La Fiscalía ecuatoriana requiere al expresidente por estar vinculado a una investigación por secuestro

Una orden de extradición y arresto preventivo fue emitida por la Fiscalía ecuatoriana para el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, quien reside en Bélgica en la actualidad. Según AFP, este calificó como “un suicidio” el volver a su país, pues piensa que la orden es un “complot” por parte del gobierno para acabar con la oposición. 

Read in english: Did the legacy of Rafael Correa in Ecuador come to an end?

Lenin Moreno, actual mandatario del país sudamericano, invitó a su antecesor a comparecer ante la justicia, pues aseguró que no es un perseguido político. Sin embargo, Correa parece no confiarse de su sucesor. De hecho, hubo un claro distanciamiento desde que el actual presidente, quien fue elegido para continuar el proyecto político del segundo, se posesionó en el cargo. 

Correa es requerido por la justicia ecuatoriana por encontrarse vinculado al secuestro, en agosto de 2012, del opositor Fernando Balda en Bogotá. El ex asambleísta fue detenido durante una hora en la capital colombiana, donde vivía en ese entonces, luego de que se exiliara tras una condena en su contra por el delito de “injuria no calumniosa”. Tal delito le fue imputado en un caso en contra del antiguo partido de Correa, Alianza País.  

Debido a que el secuestro fue avistado por un testigo, que denunció inmediatamente a la policía, Balda fue abandonado y encontrado posteriormente por autoridades colombianas. No obstante, este sería deportado debido a la condena en su contra y a pedido de Ecuador, donde pagaría su condena pendiente.

¿Qué significa la captura de Correa en Ecuador? 

Una eventual captura y enjuiciamiento de Correa supondría, a nivel institucional, un descrédito de la hegemonía que el expresidente construyó durante sus 10 años de mandato. Si bien Lenin Moreno se perfilaba como su predilecto sucesor, Correa perdió incluso la jefatura de su partido que fundó para impulsarse en la política ecuatoriana. 

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El mismo expresidente acusó a la rama judicial de su país, de acuerdo con AFP, de no tener independencia para actuar. El ex mandatario insinuó que esta tiene una fuerte influencia del gobierno actual.

El hipotético juicio en contra de Correa solo afianza la tesis de que la justicia ecuatoriana se ha desmarcado de la hegemonía de 10 años del gobierno anterior. De hecho, la consulta popular de 2011, convocada por Correa, permitió la reestructuración de la rama judicial, creando el Consejo de la Judicatura, que eventualmente escogería jueces. 

¿Qué otros casos se han presentado en Latinoamérica?

La región ha visto otros ejemplos similares al de Ecuador, siendo el más prominente el de Alberto Fujimori, expresidente peruano durante la década de los 90. Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción. El expresidente fue capturado tras un viaje de Japón, donde se encontraba para evitar acusaciones judiciales, a Chile, de donde fue extraditado hacia Perú en 2007. Actualmente, Fujimori está libre ya que en 2017  recibió el indulto humanitario por parte del expresidente Pedro Pablo Kuczynski.

Con muy gratos recuerdos, comparto mi inmensa alegría de esta fecha con una foto de hace 35 años.
Les deseo Feliz Día del Padre a todos los papas del Perú! pic.twitter.com/sgQOpB9KAo

— Alberto Fujimori (@albertofujimori) 17 de junio de 2018

En Brasil el caso de Luis Inázio Lula da Silva, presidente entre enero de 2003 y diciembre de 2010, ha sido uno de los episodios más recientes. Lula da Silva está condenado a 12 años de prisión por delitos de corrupción en una cárcel de Curitiba. Durante su gobierno, Brasil logró avances importantes para la economía y en temas sociales, triplicando el PIB según el Banco Mundial y sacando aproximadamente a 30 millones de personas de la pobreza.

Amanhã, o ex-presidente do Uruguai, Pepe Mujica, visita Lula em Curitiba. Mujica, que também já foi preso político, se junta ao time de lideranças mundiais que exigem a libertação de Lula. #LulaLivre pic.twitter.com/ltVfDhBxRB

— Lula (@LulaOficial) 20 de junio de 2018

Por otra parte, en Guatemala el expresidente Otto Pérez Molina está encarcelado de forma preventiva por delito de fraude desde 2015. Ricardo Martinelli, ex jefe de Estado de Panamá entre 2009 y 2014, está siendo juzgado por la Corte Suprema de su país por utilizar fondos públicos para espiar 150 opositores durante su periodo.  

En Casa Presidencial nos reunimos con la ministra de gobernación para abordar temas de incidencia criminal. pic.twitter.com/HWHfY2p0nP

— Otto Pérez Molina (@ottoperezmolina) 23 de agosto de 2015

En Honduras, el exmandatario Rafael Callejas (1990-1994) se encuentra en prisión en Estados Unidos desde 2015, tras estar implicado en el escándalo de fraude electrónico en el escándalo de Fifa Gate como presidente de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras.  

Ollanta Humala, presidente de Perú entre 2011 y 2016, está siendo investigado junto con su esposa -Nadine Heredia- por delitos de lavado de dinero y por estar salpicados con el escándalo de Odebrecht. Cumplieron prisión preventiva entre julio de 2017 y mayo de 2018, y actualmente se encuentran en libertad. 

La historia no cambiará porque decidan criminalizar la política, ni porque encierren a los dirigentes de izquierda y progresistas. Hay un legado de aquellos gobiernos que trabajaron incansablemente por su pueblo que no podrán borrar. Mi solidaridad con @MashiRafael y @LulaOficial

— Ollanta Humala Tasso (@Ollanta_HumalaT) 4 de julio de 2018

Entre más ejemplos, Argentina está investigando a Cristina Fernández de Krichner (mandataria entre 2007 y 2015) por tres distIGNORE INTOs procesos. Carlos Menem, también expresidente argentino, tiene en pie una condena de 7 años de prisión por venta de armas en Croacia y Ecuador, aunque su fuero de senador lo protege de ser detenido.

LatinAmerican Post | Iván Parada Hernández
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