería, formación militar, comunicación y cine. Todas ellas dejaron en evidencia dichos logros intelectuales en la sesión de preguntas en vivo, sorteando los nervios y la presión ejercida por el público presente en el Royal Casino de las Vegas, para tocar sin tapujos temas como el control de armas, violencia de género e influencia de las nuevas generaciones en el acontecer mundial.
Celebrar la diversidad y amar nuestra identidad: en esta edición del concurso, las representantes de continentes como América y África Pacífica se negaron a transformar por completo su aspecto físico y prefirieron mostrar a los jueces y a la prensa su belleza natural. Una rapada, otras con afro, aquellas que aman tener curvas reales, lenguaje auténtico y simpatía sincera, seguramente conquistaron a los seguidores de este certamen.
Inclusión: por primera vez en el Miss Universo, la organización reestructura el método de elección de las 16 semifinalistas permitiendo que por cada continente se eligiera cuatro candidatas, para darles la oportunidad de soñar con alcanzar el trofeo mayor y generar mayor visibilidad a su país durante la gala de premiación.
Empoderamiento femenino: en el Medio Oriente los concursos de belleza no tienen mucha relevancia. No obstante, desafiando este antecedente sociocultural, la representante de Irak expresó en un video emitido durante la ceremonia de coronación que, hace unos años decidió unirse a las fuerzas militares de los Estados Unidos para demostrarle a los abanderados de la guerra en su país, que las mujeres que anhelan la paz son más fuertes y valientes que ellos, y su participación en el concurso sería un mensaje directo a miles de jovencitas en su territorio que sueñan con un futuro mejor para ellas y sus familias.
Latin American Post | Carlo Mario Torres
Copy edited by Laura Rocha Rueda