“Los reyes del mundo” y la responsabilidad social del cine

Desde su estreno en octubre del año pasado, “Los reyes del mundo” no ha parado de ser reconocida como una de las mejores y más importantes películas del cine colombiano en los últimos diez años. Este reconocimiento sólo aumentó con su lanzamiento en enero de este año en la plataforma de streaming Netflix, en donde logró entrar en el top de las más vistas. La cinta ha sido alabada por su brillante ejecución en la dirección y por el trabajo impecable por parte de los actores naturales que protagonizan la película, pero también por retratar el posconflicto en Colombia, un fenómeno relativamente reciente en el que se permean las violencias heredadas de tantos años de conflicto. 

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A pesar de la buena recepción tanto de parte de la crítica como del público, recientemente la película ha sido eje de discusión en redes sociales y se ha criticado el papel de dirección de Laura Mora. La polémica inició el pasado 28 de enero en Twitter, donde se compartió un video del medio colombiano To The Point en entrevista con Carlos Andrés Castañeda, actor natural y protagonista de la cinta, en el que supuestamente aseguró que tras el éxito de “Los reyes del mundo”, recibió amenazas por parte de grupos armados y tuvo que abandonar su hogar para trasladarse a Medellín, donde actualmente vende dulces en las calles para sobrevivir el día a día. El video fue bajado el mismo día y no se encuentran fragmentos de este en ningún lugar, lo que ha hecho que la discusión se haya formado a partir de supuestos, pues no se sabe con exactitud cuáles fueron las palabras del actor. 

Opiniones divididas

Ante las supuestas declaraciones de Castañeda se han desatado a grandes rasgos dos opiniones: por un lado, se critica a Laura Mora por una posición irresponsable al contratar actores naturales, usarlos para fines mercantiles y después dejarlos a su suerte; por otro lado, se habla de que el Estado y el sistema de justicia es realmente el responsable por la situación de Castañeda y en ese orden de ideas, que Mora no tiene ninguna responsabilidad sobre los actores que trabajaron con ella en la película. A la primera postura se ha sumado la discusión sobre si la película hace parte del cine pornomiseria, en el que se expone la miseria de individuos y grupos marginalizados con el fin de generar fascinación y pesar por parte del espectador, más allá de aportar a una mirada crítica. 

Estas opiniones son problemáticas porque, más allá de estar basadas en supuestos, muestran dos caras de la moneda. En primer lugar nos encontramos con una mirada que acusa en su totalidad a Mora y le exige responsabilidad financiera con sus actores después de estar ya finalizada la producción. Esta es una acusación que no solo cae en lo que denuncia al aminorar la agencia de Castañeda por pertenecer a una clase baja (lo cual sí es caer en la pornomiseria), sino que también parece maternaliza a Mora esperando que responda por hechos como el que supuestamente está pasando Castañeda. 

En segundo lugar, se quita toda responsabilidad que pueda llegar a tener la directora y el deber ético que debe atravesar a cualquier producción cinematográfica, sobre todo una en la que trabajan actores naturales y que representa este tipo de temática. Si bien la responsabilidad de un desplazamiento forzado a Castañeda debería ser tomada por el Estado y el sistema de justicia, el equipo de producción, y no solo Laura Mora, debe velar, o al menos interesarse, por el bienestar de toda persona que haga parte de la película, tanto en cámara como fuera de ella. 

¿Cuál es la responsabilidad social de los cineastas?

El cine es un arte que en muchas ocasiones es utilizado para denunciar injusticias sociales o simplemente retratarlas, como es el caso de “Los reyes del mundo”, y esto deja de entre dicho que, así como está dispuesto a ocupar esta posición, también debe estar dispuesto a tomar responsabilidad social. En ese sentido, la mercantilización de un tipo de producto como este no solo servirá para mostrar una realidad, sino que también generará ganancias, las cuales deben ser repartidas justamente. 

Teniendo en cuenta que la producción trabajó con actores naturales, hay que entrar a discutir cuál es el papel de la acción sin daño, enfoque que busca acercarse a comunidades marginalizadas sin generar daño ni poner en riesgo futuro a quienes hacen parte de ella. Esta es utilizada para estudios en campo, pero también se ha discutido su uso para el cine que trabaja con actores naturales. Y es que en ese sentido hace falta ahondar en cómo se hace cine con responsabilidad social, sobre todo cuando se busca trabajar temas sociales. Sin duda alguna, esta puede ser una buena oportunidad para traer a discusión las formas en las que tanto el Estado como las producciones audiovisuales deben entrar a jugar un papel activo en estas situaciones. Pero es bueno recordar que los responsables de las violencias, carencias y conflictos que se viven en Colombia no son las personas que hacen cine y que llevan una realidad silenciada a ser visibilizada. En este sentido, no tienen por qué cumplir un papel de salvadores, pero sí de acompañantes. 

Laura Mora, por su parte, declaró el pasado 30 de enero durante una conversación con Ricardo Chica en el marco de HayFestival 2023, que desde el inicio de la producción se ha hecho un acompañamiento a los actores naturales de la cinta y que su carrera se ha construído a partir de una relación casi radical con la responsabilidad que tiene como cineasta al hacer películas de contenido social.