Las críticas contra de la decisión de Macri de pedir un rescate económico al FMI y sobre las diferentes políticas de su gobierno han vuelto a ser discusión en el país

Mauricio Macri ascendió al poder presidencial desde el 2015 con la promesa de sacar de la crisis económica que venía azotando a Argentina desde la era de los Kirchner. La lucha contra la fuerte inflación que tenía el país fue la principal herramienta discursiva que le sirvió al candidato del partido Propuesta Republicana para ganar las elecciones al peronismo.

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Sin embargo, esta lucha no ha tenido los resultados que se esperaban. Los meses de abril y mayo del 2018 han sido claros ejemplos de las fallas del gobierno para sacar a Argentina de la difícil situación. De acuerdo con el diario El Clarín y con datos del Banco Central de la República de Argentina, en lo que va del año el peso argentino se ha devaluado un 25%, sin contar que durante los últimos 5 años la moneda se ha depreciado en un 80%, afectando a miles de personas y complicando la situación social y económica de los argentinos.

A esto hay que sumarle la inflación en lo que va corrido del año, la cual ha afectado sorpresivamente a los argentinos. Por ejemplo, muchos de los productos de la canasta básica han subido su precio hasta un 100%. Según El País de España, los servicios públicos como agua, gas y electricidad han subido entre casi un 700% y 930% como respuesta de “sincerar” los precios de los subsidios que brindaban los Kirchner en sus gobiernos. El transporte público ha pasado a subir más de un 200% (esperando alzas en junio) y la gasolina aumentó en un 96%.

La excusa de Macri es clara: la crisis viene de los gobiernos pasados. A esto le ha sumado la subida del precio del petróleo y de las tasas de interés en el ámbito internacional, como también la devaluación de las monedas emergentes. Aquí vale la pena aclarar que en la crisis del país la caída del precio de la moneda no es la causa, sino una consecuencia de malas decisiones políticas de los gobiernos del país.

Una de las principales causas de esta crisis es el alto gasto público que tiene el gobierno argentino desde hace varias décadas, tiempo en el que el Estado ha gastado más de lo que recauda. Una realidad que ejemplifica esto es la gran cantidad de empleados públicos que tiene el Estado. Según datos del Banco Central, en todo el país el 35% de las personas son empleadas por el sector público y en el caso de algunas provincias este porcentaje llega hasta el 60%.

Esto ha desembocado en que Argentina durante la última mitad de siglo haya tenido cuatro grandes crisis económicas. Ejemplo de ello es la gran deuda externa que este país tiene, la cual asciende a más de 250 mil millones de dólares, impagable en este momento para el país y actualmente una de las principales razones de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI).

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La depreciación del peso ha ahuyentando a un gran número de inversores extranjeros, implicando una gran cantidad de fuga de capitales en el país y reduciendo en gran medida su financiación extranjera, la cual es parte vital para la economía del país. Esto se debe a que, según el Instituto de Finanzas Internacionales, el 64% de su economía proviene de capitales extranjeros. Otra causa de esto son las altas tasas de impuestos a las empresas privadas, lo cual transforma a su economía en un ambiente poco atractivo y competitivo para inversores extranjeros.

Ante la adversidad, Macri ha logrado recuperar la confianza de la inversión extranjera que el default económico de principios de los 2000 logró alejar de Argentina, de acuerdo con El Clarín. Lo que no ha logrado hacer es reducir la inflación y el déficit público que tanto aqueja a la economía del país.

Para esto, el gobierno del presidente ha implementado un plan de reformas llamado gradualismo, que se han ido implementando paulatinamente y que no ha generado las respuestas eficaces y rápidas que se esperan. Ante esto, en Argentina urge la necesidad de políticas más drásticas que desemboquen en soluciones prontas que mermen el deterioro de la calidad de vida de los argentinos y estabilice la difícil situación económica, social y política de este país.

Latin American Post | Juan Sebastián Salguero Bernal

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