La doble moral de Trump
El mandatario de los Estados Unidos fue el hazmerreír de la Asamblea General de las Naciones Unidas, debido a su controversial discurso
“En menos de dos años, mi administración ha logrado más que ningún otro gobierno en la historia de Estados Unidos”, risas de la audiencia, quien en su mayoría son líderes mundiales, “no esperaba esa reacción, pero está bien”, carcajadas y aplausos. Este fue el fragmento más controversial del discurso de Donald Trump, la duda que queda es, ¿se reían de él o con él?
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“Mantener la paz y la seguridad internacional, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz”, así empieza el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio en San Francisco, Estados Unidos.
La ONU se creó como medida para evitar que un evento como la Segunda Guerra Mundial sucediera de nuevo. No obstante, la ONU decidió abrir los micrófonos de la Asamblea General para que Trump, presidente de Estados Unidos, hable de los gigantescos avances que presenta su administración, como el inicio de la creación de un muro que delimita la frontera del país o la cantidad, nunca antes vista, de fondos para las fuerzas militares que pretende fortalecer mientras continúe su gobierno.
Incluso antes de ser electo presidente, Donald Trump dio y da constantemente de qué hablar por sus comentarios xenófobos y racistas, es usual que intervenga para causar discordia entre conflictos de otros países e incluso cuando entabla relaciones de paz con otro mandatario la opinión pública se cuestiona ¿qué habrá detrás de esta alianza?, pues la confianza en la buena fe del gobernante es puesta en duda. Aun así la ONU prefiere conservar a los Estados Unidos dentro de sus miembros y no intervenir de manera directa en los asuntos de relaciones internacionales del país norteamericano.
Lo sorprendente no es que la ONU permita las acciones y discursos de guerra de Trump, lo que realmente asombra es que hace unos meses los Estados Unidos, a través de Nikki Haley embajadora del país ante las Naciones Unidas expresó el deseo del gobierno de Trump por salir de la organización. Las razones expresadas por la embajadora fueron contundentes, la ONU permite miembros que violan los Derechos Humanos como Venezuela, China y Cuba, los conflictos bélicos sin resolver y los llamados de atención de Estados Unidos para hacer mejoras en el sistema que la ONU ha ignorado.
El país cuyo presidente es famoso por iniciar una nueva discusión cada semana arremete contra la organización encargada de promover la paz en el mundo. Sin embargo, son muchos los intereses de por medio así que tanto para la ONU como para el país es mejor seguir aliados. Para dejar atrás el incidente de las risas en la Asamblea General, el presidente anunció al día siguiente que “los medios de comunicación falsos dijeron que la gente se rió. La gente se lo estaba pasando bien. Estábamos en ello juntos”, en resumidas cuentas, la ONU no se ríe de Trump, sino con él, según el norteamericano.
Ahora, para mejorar su reputación es necesario que la ONU tome acciones contundentes dentro de los conflictos bélicos alrededor del mundo, el fallido caso venezolano o la lenta renegociación del acuerdo nuclear de Irán, son solo ejemplo de la falta de gestión de la organización. Irónicamente Trump se regodea en su discurso por el increíble progreso que ha tenido su administración en el fortalecimiento de su ejército militar pero exige a la ONU mano dura con otros países que inciten a la guerra. Desde su cuenta de Twitter el mandatario crea una batalla diaria mientras exige paz a las Naciones Unidas.
LatinAmerican Post | Lina Vargas Vega
* La opinión del redactor no representa la del medio
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