Patricia Teherán, la diosa del Vallenato
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Conozca a la colombiana que rompió las barreras de un género musical tan masculino
Después de 22 años, su voz aún retumba entre todos aquellos enamorados del vallenato y las mujeres que los inspiran. Solo seis años le bastaron para ser la mejor, la más recordada, la eterna. Patricia Teherán Romero fue una cantante de vallenato colombiana. Nació en Cartagena de Indias, la ciudad heroica, la designada por el destino para ver por primera vez la imagen de esta diosa. Desde niña se inclinó por la música: el saxofón y el clarinete eran sus instrumentos favoritos. La alegría y el sabor que inspiraban las notas del acordeón de don Carlos Teherán, su padre, no dejaron que el vallenato fuera ajeno para ella.
Por iniciativa de su madre decidió acompañarse de las mejores, de aquellas que la pudiesen llevar a lo alto en la música. En 1988 se cruzó en el camino con ‘Chela’ Ceballos, acordeonera de Barrancabermeja. ‘Chela’ había creado un grupo vallenato compuesto por solo mujeres. El grupo ‘Las musas del vallenato’ necesitaba una vocalista y Ceballos logró contactar a Patricia, sin que ella supiera que era para interpretar vallenato. “El horizonte de ella no era esa música, pero como toda profesional y amante de lo que hace, le puso ganas y se enamoró de ese género”, dijo Ludis Suárez Pardo, timbalera del conjunto, en entrevista para el Heraldo de Barranquilla. Así se inició Teherán en un género que, hasta la época, estaba sumergido en un ambiente machista.
Con el apadrinamiento del gran acordeonista Rafael Ricardo, canciones como ‘Embriagada de ilusiones’, ‘Me dejaste sin nada’ y ‘Triste y sola', hicieron que Patricia Teherán pasara a la historia con ‘Las musas del vallenato’. En los años que estuvo con ellas, alcanzó a grabar tres álbumes: “Alma de Mujer” (1990), “Guerrera del Amor” (1991) y “Explosivas y Sexys” (1992). Estos discos la llevaron a la fama y la pusieron en lo más alto de ella.
Pero su relación con ‘Chela’ Ceballos se volvió algo turbia, lo que llevó a que Patricia saliera del grupo. En el trayecto para formar un nuevo conjunto, se encontró con Maribel Cortina, su acordeonera hasta el fin de su carrera. Junto con otras siete mujeres, Patricia y Maribel formaron ‘Las Diosas del vallenato’. Con este grupo, el éxito de la cartagenera no se hizo esperar. Sencillos como ‘Tarde lo conocí’ y ‘Todo daría por ti’ son letras que, hasta el día de hoy, representan himnos del vallenato colombiano. Sus discos ‘Con aroma de mujer’ (1994) y 'Adiós a la Diosa', disco honorífico de 1995, son el mejor resumen de su fantástica trayectoria musical.
El 19 de enero de 1995, después de firmar varios contratos para cantar en el Carnaval de Barranquilla de ese año, Patricia murió luego de sufrir un accidente de tránsito. El amor de su vida, su manager Víctor Sierra, también murió en el desastroso suceso. Patricia Teherán tomó la valentía de surgir en un mundo invadido por el poder masculino. La colombiana logró ganarse el cariño de cientos de seguidores, y aunque solo haya vivido 25 años, eternamente será recordada como ‘La Diosa del Vallenato’.
Latin American Post | Christopher Ramírez Hernández
Copy edited by Laura Rocha Rueda