Pink Tax: El impuesto oculto que las mujeres deben pagar
El pink tax es una tasa extra que pagan todas las mujeres alrededor del mundo, aunque es un impuesto real esta invisibilizado para gran parte de la población
El Pink Tax es un impuesto invisible que existe en todo el mundo e implica una diferencia de precios entre los productos para mujeres y para hombres. Es decir que, en dos productos iguales, la versión femenina de este es más cara.
Este impuesto extra se refleja cuando un rastrillo o máquina de afeitar rosa cuesta más que una azul, tan solo porque el primero tiene una leyenda que dice ser para mujeres. Según el periódico el Economista, existe una brecha salarial del 17% entre hombre y mujeres en América Latina, sumado a ello, la tasa rosada afecta aún más su economía.
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La tasa rosada no es un fenómeno nuevo, por ello, economistas del Departamento de Asuntos de Consumidores de Nueva York publicaron un informe en diciembre del 2015, en el que se compararon versiones femeninas y masculinas de unos 800 productos, de 90 marcas en 24 tiendas diferentes.
Del estudio se concluyó que el Pink Tax es en promedio 7%, lo que quiere decir que las mujeres pagan un porcentaje más que los varones por productos similares. En el estudio se observó que el importo rosado era del 4% en ropa de niños, del 7% para juguetes y accesorios, del 8% en ropa de adulto, del 8% en productos para el cuidado para el anciano y del 13% en productos de higiene personal.
En Francia, tras la campaña impulsada por el grupo feminista Georgette Sand en la que se incitó a la población a que subiera fotos a las redes sociales con ejemplos del Pink Tax; se realizó un estudio en el cual se analizaron tres tipos de productos y también tres tipos de servicios y se evidenció la existencia de este impuesto.
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Como resultado de esta acción, el gobierno francés se comprometió a organizar un consejo que regule la eliminación de la diferencia de precios.
La explicación de la existencia del Pink Tax es que las mujeres tienen un rol de suma importancia en el consumo. Como lo dice el Banco Mundial, las mujeres representan aproximadamente el 70% de las decisiones de compra a nivel mundial. La revista Harvard Business Review apoya esta afirmación y detalla que las mujeres toman la decisión en las compras del
- 94% de los muebles para el hogar
- 92% de las vacaciones
- 91% de las viviendas
- 60% de los automóviles
- 51% de los aparatos electrónicos, entre otros
El impuesto se puede encontrar en todos los productos, pero el más notorio se encuentra en los artículos de higiene personal.
¿Por qué existe el Pink Tax?
Bajo este panorama, la presidente de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim), Mabel Bianco, puntualizó para Infobae que "este [fenómeno] tiene una estrecha relación con el hecho que las mujeres siguen siendo las que más tiempo dedican al cuidado no remunerado, lo que implica que son las encargadas de la mayoría de las decisiones de compras del hogar, ya sea de muebles e insumos como de ropa para todos los miembros de la familia. Es por esto por lo que son el target principal del marketing y de las estrategias de consumo".
A pesar de esta incomoda verdad, Bianco considera que las empresas están ciegas al impuesto, pues argumentan que la diferencia de preciosos solo se da porque es más caro hacer productos femeninos.
Sin embargo, cuando se habla de productos que tienen exactamente la misma fórmula para hombre como para mujer y que el único diferenciador es el olor o el color, como es el caso de medicamentos y desodorantes, nos preguntamos si la discriminación de género es la única explicación del Pink Tax.
Los tampones y toallas femeninas: ¿productos de lujo?
Los productos de higiene menstrual como tampones y toallas femeninas, productos exclusivamente para uso femenino, son considerados productos de lujo. Por ello, están sujetos a un impuesto sobre la venta especial para esta clase de artículos.
Esta clase de discriminación también es un Pink Tax. Mabel Bianco denuncia que las mujeres gastan entre $5 y $10 dólares aproximadamente mensuales en toallas higiénicas y tampones. Gasto fijo que toda mujer latinoamericana hace sin importar su nivel socio económico, pues, aunque existen otras alternativas como la copa menstrual, estas no se han popularizado en la región principalmente por los tabúes alrededor del instrumento.
El Pink Tax es real. Una manera de discriminación de género que ha pasado desapercibida por mucho tiempo, el cual se puede combatir comenzando con la difusión.
LatinAmerican Post | Ana Martínez
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