América Latina y el Caribe enfrentan el resurgimiento de la piratería marítima
La inestabilidad y la crisis económica que atraviesan varios países en el continente han empoderado una actividad que para siglo XX se creía extinta: la piratería marítima
Desde 2016, varios reportes indican que los ataques piratas han incrementado ostensiblemente en el continente americano. La ausencia de un gobierno efectivo provoca la creación y el empoderamiento de grupos al margen de la ley. Lamentablemente, América Latina y El Caribe se han convertido en lo nuevos escenarios de esta actividad ilegal. Según la organización Oceans Beyond Piracy (OBP), en el continente americano hubo un incremento de la actividad de piratas marítimos de un 163% en el 2017. Los lugares más azotados por la piratería son los anclajes en Venezuela, San Vicente y las Granadinas, Colombia y Santa Lucia.
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El reporte de la OBP expone que de los 71 incidentes de piratería reportados, 40 fueron casos de robo, 17 fueron ataques fallidos, 13 fueron robos a mano armada y uno fue un intento de secuestro. La mayoría de los ataques ocurrieron en el mar territorial de los Estados Americanos. Según la OBP, el costo de la piratería supera la cifra de 900.000 dólares.
En el siglo XXI, el sistema internacional tomó medidas ante el crecimiento de la piratería en el cuerno de África y el sur del Golfo de Adén, regiones que han sido afectadas por la piratería debido a la inestabilidad gubernamental, social y económica de la región. Infortunadamente, la piratería ha traspasado fronteras y ahora se encuentra en América Latina y el Caribe.
Incidentes de piratería en el 2018
El caso más mediático de piratería en lo que va corrido del año es la denominada "gran masacre de Double Highbush" ocurrida en Surinam, donde piratas asesinaron 16 pescadores, con el fin de robar motores, gasolina y pescado, entre otras pertenencias.
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Para Surinam, la piratería no es un problema reciente, según el reporte de la BBC, los pescadores han sido testigos de ataques piratas en muchas ocasiones. Sin embargo, el incidente reportado en mayo es el más cruel y aterrador de la historia reciente de Surinam, lo cual ha provocado temor en la población que subsiste gracias a la pesca y a otras actividades económicas marítimas.
Cabe resaltar, que el gobierno de Surinam y de Guayana han trabajado, de acuerdo con sus capacidades, para combatir la piratería en la región. Los casos de piratería habían disminuido y el control marítimo era más efectivo gracias a los acuerdos de cooperación. No obstante, este aterrador caso ha puesto en jaque uno de los motores de la economía de Surinam, dado que varios pescadores temen volver al mar y ser víctimas de estas bandas criminales. Como resultado, la percepción de inseguridad ha aumentado.
¿A qué se debe el aumento de piratería?
La piratería es una actividad ilegal que suele ser producto de problemas de carácter económico y gubernamental. El abandono estatal o la poca presencia del Estado empoderan a grupos criminales que operan en el continente y en territorio marítimo. En consecuencia, los problemas democráticos y económicos de varias naciones latinoamericanas y caribeñas han permitido la creación de estructuras piratas que delinquen en la región.
Los problemas económicos de Surinam, la crisis de Venezuela, la poca presencia del Estado colombiano en algunas partes del mar territorial, fortalecen a las bandas criminales dedicadas al hurto de bienes en altamar y en el mar territorial de varias naciones latinoamericanas. La piratería es un creciente problema para la región, el cual debe ser controlado y mitigado para prevenir que esta actividad se convierta en una amenaza importante para los Estados americanos y para los ciudadanos que subsisten de actividades marítimas.
Latin American Post | Bryan Andrés Murcia
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