Después de su reunión con el líder norcoreano Kim Jong-Un, el presidente surcoreano Moon Jae-In aludió a una posible candidatura de Donald Trump al Nobel de la Paz

El pasado lunes 30 de abril el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, en rueda de prensa después del histórico encuentro con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, dijo que su homólogo estadounidense, Donald Trump, "debería ganar el premio Nobel de la Paz" por sus esfuerzos para reducir las tensiones en la Península de Corea. El comentario tuvo lugar tan sólo tres días después de la histórica cumbre en la que el líder norcoreano cruzó la frontera con Corea del Sur, y en la que se habló de la posible desnuclearización de la península y el fin de la guerra entre las Coreas.

Read in english: Would Donald Trump win the Nobel Peace Prize?

Como resultado de la petición sugerida por Moon, un grupo de congresistas republicanos ha propuesto de manera formal al presidente Donald Trump como candidato al Nobel de la Paz para "reconocer su trabajo por acabar con la Guerra de Corea, desnuclearizar la península coreana y llevar la paz a la región". La candidatura es propuesta en una carta dirigida al Comité Noruego del Nobel, en la que 18 congresistas firmaron la petición.

De lograr el anhelado premio, Trump se sumaría a la lista de presidentes estadounidenses en obtenerlo en desarrollo de su función presidencial. En 2009, Barack Obama fue reconocido con el premio menos de dos años después de llegar a la Casa Blanca y se convirtió en el primer presidente en ejercicio en lograrlo desde Woodrow Wilson en 1919. El argumento bajo el cual ganó el Nobel Obama fue la promesa de cerrar Guantánamo, de retirar tropas estadounidenses de Irak y de luchar por la paz de Medio Oriente. Sin embargo, aún hoy ninguna de estas acciones se ha culminado.

Trump y su discurso a Corea del Norte

En un análisis hecho por el medio Reuters se asegura que “la administración Trump ha liderado un esfuerzo global para imponer sanciones cada vez más estrictas a Corea del Norte y el presidente de Estados Unidos intercambió belicosas amenazas con Kim el año pasado sobre el desarrollo de misiles nucleares de Corea del Norte capaces de llegar a Estados Unidos”. Esto genera dudas si realmente se ha buscado la paz, o si la coerción y la disuasión han sido las herramientas que ha usado el magnate norteamericano.

La Ministra de Relaciones Exteriores surcoreana, Kang Kyung-Wha, en entrevista con CNN afirmó “que Trump es el principal responsable de llevar a Kim Jong-Un a la mesa de negociaciones”. Sin embargo, la periodista de CNN, Christiane Amanpour, recuerda que gracias a China y la presión ejercida por este país el régimen norcoreano se vio contra las cuerdas.

Kyung-Wha no se equivoca en afirmar que Trump lideró esta presión a Kim Jong-Un, pero no se puede olvidar todos los actores que han estado detrás incluyendo al mismo presidente de Corea del Sur. Para los surcoreanos, Trump es el héroe con la determinación para demostrar que no tiene miedo de un enfrentamiento bélico. No obstante, este es un riesgo que Asia no se puede permitir, razón por la cual también cedió ante la presión estadounidense.

La actitud de Kim Jong-Un ahora es más amigable. En la cumbre del pasado viernes 27 de abril se le vio contento hablando sobre la necesidad de paz, e incluso invitando a funcionarios surcoreanos y estadounidenses a presenciar la desnuclearización. Esta es una actitud que puede derivar, como puede que no, de la presión ejercida por Donald Trump.

Trump tiene previsto verse con Kim a finales de mayo o principios de junio, en una cumbre sin precedentes para la que aún no se ha fijado ni la fecha exacta ni el lugar. Si bien el mandatario estadounidense alabó la cumbre de las dos Coreas, también aseguró en Twitter que si la reunión con el líder norcoreano no va bien no dudará en retirarse de la mesa. Una posición que no muestra mucho interés por consolidar la paz de la península y su candidatura al Nobel.

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

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