Guatemala, Honduras y El Salvador ya aglomeran 70% del comercio de Centroamérica y aspiran a más a través de la creación de una unión aduanera

El año pasado, Guatemala y Honduras oficializaron una unión aduanera con el plan de fortalecer la posición de ambos países en los mercados internacionales. Una unión aduanera implica que los países participantes coordinan una política comercial común para tratar con los países que no son miembros, es decir que frecuentemente los países involucrados en la unión aduanera compartirán una tarifa exterior común.

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En julio de este año, a esta misma unión aduanera se integró El Salvador, lo que demuestra una intención general de los países del triángulo norte para trabajar de manera conjunta en los mercados internacionales.

Las uniones aduaneras permiten además que se dinamice el intercambio entre los países miembros, ya que las mercancías no deben someterse a trámites burocráticos para pasar de un país miembro a otro, pues todos comparten los mismos estándares comerciales. El diario El Heraldo de Honduras reportó que el año pasado, la implementación de la unión aduanera entre Guatemala y Honduras redujo el tiempo en tránsito de las mercancías que viajaban entre estos dos países de 10 horas a apenas 15 minutos.

Potencia regional a través de la integración

En su momento, la unión aduanera de Guatemala y Honduras agrupó el 52% del territorio centroamericano, el 58% de su población y 73.000 millones de dólares, el PIB combinado de ambos países, que representó el 46% del PIB de la región centroamericana.

Ahora, con El Salvador en la mezcla, el PIB acumulado por los tres países integrados a través de la unión aduanera saltó a 62,5%. Según la comisionada Eny Bautista, de Coprisao, la principal entidad aduanera de Honduras, el 70% del comercio de Centroamérica pasará por la recién expandida unión aduanera del triángulo norte.

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Para estos tres países, una unión de este tamaño trae consigo ventajas considerables en materia de comercio. En primer lugar, hace más atractivo comerciar con cualquiera de estos países, pues anteriormente era necesario negociar términos de intercambio individualmente con cada uno, una actividad costosa y dispendiosa, con el fin de acceder a un mercado relativamente pequeño: 14 millones de potenciales clientes en Guatemala, 7 millones y medio en Honduras y 6 millones en El Salvador.

Ahora, con un único esfuerzo de negociación se puede acceder a un ya considerable mercado de casi 30 millones de personas.

Por esta misma razón, la unión aduanera permite a los países miembros mejores condiciones al negociar en bloque, pues juntos, los mercados son suficientemente atractivos como para ameritar términos de intercambio que favorezcan más a los países dentro de la unión aduanera. La condición privilegiada que ofrece pertenecer a una unión aduanera considerable puede llevar a los países del triángulo norte a avanzar comparativamente dentro de la región, solidificando su posición como una potencia comercial conjunta en Centroamérica.

La unión aduanera del triángulo norte entrará en vigor en diciembre de este año, según un anuncio de las autoridades aduaneras y comerciales de los tres países a periodistas de Prensa Libre.

El siguiente paso: acuerdos sobre migración

A petición del gobierno de Estados Unidos, los gobiernos del triángulo norte ahora se han puesto a la tarea de construir acuerdos migratorios conjuntos que permitan detener, o por lo menos regular, el éxodo de personas hacia los Estados Unidos, particularmente por canales ilegales, reporta la agencia EFE.

LatinAmerican Post | Pedro Bernal
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