Una economía sin billetes: ¿Qué pasa si se elimina el dinero en efectivo?
Muchos países están reduciendo rapidamente el uso de efectivo, pero tu privacidad o incluso tu bienestar pueden estar en riesgo
Read in english: An economy without banknotes: What will happen if cash is eliminated?
El Banco Central de Europa ya no produce billetes de 500 euros, y varios países europeos han establecido un límite máximo para realizar pagos en efectivo. En Italia y Portugal, por ejemplo, el efectivo se acepta para pagar hasta 1.000 euros, después de eso hay que usar tarjetas, pagos electrónicos o cheques. Singapur también eliminó el billete de mayor denominación hace un par de años, y Corea del Sur pretende eliminar el uso de efectivo para el 2020. El lugar donde menos se usa efectivo hoy en día es Suecia, donde solo el 1% de los pagos se hacen en efectivo, de acuerdo con la BBC. De hecho, en el país escandinavo cada vez es más común ver avisos que dicen “No se acepta efectivo” en la entrada de tiendas y restaurantes.
Leja em português: Uma economia sem notas: E se o papel-moeda é eliminado?
Si bien dejar de lado el dinero en efectivo puede ser útil para los bancos y gobiernos, hay efectos adversos para los ciudadanos. Cuando todas las transacciones quedan registradas, las personas pierden privacidad y el gobierno obtiene gran cantidad de información que podría usarse de forma inadecuada.
El reciente escándalo de Facebook y Cambridge Analytica por el mal manejo de la información de los usuarios ha reavivado los debates sobre la tensión entre el uso de tecnología y la privacidad de las personas. La diferencia es que cualquiera puede salirse de Facebook si cree que su privacidad está siendo comprometida, pero no hay tal cosa como salirse de la economía. Quedar por fuera es otra cosa, pero nadie quiere vivir sin acceso al dinero.
Algunos de los que podrían quedar por fuera de una economía sin efectivo son las personas mayores y los más pobres. En noviembre de 2016, el Primer Ministro de la India declaró que los billetes de 500 (7 USD) y 1.000 rupias dejarían de circular y no tendrían ningún valor al iniciar el 2017. En ese entonces, se registraron 112 muertes asociadas con las medidas de desmonetización. De acuerdo con el Huffington Post, algunos casos fueron suicidios, pero la mayoría fueron personas de edad avanzada que murieron haciendo largas filas en los bancos para cambiar los billetes antes de que salieran de circulación.
Los pobres también pueden sufrir las consecuencias. Tal vez no en Suecia, pero en países menos desarrollados millones de personas dependen del dinero en efectivo para comprar las cosas básicas que usan a diario. No todos tienen teléfonos con internet o billeteras digitales, por lo que, en una sociedad sin efectivo, las personas que no tienen acceso a servicios bancarios podrían terminar siendo “ciudadanos de segunda clase”, como advierte Bloomberg. En América Latina, por ejemplo, menos de la mitad de la población usa servicios bancarios.
Los gobiernos alrededor del mundo argumentan que el principal objetivo de reducir el uso de efectivo es luchar contra el crimen organizado y el terrorismo. Al ser anónimas, las transacciones en efectivo facilitan los movimientos de dinero ilegales. Sin embargo, puede ser muy optimista pensar que los grandes negocios ilícitos como el narcotráfico y la trata de personas van a desaparecer porque no se usen billetes. En el reporte “Dinero en efectivo, libertad y crimen”, el Banco Alemán señala que los criminales pueden fácilmente usar formas alternativas de pago, por lo que eliminar el efectivo no tiene mayores efectos contra la ilegalidad.
Otro argumento frecuente es que, sin efectivo, es más fácil la recaudación de impuestos. En teoría, un mayor control de las transacciones debería reducir la evasión de impuestos, aunque todavía no hay mucha evidencia para soportar ese argumento. Quienes apoyan la eliminación de los billetes también hablan de los beneficios ambientales y la facilidad de los medios de pago electrónicos. Sin embargo, hay que tener en cuenta las inversiones en infraestructura que eso requiere y la vulnerabilidad del sistema a cualquier interrupción en las comunicaciones o el suministro de energía eléctrica. Algunos incluso argumentan que el efectivo debería eliminarse por higiene ya que los billetes llevan demasiados gérmenes.
La verdad es que el dinero en efectivo sigue siendo un medio de pago importante y popular, una gran parte de la población mundial todavía confía en los billetes y los necesita. Además, las consecuencias en términos de privacidad, seguridad y derechos humanos aún no han sido examinadas con cuidado, y los costos sociales de eliminar el efectivo podrían ser más grandes que los beneficios, por lo menos en el corto plazo. Puede que el futuro de la economía sea prescindir de los billetes, pero para llegar allá habrá que usar medidas complementarias que permitan a las personas más vulnerables adaptarse a los cambios.
Latin American Post | Paula Bautista
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