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Legado y esplendor precolombino mexica revelados en París

Una exposición europea sin precedentes, ‘Ofrendas y dioses mexicas en el Templo Mayor’, muestra más de 500 artefactos, iluminando la profundidad de la civilización mexica y desacreditando conceptos erróneos comunes sobre su identidad y legado, conectando el pasado y el presente en todos los continentes.

En el corazón de París, el Museo Quai Branly presentará una innovadora exposición titulada “Ofrendas y dioses mexicas en el Templo Mayor”, que estará abierta hasta el 8 de septiembre. Esta exposición saca a la luz más de 500 artefactos arqueológicos, proporcionando una visión completa visión de la sociedad mexica, a menudo denominada erróneamente azteca en el discurso europeo. Estos artefactos, que surgieron de Tenochtitlán, la capital mexica durante los siglos XV y XVI, ofrecen una visión de la sofisticada cultura de uno de los imperios dominantes de Mesoamérica.

Décadas de esfuerzos arqueológicos

La exposición es la culminación de décadas de esfuerzos arqueológicos iniciados por Eduardo Matos en 1978 y luego encabezados por Leonardo López Luján en 1996. Presenta tesoros enterrados por los mexicas, revelando sus rituales, creencias y vida cotidiana. López Luján enfatiza la obsesión de los mexicas con la dualidad, como el día y la noche, un tema vívidamente resumido por Cipactli, una criatura mítica mitad cocodrilo, mitad pez, que aparece en la exhibición.

El Templo Mayor era el núcleo de la espiritualidad mexica, el sitio central para sacrificios y ofrendas. Según Fabienne de Pierrebourg, otra curadora de la exposición, era donde convergían la humanidad y las deidades, con ofrendas diseñadas para impresionar a ambos reinos. Los mexicas creían que el universo operaba a partir de los sacrificios hechos a los dioses, una creencia que infundió su cosmología y rituales.

La exposición muestra exquisitas joyas, instrumentos musicales y restos de esqueletos y aclara la distinción entre los pueblos mexica y azteca, un concepto erróneo a menudo perpetuado por los colonizadores europeos. Los mexicas habían establecido su civilización distintiva en el Golfo de México mucho antes de que llegaran los españoles en 1492, evolucionando hasta convertirse en una metrópoli sofisticada después del encuentro con los europeos.

Adaptarse al cambio

La conquista española trajo cambios catastróficos que afectaron dramáticamente la demografía y las prácticas culturales de los mexicas. A pesar de estos desafíos, los mexicas se esforzaron por preservar sus tradiciones, a menudo adaptándose a las prohibiciones impuestas por los colonizadores, como la sustitución del papel amate prohibido por materiales alternativos para su arte.

El continuo trabajo arqueológico en el sitio del Templo Mayor ha desenterrado hallazgos importantes, incluidas ofrendas con restos de superdepredadores vestidos como guerreros, lo que refleja su importancia en el simbolismo militar mexica. Estos descubrimientos resaltan la reverencia de los mexicas por la naturaleza y su creencia en el poder espiritual de los animales.

“Ofrendas y dioses mexicanos en el Templo Mayor” representa un esfuerzo de colaboración entre el Museo Quai Branly, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y contribuciones del Museo Etnográfico de Basilea. Esta exposición revisita la rica herencia de los mexicas y fomenta una comprensión más profunda de su influencia duradera en la identidad mexicana contemporánea y el panorama cultural latinoamericano más amplio.

El legado de la civilización mexica continúa resonando en toda América Latina, donde su influencia impregna varios aspectos de la identidad cultural, desde el arte y la mitología hasta las estructuras sociales y políticas. Países como Perú, con su herencia inca, y Guatemala, con su legado maya, comparten historias similares de sociedades precolombinas complejas y la posterior colonización europea.

Resonancia en toda América Latina

Los artefactos y narrativas de la exposición se conectan con los esfuerzos de los países latinoamericanos por reclamar y celebrar sus pasados indígenas. En naciones como México y Bolivia, hay un reconocimiento creciente de la importancia de las contribuciones indígenas a la identidad nacional y la narrativa histórica global.

Además, la historia de los mexicas es paralela a las experiencias de otras civilizaciones latinoamericanas, como los incas y los mayas, que enfrentaron la conquista y la colonización pero dejaron ricos legados. Esta historia compartida de resiliencia y riqueza cultural forma un hilo conductor que une a las diversas naciones de América Latina.

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La exposición “Ofrendas y dioses mexicas en el Templo Mayor” no sólo muestra la grandeza de la civilización mexica sino que también actúa como un puente que conecta el pasado y el presente de América Latina. Sirve como un recordatorio de la compleja historia de la región, la resiliencia de su gente y el legado perdurable de sus culturas precolombinas. A través de tales exposiciones, las historias de los mexicas y otras civilizaciones indígenas ganan un lugar destacado en la narrativa cultural global, fomentando una mayor apreciación de sus contribuciones al patrimonio compartido de la humanidad.

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