El argentino llegó al Abierto de Francia gracias a la suerte

El pasado 30 de mayo, el tenista argentino Marco Trungelliti le dijo adiós al Roland Garros 2018. El deportista latinoamericano, de 28 años, perdió en la segunda ronda del torneo parisino, frente al italiano Marco Cecchinato, con resultados de 6-1, 7-6 y 6-1. Sin embargo, Trungelliti no fue noticia en los últimos días por su participación en el también conocido Abierto de Francia, sino por la forma en la que llegó a este.

Read in english: A lucky "loser": The curious story of Marco Trungelliti before arriving at Roland Garros

Se 'bajó del avión'

El 24 de mayo, Marco le decía adiós a la arcilla parisina después de perder en el pre-clasificatorio de la competencia. Sin pena ni gloria, el tenista tomó su maleta y se dirigió rápidamente hasta su casa en Barcelona, en donde solo pensaba en descansar. Días después, ya en España, Trungelliti estaba dispuesto a olvidar la eliminación con un momento relajante en la playa, según informó el diario El Clarín. No obstante, recibió una llamada inesperada.

El australiano Nick Kyrgios se había lesionado un día antes de iniciar la primera ronda del torneo que hace parte del Grand Slam del tenis mundial. En consecuencia, Trungelliti debía salir rápidamente hacia París si quería tomar el lugar de Kyrgios. Entre Barcelona y París hay una distancia de al menos 1000 kms. Lo más obvio en este caso era tomar un avión. El viaje hubiese sido rápido y en comodidades que un carro no puede ofrecer.

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No obstante, Trungelliti optó por hacer el viaje en automóvil. “Mi abuela estaba en la ducha y le dije: “Ok, nos vamos a París. Hay muchos vuelos cancelados”, relató el deportista en una rueda de prensa para L' Equipe. De acuerdo con BBC, el argentino alistó sus maletas en menos de media hora, sabiendo que el tiempo era su mayor enemigo. Lo mismo hicieron su abuela, su mamá y su hermano.

Salieron rápidamente a las calles de Barcelona e iniciaron la marcha en un auto que la familia había alquilado para recorrer la ciudad española durante las vacaciones. “Mi hermano fue el que condujo la mayor parte de las 10 horas. Manejó unas seis horas", indicó Marco a la prestigiosa radio británica. 

Finalmente, con solo cuatro horas para poder descansar, Trungelliti y su familia llegaron a París un poco después de medianoche. En primera ronda, el tenista derrotó al australiano Bernard Tomic con resultados de 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, aunque el sueño se acabó en la segunda ronda del torneo.

“Perdedores con suerte”

Esta vez, la suerte le había sonreído al deportista latinoamericano al haber quedado en la lista de los ‘lucky losers’ (perdedores suertudos en español): un grupo de reserva que queda de los pre-clasificatorios, en caso de que algún tenista del cuadro principal sufriera alguna lesión.

En otros deportes también hay “perdedores con suerte”

No obstante, este sistema de competición no es exclusivo del tenis y en otros deportes, como el fútbol, también se puede presentar. Ejemplo de ello es la historia de la selección de Dinamarca en 1992. En dicho año se celebraría la Eurocopa de fútbol en Suecia.

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Aunque las ocho selecciones que habían clasificado hasta la fase de grupos ya estaban listas para participar, semanas antes de comenzar el torneo el equipo de Yugoslavia fue vetado de la competencia, debido a un bloqueo que estableció la ONU contra la ya extinta nación.

La decisión fue tomada debido a la Guerra de los Balcanes que vivía Yugoslavia por aquella época, y que terminó con la disolución del antiguo país. “Yugoslavia será excluida de las competiciones internacionales durante todo el tiempo que se prolongue el bloqueo decretado por las Naciones Unidas”, declaró el entonces secretario general de la FIFA, de acuerdo con información citada por El País, el 31 de mayo de 1992.

En consecuencia, Dinamarca al haber obtenido el segundo puesto del grupo clasificatorio que ganó Yugoslavia, fue la selección que la reemplazó en la Eurocopa. Los daneses se clasificaron a semifinales del torneo al obtener tres puntos de nueve posibles. En esta instancia se enfrentó con Holanda. En un reñido encuentro, Dinamarca logró el pase a la final al derrotar a los holandeses por 5-4 en la tanda de penaltis.

En la final, la selección danesa enfrentó a la poderosa Alemania en el estadio de Ullevi. Con un resultado de dos goles a cero, Dinamarca dio la sorpresa y se alzó con el trofeo.

Latin American Post | Christopher Ramírez
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