Vivir con sentido: “Extraordinario” (2017)
La película está basada en el libro homónimo de la escritora colombiana Raquel Jaramillo Palacio
Seguramente muchos no querrán ver “Extraordinario” de Stephen Chbosky debido a los prejuicios que existen alrededor de las películas calificadas como cintas familiares. Sin embargo, este filme no encaja solamente en esa categoría.
“Extraordinario” no es una película predecible, no esconde un lindo mensaje hueco lleno de sonrisas y corazones, por el contrario, es un retrato desde diversas perspectivas, sobre las limitaciones humanas y el valor que hay que tener para superarlas.
Todos libramos nuestras propias batallas, aunque suene bastante dramático, pero es así, no importa la apariencia física, el color de piel, el nivel social, el estatus económico, si eres pobre o rico, lindo o feo, famoso o anónimo, de igual modo tendrás algún inconveniente que resolver cada día, y por ello cada uno libra una batalla en el actuar cotidiano de la vida.
La vida es dura y a veces nos sobrepasa a todos, tal y como sucede con la familia Pullman, quienes tienen que aprender a vivir con la condición especial de su hijo menor, y a quienes la lección de aprender a vivir el día a día se junta con el promover la lucha diaria del menor miembro de la familia.
Las vidas de Isabel (Julia Roberts), Nate (Owen Wilson), Vía (Izabela Vidovic) cambian cuando Auggie (interpretado por Jacob Tremblay) un niño que sufre del síndrome de Treacher Collins (una enfermedad que ocasiona malformaciones en el rostro) debe comenzar a ir al colegio regular y enfrentarse al mundo, que, aunque suene como cliché, puede tornarse difícil cuando se es diferente.
Más allá de la comedia y el drama
La cinta comienza enfocándose en elementos básicos de la comedia familiar convencional de Hollywood, pero a medida que avanza, se muestran los hechos desde las diversas perspectivas de sus personajes fundamentales, lo que otorga profundidad y armonía al relato, sin dejar de lado el toque sentimental.
Esta no es la clásica cinta que pretende enfocar toda su atención hacia el problema del protagonista, en “Extraordinario” sus realizadores van más allá, mostrando con detalle, los conflictos de cada una de los personajes, los matices de sus personalidades, sus motivaciones y es gracias a eso que el mensaje llega, emociona y genera reflexión.
La película, basada en el libro homónimo de la escritora colombiana Raquel Jaramillo Palacio, integra las ideas y sentimientos de todos los personajes dándole una continuidad a la temática que recorre la trama: la importancia de la amistad, la tolerancia, la empatía, el valor y todas las cualidades que nos empujan hacia adelante en los malos ratos, tengas síndrome de Treacher Collins o no.
La fotografía armoniosa, los diálogos bellamente construidos y el trabajo impecable del elenco hacen de este filme una unidad casi perfecta que atrapa hasta la última escena.
“Todo el mundo debería recibir una ovación de pie al menos una vez en la vida” se dice en la película, evidenciando que, a final de cuentas, ser o no extraordinario, no depende de nuestra condición física, sino de las decisiones que tomemos en cada instante.
Latin American Post | Luisa Ugueto
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