Que una selección de fútbol sea considerada como potencia es un privilegio que debe mantenerse
¿Solo basta levantar una vez la Copa del Mundo de la FIFA para que una selección obtenga esta ansiada calificación?
32 años viendo fútbol y escuchando la palabra “potencia”, y no precisamente aquella que, se define como la conjunción de poder: fuerza más velocidad, con el que cuenta una persona, grupo o ente para influir o imponerse a los demás en el desarrollo de una idea o un evento. Es posible que, por primera vez en mi vida, me haya generado curiosidad determinar que es realmente una potencia, pero llevado al contexto del fútbol de selecciones nacionales, tras la caída prematura de grandes selecciones en el Mundial Rusia 2018, como lo fueron Alemania, Argentina, España, y Brasil. Aunque, al final, una de las grandes favoritas, Francia, terminó llevándose la copa.
Ahora bien, si llevamos la definición de la palabra potencia al entorno que nos interesa en este caso, el fútbol, supondríamos que por haber ganado títulos en Campeonatos del Mundo países como Brasil, Alemania, Italia, Argentina, Uruguay, Francia, España e Inglaterra tienen bien ganado esa denominación. Pero intento ir un poco más allá y recordé que de estos ocho países mencionados, solo ‘amazónicos’, ‘teutones’, ‘azzurris’, y ‘albicelestes’ tienen presencia activa en la mayoría de los Mundiales, compitiendo con frecuencia hasta las fases finales. Entonces la pregunta es, o las preguntas son: ¿solo basta levantar una vez la Copa del Mundo de la FIFA para que una selección sea considerada potencia?, o ¿qué más requisitos se deben tener para ser consideradas potencias?
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Y es aquí donde entran otros países, que, aunque nunca han ganado un Mundial tradicionalmente compiten bien en el certamen y se han dado el lujo de ser campeones de una competencia continental como la Copa América y la Eurocopa. ¿Ejemplos? Portugal, Holanda, Suecia, Chile, y Colombia por mencionar cinco. Los lusos han sido campeones del mundo en la categoría juvenil (sub 21) en dos ocasiones y ya saben lo que es ser monarca de Europa. Además, han sido cantera inagotable de grandes talentos como Eusebio, Paulo Futre, Rui Costa, Luis Figo y más recientemente Cristiano Ronaldo. Algunos la llaman potencia, otros no, por lo que no hay un criterio uniforme al respecto.
Similar caso con Holanda, ‘los eternos segundones’ como algunos lo llaman. Los ‘Tulipanes’ han sido doble campeones de Europa en la categoría sub21 en 2006 y 2007. También en mayores fueron monarcas continentales en la edición de Alemania 1988. Johan Cruyff, Johan Neeskens, Marco Van Basten, Ruud Gullit, Dennis Bergkamp, Patrick Kluivert, Arjen Robben y Wesley Sneijder son nombres que han marcado grandes partidos en la historia de los mundiales. No todos lo llaman potencia.
Otro buen ejemplo es el de México, campeón de la Copa Confederaciones en la edición de 1999. La selección azteca es habitual participante de los mundiales y dominadora absoluta de las competencias centroamericanas, con algunas etapas de fuerte rivalidad con Estados Unidos y Costa Rica, y por su fuera poco son bicampeones mundiales de la división sub17 en 2005 y 2011. Hugo Sánchez, Manuel Negrete, Jorge Campos, Jared Borgetti, y Javier ‘Chicharito’ Hernández, son, entre otros, los nombres que engalanan la historia del balompié azteca. ¿Son potencia? Si nos guiamos por los logros deberían serlo, pero el hecho de competir en una zona geográficamente más débil, le ha restado méritos.
Entonces, ¿qué es una potencia en el fútbol de selecciones? Desde mi punto de vista no basta con solo ganar un título mundial, pues es una condición que se debe sostener en el tiempo con algún título, -así no sea del Mundial-, frecuentes participaciones hasta instancias finales en dichos torneos y por supuesto, el aporte de grandes jugadores a la historia del fútbol. No hay duda que las ocho naciones que ya son campeonas del mundo se han ganado bajo estos requisitos el termino de ‘potencias’, incluso Inglaterra, que en 2017 se coronó campeón del mundo en las categorías sub17 y sub20, para acabar con una sequía de más de 50 años sin ganar nada importante. Esa es mi opinión. ¿Cuál es la suya al respecto?
LatinAmerican Post | Onofre Zambrano