VIDA

Paella y arroz: un puente culinario entre Perú y España

Perú y España celebraron su herencia culinaria compartida a través de una clase magistral sobre paella dirigida por el chef valenciano Chabe Soler en Lima. El evento destacó las conexiones históricas y culturales entre los dos países, unidos por el arroz, un alimento básico que trasciende fronteras.

Un plato que trasciende fronteras

En una gran celebración del arte culinario, Perú y España se unieron el viernes para honrar los profundos lazos históricos y culturales que los unen, centrándose en un ingrediente querido: el arroz. El evento, organizado con el apoyo de la Embajada de España en Lima, incluyó una clase magistral sobre paella, el plato español icónico, dirigida por el chef valenciano Chabe Soler. Pero más allá de la comida, la reunión simbolizó algo mucho más significativo: cómo la gastronomía puede unir a las naciones a través de una historia e identidad compartidas.

Ricardo García López, consejero cultural y científico de la Embajada de España en Perú, inauguró el evento con una sentida reflexión sobre lo que representa la paella. “El elemento clave de la paella es la diversidad, el mestizaje, la identidad y la unidad”, explicó. “La paella puede contener de todo, tiene espacio para toda la diversidad, que es algo que compartimos Perú y España, y que siempre vemos como una fortaleza”.

Sus palabras no se refirieron únicamente a los aspectos culinarios del plato, sino que pusieron de relieve una relación profunda y centenaria entre España y Perú, arraigada en un amor compartido por la comida y el intercambio de ingredientes. Como señaló García López, el arroz llegó al Perú a través de la influencia española durante el período colonial, mientras que las papas, originarias de los Andes, viajaron en dirección opuesta, convirtiéndose en un alimento básico en las cocinas europeas. Estos ingredientes humildes pero poderosos simbolizan la rica historia entrelazada entre los dos países.

La historia de la paella: un plato que cuenta una historia

Los orígenes de la paella se remontan a la costa este de España, específicamente a Valencia, donde el plato surgió como una comida humilde preparada por agricultores y trabajadores. La paella, que tradicionalmente se cocinaba en una sartén grande y poco profunda sobre una llama abierta, se hacía con los ingredientes que había disponibles, a menudo conejo, pollo, verduras y arroz. La palabra “paella” proviene de la antigua palabra valenciana para sartén, lo que enfatiza el papel central del recipiente para cocinar en la identidad de este plato.

Con el tiempo, la paella se convirtió en uno de los platos nacionales más preciados de España, con innumerables variaciones regionales. La paella de mariscos, hecha con la generosidad de la costa mediterránea de España, es quizás la versión más reconocida internacionalmente, pero el plato sigue siendo muy adaptable. La versatilidad de la paella habla de su inclusividad, un tema del que se hizo eco la chef Soler durante la clase magistral. Señaló: “Una paella puede incorporar muchos ingredientes diferentes, y esta capacidad de adaptarse y transformarse es parte de su magia. Refleja la diversidad de culturas y sabores”.

El arroz, la piedra angular de la paella, fue introducido en España por los moros en el siglo VIII. El cultivo prosperó en los pantanos de Valencia y, con el tiempo, se convirtió en el ingrediente clave de las tradiciones culinarias de España. Desde allí, se extendió por todo el Imperio español, llegó a las Américas y encontró un hogar en la cocina peruana, donde sigue siendo un elemento central de la dieta actual.

Un intercambio culinario: el arroz en la cocina peruana

En Perú, el arroz ocupa un lugar especial en la gastronomía del país, al igual que en España. Después de que los españoles trajeran el arroz a Perú en el siglo XVI, rápidamente se integró en las dietas locales, mezclándose con ingredientes indígenas para crear platos nuevos y distintivos. Hoy en día, el arroz es un alimento básico diario para muchos peruanos, presente en platos icónicos como el arroz con pollo y el arroz chaufa (arroz frito peruano-chino), un guiño a la rica diversidad cultural del país.

La cocina peruana, como la española, refleja su compleja historia y la fusión de varias influencias culturales. La llegada de los españoles en el siglo XVI trajo nuevos ingredientes y técnicas de cocina que se fusionaron con las tradiciones culinarias indígenas de los Andes. Olas posteriores de inmigrantes de África, China y Japón enriquecieron aún más el panorama gastronómico peruano, creando una identidad gastronómica única que ahora se celebra en todo el mundo.

El chef Soler se refirió a esta profunda conexión durante la clase magistral, afirmando: “Este evento es más que solo cocinar arroz; “Se trata de celebrar la historia compartida entre Perú y España. Es fascinante ver cómo el arroz, un ingrediente universal, se prepara de manera diferente en ambos países”.

Los participantes en la clase magistral cocinaron y compartieron paella, lo que les permitió experimentar de primera mano cómo un ingrediente, el arroz, puede servir como puente entre culturas. La capacidad de este plato para unir a personas de diferentes orígenes lo hace tan querido en España y en todo el mundo.

La paella es un símbolo de unidad y diversidad

La paella es, en esencia, un plato que abraza la diversidad. Es tanto un símbolo de la variedad regional de España como un testimonio de la historia de intercambio cultural del país. Durante su demostración, la chef Soler enfatizó este punto, explicando que la paella es “un plato en el que cabe todo”, desde mariscos hasta carnes, verduras y legumbres. “Es un reflejo de cómo España, al igual que Perú, siempre ha sido un crisol de diferentes culturas”, dijo.

La chef valenciana también aprovechó la oportunidad para disipar algunos de los mitos que rodean a la paella. “A veces, te encuentras con platos que dicen ser paella pero que están muy lejos de serlo”, bromeó, provocando risas del público. “Mi objetivo hoy es mostrarles lo que es la auténtica paella, hecha con amor, cuidado y respeto por la tradición”.

Su demostración se centró en la tradicional paella valenciana, una versión hecha con conejo, pollo y judías verdes, cocinada a la perfección con el característico socarrat, la capa crujiente de arroz que se forma en el fondo de la sartén. Para Soler, este plato es más que una simple comida: representa su identidad y la herencia culinaria de su tierra natal. “Cocinar paella es como contar una historia”, dijo. “Se trata de compartir nuestra cultura, tradiciones y forma de vida con el mundo”.

Esta idea de compartir la cultura a través de la comida resuena profundamente en España y Perú, dos países conocidos por su pasión por la gastronomía. Como mencionó García López, “La relación entre España y Perú es rica en historia, y la comida es una hermosa manera de honrar esa historia. Nos permite celebrar lo que tenemos en común mientras apreciamos nuestras diferencias”.

Una celebración de la gastronomía y la amistad

El evento, celebrado en la Universidad San Ignacio de Loyola en Lima, reunió a entusiastas de la comida, estudiantes y diplomáticos por igual, todos ansiosos por aprender los secretos de hacer una paella perfecta. Pero más allá de las técnicas de cocina y los deliciosos aromas que llenaban el aire, el día celebró los fuertes lazos culturales entre España y Perú, dos naciones cuyo amor por la comida siempre ha sido un punto de conexión.

Al concluir la clase, la Chef Soler reflexionó sobre la importancia del día. “Cuando dos grandes potencias gastronómicas como España y Perú se unen, solo pueden suceder cosas maravillosas”, dijo con una sonrisa. Sus palabras fueron una conclusión adecuada para un día que celebra un plato y la amistad duradera entre los dos países.

Lea también: El brandy boliviano Singani cautiva a los conocedores y a Hollywood

De hecho, España y Perú aman la gastronomía. Ya sea a través de la meticulosa preparación de la paella en Valencia o los vibrantes sabores del ceviche peruano, ambos países han comprendido desde hace mucho tiempo el poder de la comida para unir a las personas. Como dijo acertadamente la Chef Soler: “Cuando cocinamos con amor y pasión, no solo estamos haciendo una comida, estamos compartiendo un pedazo de nosotros mismos”.

Related Articles

Botón volver arriba