Farid Rueda: uno de los grandes del arte urbano en México
El mexicano concedió una entrevista para Latin American Post en la que cuenta cómo se convirtió en uno de los muralistas latinoamericanos más importantes
Originario de Morelos, Farid Rueda desde pequeño encontró el gusto por el lápiz y el papel para dibujar todo lo que le rodeaba. Quizá el talento artístico fue heredado de su abuelo materno, quien fue escultor, y de su tío, quien dedicó su vida a la pintura. Al crecer, Rueda se mudó a la Ciudad de México en donde estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. "Ahí entendí que hay cosas para las que uno nace y para las que uno simplemente no. Yo sabía que si quería vivir de hacer arte, tenía que saber cómo se hace y además, hacerlo bien".
Una vez que aprendió la técnica y los métodos necesarios, Rueda comenzó a elaborar, más que un discurso, su propio. Para él la identidad propia juega un papel importante en el desarrollo de estilo: "El estilo es la tendencia que tiene un artista para representar el mundo exterior o su mundo pero tu identidad es algo que no puedes forzar, tiene que ser natural".
Sus primeras prácticas fueron en lienzos y de ahí se aventuró a realizar su primer muro hace siete años. Seher One fue uno de sus primeros referentes, que influyó en el uso de color. Los escenarios de Yucatán y Quintana Roo y vestigios de la cultura maya formaron parte de su inspiración. En cada mural es evidente la influencia del arte huichol, así como las representaciones deidades mayas.
"Yo no me dediqué a pintar porque quería vivir de la pintura, sino porque me quería morir pintando"
"Yo no me dediqué a pintar porque quería vivir de la pintura, sino porque me quería morir pintando". El objetivo de su arte es ser feliz mientras continúa haciéndolo. La fidelidad a sí mismo y siempre hacer lo que más le mueve, son clave para dejar su huella en los murales. "Yo no sé cómo la gente vive de lo que no quiere. Me parece difícil y las personas lo hacen actualmente. Todos los días se aferran a ir un lugar que no quieren y que no les gusta".
Su arte se define por elementos como color, movimiento, forma, armonía, vida y cultura. Espacios urbanos y aerosoles son sus herramientas para plasmar cada idea y cada boceto. Sus murales han estado presentes en calles mexicanas y en países de América Latina y el Caribe como Cuba, Costa Rica, Colombia e incluso han cruzado fronteras hasta Italia, Alemania y Croacia, entre otros.
Aunque cada proyecto ha sido significativo para el artista, el tótem que realizó en Croacia en el 2017 fue una de las comisiones que más le gustó. De hecho, este último fue seleccionado como uno de los mejores murales del año. En las calles de la Ciudad de México se encuentran expuestas ocho de sus obras, por ejemplo una muy cerca del Centro Histórico.
Para Rueda, el profesionalismo es de igual importancia al talento: "Cuando uno se dedica a este trabajo, tienes otra manera de percibirlo. Tienes que empezar desde temprano, poner una fecha de entrega y cumplir con ello. La gente sabe que es una inversión y la única manera en que tú la haces notar es con tu profesionalismo. Tienes una gran responsabilidad, como artistas somos seres culturales y estamos haciendo todo el tiempo cultura. Los artistas somos un reflejo de la sociedad".
“Los artistas somos un reflejo de la sociedad"
Actualmente, CICLO es el mural más reciente en la Ciudad de México. Una iniciativa ciudadana llamada la Asociación de Residentes de la Colonia Cuauhtémoc, contactó a Rueda para representar la zona en conjunto con el nombre de sus calles, todas éstas nombres de ríos. El trabajo de Farid despierta diversas emociones como placer, alegría, orgullo. Además, cuando habla de su trabajo se nota pasión. Ese mismo amor al street art lo sigue llevando de viaje, pues este año recorrerá el Caribe, Europa y Medio Oriente con nuevos proyectos.
Rueda se ha convertido en un exponente del arte urbano en México, así como un reflejo de uno de los países con la cultura más diversa.
Latin American Post | Ilse Blanquet
Copy edited by Laura Rocha Rueda