El Gobierno colombiano estima que un 7% de la totalidad de los combatientes de las Farc no se acogió al proceso de paz y son los causantes de acciones delictivas en varios departamentos del país.

Mientras el gobierno colombiano hace alarde por los resultados alcanzados hasta ahora con el acuerdo de paz, una región del país presencia en silencio el fortalecimiento de los disidentes de las FARC. Se trata de Miraflores, un municipio al sur de Colombia, rodeado de selva, que alberga miles de hectáreas de cultivos ilícitos y al principal frente de disidentes del ex-grupo criminal.

En Miraflores la única ley sigue siendo la guerrilla. Allí no hay policías, militares o alguna institución que pueda ejercer control. Sus pobladores viven del cultivo ilícito, en donde en más de 2.290 hectáreas se cultiva la coca que abastece en su gran mayoría a Europa, Asia y África. En este municipio es normal que todas las familias tengan un hijo, esposo, hermano o familiar guerrillero; y es que pese al acuerdo de paz firmado en la nación suramericana, allí los disidentes encontraron un refugio que cuenta con las condiciones geográficas necesarias para continuar delinquiendo y fortaleciendo sus listas.

Según un informe de InSight Crime, organización que investiga el crimen organizado en Latinoamérica, en 2016, los guerrilleros que habitaban esta zona, repartieron volantes a los habitantes, comunicando que ellos no se acogerían al acuerdo de paz. Desde este momento, Miraflores se ha convertido en el principal centro de operaciones del Frente Primero disidente de las FARC, desde dónde continúan beneficiándose del narcotráfico y la extorsión, reclutando menores y reconectándose con disidentes de otros municipios como Meta, Caquetá, Vichada, e incluso algunos lugares de Venezuela.

El negocio más rentable

Para estos disidentes, Miraflores parece ser el paraíso: ubicado en medio de la selva, con acceso al río Vaupés y olvidado por el gobierno. De acuerdo al informe publicado  por InSight Crime, dicho río es la principal ruta de transporte de coca de Latinoamérica, por allí, pasan mensualmente más de 3.000 toneladas de coca que llegan hasta Brasil donde son distribuidas hacia el resto del mundo.

Durante todo el proceso de transporte, producción y distribución, las disidencias cobran comisiones o ‘vacunas’, con las que consiguen lucros de alrededor de 600 mil millones de pesos (205 mil dólares, aproximadamente). Y a diferencia de otros municipios de Colombia, en Miraflores el precio de la coca se mantiene: 2 millones de pesos el kilo (682 dólares). Según declaraciones de pobladores a la investigación citada, las condiciones geográficas de esta región hacen imposible que alguna economía lícita prospere, por ello tanto disidentes como pobladores viven de los cultivos ilícitos y la moneda de cambio son gramos de coca con los que se puede conseguir alimento, ropa o cualquier otro elemento mercantil que se requiera.

El fortalecimiento que niega el gobierno

Es desde Miraflores donde los disidentes de la que fuese la guerrilla más numerosa de Colombia retoman el control de territorios, reclutan menores milicianos y se contactan con disidentes de otras regiones del país. De acuerdo a datos entregados por el gobierno, solo quedan 120 disidentes en la nación. Sin embargo, información de InSight Crime, indica que la cifra real superaría los 400.

En una reciente declaración, el presidente Juan Manuel Santos, manifestó que Colombia es el único país de las 34 naciones que han llevado a cuerdos de paz en el mundo, en presentar la tasa más baja de disidencia, haciendo hincapié en que en promedio, los acuerdos de paz dejan más de un 15% de disidentes y en Colombia la cifra no alcanza el 7%.

“El acuerdo colombiano ha sido el más complejo y completo de 34 en el mundo. En lo que se tiene que avanzar en un año, Colombia avanzado en tiempo récord, eso lo que nos permite es concentrarnos en otros temas que estaban escondidos por el conflicto armado. En todos los conflictos armados siempre queda un remanente de gente que no se acoge a los acuerdos… En el caso colombiano el porcentaje es menor al de los demás acuerdos… El promedio es hasta el 15% de disidencias y reincidencias, aquí el porcentaje es muy inferior…calculamos en 6 o 7% de personas que siguen delinquiendo y no entregaron las armas”, precisó el mandatario.

Y mientras estas cifras son expuestas, habitantes de Miraflores discrepan. Uno de los líderes religiosos de la región, manifestó en entrevista con organizaciones investigativas, que entre agosto de 2016 y julio de 2017, al menos 50 menores han sido reclutados por el Frente Primero disidente de las FARC. Además expresa que recientemente un menor que escapó de las filas, reveló que hay más de 150 niños reclutados recibiendo entrenamiento por los disidentes guerrilleros en este momento.

La Fundación Paz y Reconciliación y la Fundación Ideas para la Paz afirman que los disidentes están desplegados en el norte de Santander, Vichada, Guainía, Vaupés, Guaviare, Putumayo, Cauca, Nariño, Valle del Cauca y Chocó, en donde se les atribuyen secuestros, ataques, extorsiones, reclutamiento de menores y muertes de civiles. Según elpais.com.co, partidarios del expresidente Álvaro Uribe opinan que la disidencia es el “plan b” de las FARC por si fracasa la implementación del acuerdo.

Latin American Post | Krishna Jaramillo

Copy edited by Santiago Gómez Hernández