AMÉRICAS

El último año de Santos

El mandatario colombiano deja la presidencia en agosto de 2018 

El último año de Santos

Juan Manuel Santos cumplirá en 2018 su segundo, y último, periodo  como jefe de Estado de Colombia. El mandatario quedará en la historia nacional por desmovilizar a la guerrilla más longeva del mundo y  primer premio Nobel de Paz del la nación. Sus opositores tal vez lo recordarán por “entregar el país a las Farc” y haber impulsado una de las reformas fiscales más duras.

A pesar de la buena imagen de Santos en el exterior, el presidente no tendrá un último año tranquilo. El principal reto que tiene el mandatario es en materia política. El Gobierno deberá dejar aprobado en el Congreso la mayor cantidad de leyes, reformas y ajustes relacionados a todo lo que se acordó en La Habana con las Farc. De no lograrlo, corre el riesgo de que a la presidencia llegue un opositor al acuerdo pactado por Santos y ponga en riesgo la paz. Para esto aún cuenta con el apoyo de la mayoría de los congresistas; con elecciones legislativas a la vista y los índices de popularidad del mandatario por debajo del 30%, no hay seguridad de que la lealtad sea incondicional.

Adicionalmente, la administración adelanta otras negociaciones de paz  en Quito, Ecuador, con la segunda guerrilla del país (ELN). Este proceso aún está muy crudo y será tarea del próximo dirigente el poder lograr desmovilizar a este grupo armado; será vital que el Gobierno deje suficientemente adelantados los acuerdos.

Santos también tiene una tarea difícil en materia económica, ya que el país está al borde una estanflación. La última reforma fiscal aprobada por el Gobierno dejó a la clase media golpeada y esto ha producido una reducción en el consumo. Pese a que el FMI calcula que el país crecerá 2,3% este año, el Banco de la República no esta tan optimista y tasa el crecimiento económico en 1,8%.

Otro tema que tendrá la agenda del presidente sumamente ocupada será el de Venezuela. Principalmente por 2 motivos: primero porque a nivel regional, Colombia se ha distanciado de las recientes acciones del régimen de Nicolás Maduro y ha sido uno de los principales críticos. El país vecino ha tomado esto como una excusa para culpar a la “oligarquía colombiana” de querer derrocar el Gobierno local. Santos deberá balancear sus acciones en contra de Venezuela para no generar catástrofes diplomáticas que repercutan en la relación de ambos países.

En segundo lugar, por el gran número de venezolanos que han migrado a Colombia debido a la crisis humanitaria que viven en su país, la nación cafetera se ha convertido en una patria de inmigrantes, lo cual no había sido. Esto representa un nuevo reto para la sociedad colombiana, en donde el Gobierno deberá atender a toda esta diáspora.

A menos de un año para que los colombianos elijan a su próximo mandatario, Santos será vital para las elecciones. Si no logra convencer a los opositores de los acuerdos de los beneficios de la paz, el próximo presidente podría poner en riesgo la implementación de lo pactado y el futuro de la paz con el ELN.

 

Latin American Post | Santiago Gómez Hernández 

Copy edited by Susana Cicchetto 

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