Marco: el influencer que cambia vidas a través de un post
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En su paso por Colombia, LatinAmerican Post entrevistó a Marco Pérez, influencer de comedia latino que presentará su show el sábado 30 de abril en el teatro ABC
Hace tres años y medio Marco salió de su país, Venezuela. Era allí donde producía y escribía obras para su productora de teatro, a la cual le estaba yendo muy bien pero por la situación que comenzó a tener el país, el mercado comenzó a achicarse.
Fue en ese momento que decidió irse para buscar nuevas oportunidades. “Sentí haber tocado un techo en lo que estaba haciendo…yo me había ido con ganas de seguir haciendo teatro” cuenta Pérez. En Estados Unidos fue recibido “como recibe a todo el inmigrante, un país maravilloso, lleno de oportunidades para el que trabaja”.
Allí trabajó de domiciliario y pintando casas, y el cansancio no lo detuvo para seguir grabando el video diario, nunca paró. Hasta que un día la grabación de otro formato cambió completamente su vida, al día siguiente el video ya era viral. Siguió filmando en ese formato y al cabo de un mes “ya me estaba presentando en un bar, con la taquilla agotada, haciendo lo que me gustaba”. Su vida cambió: “dejé el trabajo de delivery porque tocaba la puerta y la gente decía 'tú eres Marco? No pude ser' y yo entregando la comida”.
Los videos de marco se caracterizan por ser una comedia latina que la puede entender cualquiera que hable español. En ella ha creado varios personajes que diferencia con pelucas y vestuario, personajes que son reconocidos por todos sus seguidores.
Marco no es sólo comedia, dentro de él hay un espíritu de ayuda admirable el cuál fue inculcado por su mamá desde muy niño: “toda la vida he sido así. Mi mamá nunca ha sido una mujer de buenos ingresos y siempre ha compartido lo poco que tiene con todos”.
Las experiencias marcan la vida de las personas desde niños y la de Marco es una de ellas: “una vez salí con mi mamá, íbamos a pasear, con el único dinero que tenía y encontramos una señora llorando en las escaleras de un centro comercial que había llegado de muy lejos a ver a sus hijos, pero no le contestaban, iba a dormir en la calle. A mí nunca se me olvida que mi mamá me preguntó que si eso que teníamos para mi único paseo se lo podíamos regalar”.
La respuesta de Marco fue afirmativa, por ese sentido de ayuda que tanto lo caracteriza. “Fue lo que mi mamá me inculcó, siempre he ayudado a la gente también sin tener… Pienso que si utilizas los beneficios que Dios te da en el éxito sólo para ti, los estás utilizando muy mal, considero que no eres la persona que merece la oportunidad, se puede pensar que Dios se equivocó contigo porque es injusto que lo uses sólo para ti”.
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En Diciembre del año pasado ganó tres Emmys por su documental “El poder de un post”, en el cuál Marco quería reflejarle a espectador que si se tiene fuerza en redes sociales, se pueden salvar vidas: "Que se dieran cuenta de lo valioso que es salvar vidas, de tener le poder de a través de un post salvarle la vida a alguien. Es un post… y alguien está viviendo por eso, recaudando dinero a para su operación o medicinas… Tengo la teoría de que yo no puedo ayudar a todos pero si puedo motivar a todos para que ayuden".
Nunca lo imaginó porque como él dice, “soñaba muy pequeño”, aunque ahora ya que ha visto y palpado las cosas sueña grande, sueña imposible. El estar nominado ya era el éxito más grande y la meta, pero aunque no se lo imaginó, ganó. Hasta tuvo que salir a comerse un perro caliente después de ceremonia para poder tocar tierra y comparar de dónde venía y lo que estaba logrando.
A Marco no le gusta la política, pero el tema humanitario lo tiene muy presente y es lo que pelea con el gobierno de su país. Desde hace muchos años lleva ayudas a Venezuela y mucho más ahora que existen las redes sociales. El día del paso de entrega de ayuda humanitaria en la frontera con Colombia estuvo allí en primera fila, con chaleco azul esperando que los camiones entraran a su país.
Cuenta que el gobierno de Venezuela puso en el primer cordón a mujeres: “la gente estaba eufórica y a mí me daba de todo que a esas mujeres que no tenían la culpa, que estaban llorando de los nervios, las fuesen a golpear. Yo les decía al oído que sabía que ellas no podían quitarse porque les iba peor”. Marco habló con cada una, les decía que los chalecos azules forzarían la barrera y que hicieran que estaban aguantando hasta que no pudieran más, para que no tuvieran problemas con sus superiores.
Marco está en este momento en una gira internacional, en la que tiene como objetivo darse a conocer país por país, aunque en algunos ya sea conocido gracias a sus hermanos venezolanos quienes “son embajadores de mi talento”, afirma. Este año quiere globalizar más su marca y su comedia.
LatinAmerican Post | Ana María Aray
Copy edited by Juliana Suárez