El pasado 7 de agosto, en la Plaza de Bolívar de la ciudad de Bogotá, se posesionó Iván Duque Márquez como nuevo presidente de la República de Colombia.

Sin lugar a dudas, el Gobierno entrante — en cabeza del presidente Iván Duque—asumirá las riendas de Colombia tras 8 años de agitado debate político, el cual ha girado en torno a la firma e implementación de los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc. La implementación del Acuerdo, el futuro de la Jurisdicción Especial para la Paz y las negociaciones con el ELN, serán de las batallas más difíciles que deberá dar el Gobierno de Duque si quiere ser fiel a las propuestas que hizo en campaña. Dentro de las iniciativas, se encuentra derogar la JEP y modificar sustancialmente los Acuerdos de La Habana.

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Sin embargo, la Construcción de Paz será solo uno de los inmensos retos políticos que enfrentará Duque, pues la agenda legislativa de su Gobierno deberá contener propuestas concretas para discusiones sobre las cuáles el país pide solucionar a gritos. En primer lugar, el Presidente Duque y los Congresistas del Centro Democrático tendrán que sacar adelante una Reforma a la Justicia. Sobre este tema, el Gobierno y su bancada deberán aportar modificaciones a la rama judicial que se ha visto implicada en casos graves de corrupción y está caracterizada por la ineficacia. Lo deberán hacer sin perder credibilidad ante la opinión pública, sobre todo por el lío jurídico que hoy enfrenta el Senador Álvaro Uribe, líder del partido de Gobierno.

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Por otro lado, el sistema pensional es otro de los problemas inmensos que sufre la población colombiana desde hace ya bastante tiempo. Solo una reforma pensional bien implementada podrá sacar al país del embrollo que se avecina en términos de pensiones. Sin embargo, es bastante probable que la reforma al sistema pensional contenga medidas impopulares, como aumentar la edad de pensión de los trabajadores. Por eso, el Presidente Duque deberá administrar con sumo cuidado su capital político si quiere sacar adelante este tipo de propuestas.

Además, el nuevo Jefe de Estado asumirá la necesidad de enfrentar una nueva reforma tributaria. Luego del cambio en el régimen de impuestos implementado por el expresidente Santos, con medidas tan impopulares como el aumento del IVA (que sin duda afectó el bolsillo de los colombianos) es posible que, si esta reforma vuelve a resentir la economía de la población, el presidente pierda popularidad.

Por último, otro de los retos enormes que deberá afrontar el nuevo gobernante es la reforma política y electoral. Existen temas complicados a los que es necesario responder con una reforma política y asuntos como el umbral electoral, las listas compartidas de partidos minoritarios y la obligatoriedad de las listas cerradas, podría perjudicar los movimientos pequeños y favorecer a los grandes partidos. Lo anterior es una batalla que la Bancada de gobierno deberá dar en el Congreso.  

En resumen, estos son los retos políticos que enfrenta el nuevo Gobierno los cuales, si bien tiene la mayoría el en Congreso de la República, le significarán un esfuerzo político del que se espera que salga bien librado.

LatinAmerican Post | Sergio Arrieta