México: Después de la mafia del poder
Fue una elección anti sistema que solamente Andrés Manuel logró capitalizar para convertir ese resentimiento contra la clase política en una victoria gigantesca
Después de los comicios del pasado domingo 1 de Julio en México, quedó claro que un cambio de paradigma ha llegado y es que Andrés Manuel Lopez Obrador y su partido (literalmente) tuvieron una victoria avasalladora no solo en las elecciones presidenciales sino en absolutamente todas las demás elecciones de cargos públicos, gubernaturas, senadurías y diputadurias federales y estatales, gobiernos municipales y alcaldías, para el caso de la capital.
Para mí, esto es sin duda una clara demostración del castigo, del hastío, del hartazgo en contra del partido dominante, el PRI (Partido Revolucionario Institucional), hubo una afluencia inmensa de gente que salió a votar con el objetivo de sacar al PRI y lo logramos. Fue una elección anti sistema que solamente Andrés Manuel logró capitalizar para convertir ese resentimiento contra la clase política en una victoria gigantesca y que para poder entender las implicaciones que esto puede tener para el país primero debemos de revisar los números.
De las 8 gubernaturas disputadas, MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) arraso en 5 incluyendo la Ciudad de México, solo perdieron en el Estado conservador de Guanajuato, en Puebla y en Yucatán. MORENA obtuvo mayoría en 19 Congresos locales, además de 312 diputadurias y 70 senadurías a nivel Federal, lo que lo deja cerca de la mayoría calificada, lo cual es extremadamente relevante pues esto significa que no solo tendrá la mayoría necesaria para hacer cambios en la ley y en el presupuesto de la Federación, sino que además estará a pocos votos de conseguir la mayoría calificada (2/3 partes en ambas cámaras) en el Congreso de la Unión y en 17 Congresos locales necesarios para cambiar la Constitución. Andrés Manuel fue el presidente más votado de la historia, con más del 50% de los votos en una jornada electoral que rondo el 70% de participación, fue el candidato que más votos obtuvo en 31 de los 32 Estados de la Republica, esta elección es sin duda alguna un parte aguas en la democracia mexicana.
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Andrés Manuel y MORENA, al menos en el discurso, derrotaron a la mafia del poder, cambiaron el panorama político de este país y dejaron al antagónico Partido Revolucionario Institucional como la 5 fuerza política. Ahora tendremos un panorama que no veíamos precisamente desde las épocas hegemónicas del PRI, este panorama donde una persona tienen todo el poder, “el hombre fuerte” es una estrategia que puede pintar muy bien o muy mal. Este es un escenario que a mí personalmente no me parece idóneo para una democracia tan joven y frágil como la mexicana, no por la persona, no por las ideas; no me gusta, por el simple hecho de que el poder corrompe y el poder absoluto lo corrompe absolutamente todo. El triunfo es incuestionablemente legítimo y es porque mis compatriotas mexicanos así lo han decidido.
La plataforma política de Andrés Manuel me sigue dejando dos grandes dudas, primeramente que hará con las reformas educativa y energética, para mí, dos de los muy pocos aciertos de esta administración y segundamente que aún no me ha quedado claro cómo va a combatir la corrupción y la inseguridad, los dos principales problemas que aquejan a la sociedad mexicana. Sin embargo, no todo es incertidumbre, hay algo que me alegra y de lo que estoy sumamente orgulloso porque representa un paso hacia adelante para esta democracia y es que es algo para celebrarse y valorarse que en este país tengamos la capacidad institucional para que el malestar general de la sociedad se pueda manifestar en una transferencia de poder. La mafia del poder ha sido vencida, o al menos eso es lo que parece, ahora está en manos de Andrés Manuel y su partido hacer realidad el reclamo social y llevar a México al lugar que se merece.
LatinAmerican Post | Gustavo Adolfo Hernández Infante