Sueños y Luchas de la Juventud Venezolana a Través de la Música
Con una década en desarrollo, Los niños de Las Brisas es la apuesta de Venezuela para los Premios Goya 2025. Este documental captura los sueños, luchas y resiliencia de tres jóvenes músicos mientras crecen en los barrios más desafiantes de Venezuela.
Una Sinfonía de Esperanza en Las Brisas
La música ofrece un destello de esperanza en el corazón de Las Brisas, un barrio empobrecido y violento al sur de Valencia, Venezuela. Las vidas de Wuilly, Dissandra y Edixon, jóvenes músicos que buscan superar sus circunstancias, son el centro de Los niños de Las Brisas.
Dirigido por la cineasta ganadora del Óscar Marianela Maldonado, el documental abarca diez años y narra los sueños de estos jóvenes de convertirse en músicos frente a las duras realidades de su entorno.
“El hilo conductor de la historia siempre ha sido su deseo de convertirse en músicos”, dijo Maldonado a EFE. Sin embargo, durante el proceso de filmación que duró una década, la narrativa evolucionó. La película examina de cerca sus vidas diarias, mostrando cómo los problemas personales reflejan temas políticos y sociales más amplios. Sus historias resaltan los desafíos de vivir en Venezuela. Los relatos personales adquieren peso político, como señala Maldonado.
Desafíos de Filmar en Crisis
Desde el inicio, Maldonado enfrentó obstáculos significativos al filmar. Grabar en un área peligrosa implicaba lidiar con barrios controlados por pandillas, y recuerda que hablar con los líderes de las bandas era necesario para garantizar la seguridad del equipo.
A medida que la crisis en Venezuela se agravaba, surgieron nuevos problemas. La escasez de combustible casi detuvo el movimiento del equipo. Obtener permisos se convirtió en un gran obstáculo. Filmar protestas callejeras puso al equipo en grave peligro. Maldonado considera el proyecto como una prueba de persistencia. Aunque a menudo se preguntaron si lograrían terminar, descubrieron la fuerza para seguir adelante.
A pesar de las dificultades, el resultado refleja fuertemente la determinación de la juventud venezolana y el poderoso espíritu humano. Las historias de los personajes reflejan las elecciones que enfrenta toda una generación: abandonar el país, enfrentar un gobierno hostil o adaptarse para sobrevivir.
El Poder Transformador de El Sistema
En el corazón de Los niños de Las Brisas está El Sistema, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Fundado en 1975 por el visionario músico José Antonio Abreu, este programa ha brindado educación musical gratuita a miles de niños y ofrece un camino para el desarrollo personal y artístico.
Maldonado inicialmente pensó en escribir una historia de ficción inspirada en El Sistema. Al visitar Las Brisas, las historias de la vida real la conmovieron profundamente. La crisis venezolana la transformó en documentalista. La realidad en Venezuela parecía más poderosa y dramática que cualquier historia ficticia que pudiera inventar.
La película plantea preguntas esenciales: ¿Es el arte suficiente para combatir la desigualdad sistémica? Quizás la música por sí sola no pueda cambiar una sociedad sin raíces democráticas. Maldonado insiste en que la música sigue siendo una herramienta influyente. Sin embargo, sin un sistema que brinde igualdad, prosperidad y oportunidades, ningún trabajo ni arte realmente ayuda a las personas a avanzar.
Resiliencia en Medio de la Adversidad
El documental destaca la belleza de la música y sus limitaciones para abordar problemas estructurales. Wuilly, Dissandra y Edixon encuentran paz y propósito en su orquesta, pero enfrentan desafíos duros en sus vidas. Sus historias muestran la lucha diaria por perseguir sueños a pesar de las adversidades. La vida es difícil, pero sueñan en grande.
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El mundo ha recibido con entusiasmo Los niños de Las Brisas. Muchas personas se identifican con su mensaje de esperanza, ambición y esfuerzo. “Es una historia que muchos sienten”, dice Maldonado. “Habla de querer ser alguien, crecer y tener éxito, incluso con grandes problemas”.
