Latam BookLook: “Animales del fin del mundo” de Gloria Esquivel
Una novela para viajar a las esquinas olvidadas de su infancia
¿De qué se trata?
Esta novela narra la historia de Inés, una niña que está a punto de cumplir 7 años. Durante el proceso de crecer, tiene un miedo constante: teme al fin del mundo. Inés vive en una casa enorme, en la que se pierde ella misma, en una ciudad fría, con su mamá y sus abuelos. Afuera de la casa es un mundo completamente desconocido, salvo por los paseos ocasionales con su padre, pero dentro de la casa, Inés tampoco se siente a salvo. Poco después de su cumpleaños número 7, se avecina un eclipse solar, que para Inés representa ese fin del mundo que ella tanto teme. A medida que va perdiendo dientes y se avecina la tediosa fiesta de cumpleaños, Inés, entre la realidad y la fantasía, descubre qué es lo que quiere y realmente cuál es el significado del fin del mundo para ella.
¿Quién lo escribió?
Gloria Susana Esquivel es una escritora de Bogotá, quien cursó la Maestría de Escritura Creativa en New York University. Debuta como novelista con “Animales del fin del mundo” (Alfaguara, 2017), luego de publicar su poemario “El lado salvaje: conversaciones con Frank O’Hara”, publicado por la editorial independiente Cardumen, con una beca del Ministerio de Cultura de Colombia. Ha trabajado en periodismo, y tiene un blog titulado Te lo juro por Madonna, que es su diario personal abierto al público, para quien quiera leerlo. Esquivel es una de las voces más frescas de la literatura colombiana contemporánea y representa a la generación de mujeres que creció en los 80’s y 90’s, experiencia que Inés encarna en “Animales del fin del mundo”.
¿Lo leo o no?
Si usted duda poderse relacionar con una niña de 6 años, o si cree que es imposible que una persona adulta, con una formación académica como la de Esquivel, recree la voz de la infancia y cómo es ver el mundo a través de los ojos de la inocencia, debe darle una oportunidad para que este libro le demuestre lo contrario. Inés juega a lo largo del libro y se convierte en una mirla, en un delfín, en un felino. Desde sus miedos y su inocencia, comprende lo que significa crecer. Aunque es una narración en pasado, con sus raíces en el recuerdo, es difícil encontrar rastros del cinismo que viene con crecer. No obstante, como cualquier niño de 6 años, Inés tiene una sabiduría que parecemos olvidar al crecer.
Esquivel recurre constantemente a las metáforas, no porque sean su figura literaria predilecta, sino porque así ven los niños el mundo. Tampoco son las metáforas de siempre, los clichés que estamos aburridos de leer, sino formas novedosas de representar el proceso de crecer. Si se atreve a revisitar las esquinas olvidadas de su infancia, este es el libro para hacerlo.
Latin American Post | Laura Rocha Rueda