Los nuevos aspirantes brasileños al Oscar: una rica historia del cine latinoamericano
Las películas de Brasil vuelven a ser el centro de atención cuando el país anuncia sus finalistas para los Premios de la Academia 2025. Con una profunda historia del cine latinoamericano en los Oscar, los contendientes de este año apuntan a construir sobre un legado de reconocimiento global.
Una selección diversa
A medida que se calienta la carrera por los Premios de la Academia 2025, Brasil ha anunciado seis finalistas que compiten por el codiciado lugar como representante del país en la categoría de Mejor Largometraje Internacional. Entre los favoritos están Ainda Estou Aqui de Walter Salles, que ganó el mejor guion en el Festival de Cine de Venecia, y Motel Destino de Karim Aïnouz, que fue seleccionada para competir en Cannes a principios de este año.
La Academia Brasileña de Cine reveló estas seis películas el lunes, mostrando muchos temas y estilos de dirección. Junto a Ainda Estou Aqui y Motel Destino, las otras cuatro películas incluyen Cidade de Juliana Rojas; Campo, Levante, de Lillah Halla, Saudade Fez Morada Aqui Dentro, de Haroldo Borges, y Sem Coração, de Nara Normande y Tião.
Ainda Estou Aqui, de Walter Salles, destaca no solo por su aclamación de la crítica, sino también por su temática, que se adentra en los años turbulentos de la dictadura de Brasil (1964-1985) y las luchas que enfrentaron las familias durante este período oscuro de la historia de la nación. La película fue elogiada en Venecia, con especial elogio para la actriz Fernanda Torres, cuya actuación se promociona como digna de un Oscar.
Ainda Estou Aqui es la última de una serie de películas exitosas de Salles, cuya película de 1999, Central do Brasil (Estación Central), fue la última película brasileña en llegar a la final de los Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Ese año, Fernanda Montenegro, madre de Fernanda Torres, también fue nominada a Mejor Actriz, consolidando el lugar de la familia en los anales del cine brasileño.
Motel Destino de Karim Aïnouz es otra fuerte contendiente. La película fue seleccionada para competir por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, lo que marca el segundo año consecutivo en que el trabajo de Aïnouz fue incluido en la prestigiosa competencia. Su reputación como un maestro narrador con un ojo agudo para la emoción humana continúa creciendo a nivel mundial.
La Academia Brasileña anunciará su selección final de los Oscar el 23 de septiembre, luego de una votación de un jurado de 25 miembros encabezado por la actriz y directora Bárbara Paz. Con una alineación tan fuerte, la competencia es feroz, y la película elegida tendrá el peso del legado cinematográfico de Brasil detrás de ella mientras compite por una nominación a los Oscar.
Películas latinoamericanas en los Oscar
El cine latinoamericano tiene una larga y célebre historia en los Oscar. A lo largo de las décadas, las películas de México, Argentina, Chile y Brasil han sido celebradas por su narrativa única, su rica visión cultural y sus estilos visuales audaces. Sin embargo, este viaje no siempre ha sido fácil, ya que muchas películas han tenido dificultades para abrirse paso a través de la lente a menudo centrada en Occidente de Hollywood.
Brasil ha sido un actor fundamental en esta historia, y sus películas han atraído con frecuencia la atención en el escenario mundial. Central do Brasil, de Walter Salles, fue un momento histórico para el cine brasileño, que obtuvo elogios internacionales y obtuvo una nominación a Mejor Largometraje Internacional en 1999. Ese mismo año, Fernanda Montenegro fue nominada a Mejor Actriz, la primera vez que una actriz latinoamericana había sido reconocida. Este hito señaló que el cine latinoamericano había llegado al escenario mundial.
Entre otras películas destacadas de la región se encuentran Roma (2018), de México, dirigida por Alfonso Cuarón, que ganó el premio a la Mejor Película Internacional y fue nominada a la Mejor Película, lo que marca un nuevo punto alto para la representación latinoamericana en los Premios de la Academia. El secreto de sus ojos (2009), de Argentina, dirigida por Juan José Campanella, también se llevó el Oscar a la Mejor Película Internacional, lo que demuestra aún más la destreza narrativa de la región.
En Chile, la película Una mujer fantástica, dirigida por Sebastián Lelio, ganó el premio a la Mejor Película Internacional en 2018, lo que llama la atención sobre la creciente industria cinematográfica chilena y su capacidad para contar historias emocionalmente complejas que resuenan a nivel mundial.
Aunque el cine latinoamericano a menudo ha sido pasado por alto en los Oscar, estos éxitos muestran que los cineastas de la región están cada vez más abriendo camino, contando historias que cautivan al público internacional y obtienen el reconocimiento que merecen. Con su rico patrimonio cinematográfico y su creciente presencia en los festivales de cine internacionales, Brasil está una vez más preparado para dejar su huella.
Walter Salles y el regreso del atractivo internacional del cine brasileño
Walter Salles no es un desconocido en la escena cinematográfica internacional. Su película de 2004 Diarios de Motocicleta, una película biográfica sobre los viajes del joven Che Guevara por Sudamérica, le valió el reconocimiento de la crítica y un premio BAFTA a la mejor película de habla no inglesa. Con Ainda Estou Aqui, Salles regresa a sus raíces brasileñas y explora el impacto de la dictadura del país y cómo afectó a las familias comunes.
Las películas de Salles suelen centrarse en viajes físicos y emocionales, y Ainda Estou Aqui continúa con esta tradición. La exploración que hace la película de la vida familiar durante los años más oscuros de Brasil resuena en los espectadores, en particular en un contexto global donde las historias de resiliencia y supervivencia son más relevantes que nunca. Su obra también representa lo mejor del cine brasileño: visualmente impactante, emocionalmente rica y empapada de la compleja historia del país.
El cine brasileño siempre ha tenido un sabor único, que combina la vibrante cultura del país con sus luchas por la justicia social y política. Desde el clásico de Glauber Rocha de 1964 Deus e o Diabo na Terra do Sol (Dios negro, diablo blanco) hasta Cidade de Deus (Ciudad de Dios) de Fernando Meirelles en 2002, los cineastas brasileños han desafiado constantemente los límites de la narración, desafiando al público con sus poderosas narrativas.
El regreso de Salles a la carrera por los Oscar con Ainda Estou Aqui es significativo no solo para Brasil sino para el cine latinoamericano en su conjunto. Su trabajo simboliza la continua relevancia de la región en la industria cinematográfica mundial, y su posible nominación para 2025 podría inspirar a una nueva generación de cineastas de América Latina a perseguir sus visiones en el escenario mundial.
Desafíos para las películas latinoamericanas en el escenario global
Si bien las películas latinoamericanas han logrado avances significativos en los Oscar, los cineastas aún enfrentan desafíos considerables para obtener reconocimiento. La industria cinematográfica global, dominada por Hollywood, a menudo margina las películas en idioma no inglés, lo que dificulta que las películas de América Latina se destaquen.
Uno de los principales desafíos es la financiación. Muchos países latinoamericanos carecen de los recursos financieros para producir películas a la misma escala que Hollywood. Los directores a menudo dependen de coproducciones internacionales y circuitos de festivales para que sus películas sean reconocidas. Si bien esto puede llevar a exposición en eventos importantes como Cannes o Venecia, también significa que las películas de América Latina tienen que trabajar el doble para llegar a un público más amplio.
Otro desafío es la distribución. Incluso cuando las películas latinoamericanas son aclamadas por la crítica, a menudo luchan por asegurar una distribución amplia, particularmente en los Estados Unidos. Esto limita su capacidad para competir por premios prestigiosos como los Oscar, donde la visibilidad es fundamental para asegurar nominaciones. Películas como Amores perros (México), Relatos salvajes (Argentina) y Tropa de élite (Brasil) lograron reconocimiento mundial, pero muchas otras películas igualmente merecedoras nunca llegan más allá de los mercados regionales.
Sin embargo, también existen oportunidades importantes. Las plataformas de streaming como Netflix y Amazon Prime han abierto nuevos caminos para los cineastas latinoamericanos, permitiéndoles llegar a audiencias globales de manera más eficiente. Películas como Roma y Una mujer fantástica obtuvieron elogios internacionales a través de estas plataformas, lo que demuestra que el futuro del cine latinoamericano puede estar en el ámbito digital.
A medida que la industria cinematográfica continúa evolucionando, los cineastas latinoamericanos están encontrando nuevas formas de contar sus historias y obtener reconocimiento. Con más películas regionales ganando atención en festivales y entregas de premios importantes, el futuro parece prometedor para el cine latinoamericano.
Los candidatos al Oscar de Brasil 2025 ofrecen una instantánea de la vibrante industria cinematográfica del país, con directores como Walter Salles y Karim Aïnouz a la cabeza. Mientras las películas latinoamericanas siguen dejando su huella en el escenario mundial, la historia del cine de la región en los Oscar está llena de innovación, creatividad y una narración poderosa.
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Si bien los cineastas latinoamericanos aún enfrentan desafíos, el creciente reconocimiento de su trabajo señala una nueva era para la producción cinematográfica de la región. Con fuertes contendientes como Ainda Estou Aqui y Motel Destino, Brasil está nuevamente preparado para dejar su huella en el escenario más importante del mundo.