El estigma de la menstruación en el sur de Asia
Tener la regla en esta zona del mundo margina a las mujeres de la vida familiar y social
Read in english: The stigma of menstruation in South Asia
Algo tan natural como la menstruación se convierte en una pesadilla para las mujeres en países como India, Nepal o Bangladesh. El hecho se sangrar las convierte en “impuras” y tanto sus familias como la sociedad les impide acciones cotidianas como acceder a los templos, tocar alimentos o comer y dormir junto a otras personas.
El pasado 10 de enero se dio a conocer la noticia de que una joven nepalí de 23 años había muerto al ser desterrada por su familia al menstruar. La mujer estaba recluida en una pequeña cabaña y, para soportar la intensa ola de frío que afectaba a Nepal esos días, encendió una hoguera, la inhalación del humo que producía provocó su muerte por asfixia. Esto es solo uno de los muchos casos que se presentan en esta zona del mundo.
Nikita Azad, una joven india cansada de esta discriminación, se llenó de valor para lanzar hace dos años en Facebook la campaña “Feliz por sangrar”, este mensaje se viralizó rápidamente por las redes sociales y se convirtió en símbolo de orgullo. Miles de mujeres indias empezaron a compartir fotos y experiencias sobre su menstruación y Azad se dio cuenta de que realmente había más activismo y conciencia de lo que ella pensaba, pero en consciente que todavía queda mucho por hacer en la patriarcal sociedad del gigante asiático.
Y es que la percepción de la regla como algo insalubre y deshonroso sigue muy presente en los países del subcontinente indio, principalmente en las zonas rurales. Cuando a una mujer le viene el periodo tiene miedo a manchar, a que se rían de ella, a los dedos que la señalan y acusan, por eso muchas niñas y adolescentes evitan ir a la escuela esos días y se encierran en casa rechazando cualquier contacto social.
Arundati Muralidharan, responsable de Water Aid en India, organización dedicada a enseñar sobre higiene menstrual, afirma que “el periodo está envuelto en una cultura del silencio que afecta a las adolescentes y motiva las respuestas por parte de su familia y comunidad, por lo que muchas mujeres carecen de libertad, movilidad y apoyo durante sus periodos”.
El Gobierno indio y algunas ONG han impulsado campañas para concientizar a la sociedad sobre la higiene menstrual, y aunque se han conseguido avances tanto a en zonas rurales como urbanas lo cierto es que la educación sexual, en todos sus frentes, sigue siendo una asignatura pendiente en el país a causa de los numerosos tabúes que la rodean. Esa educación no solo debe transmitirse a los jóvenes, sino también a los padres, que son realmente quienes siguen perpetuando esta percepción negativa de la menstruación, ya que según datos de Water Aid, el 70% de las madres indias considera la regla como sucia y contaminante.
Además sigue habiendo un gran desconocimiento sobre este tema: un 54% de las jóvenes no sabe que es la menstruación antes de su primer periodo; solo un 45% cree que tener la regla es algo normal; y lo más grave, muchas jóvenes (el 88%), ya sea por precio o desconocimiento, utiliza “productos de higiene menstrual” inseguros como papel de periódico, telas, trapos o trozos de sari, lo que en muchas ocasiones les provoca infecciones.
Desde hace meses el gobierno de la capital, Nueva Delhi, ha repartido gratuitamente 700.000 compresas a estudiantes de colegios públicos y da charlas tanto a alumnas como alumnos para resolver dudas y despejar mitos. Tal y como declaró Manish Sisodia, responsable de Educación del gobierno de Nueva Delhi, “el objetivo es hablar. Hablar para conocer, hablar para entender y hablar para normalizar”.
Latin American Post | José María González Alonso
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