El acceso a las TIC es la puerta para seguir con el desarrollo del país

Desde el 2011, Colombia se ha perfilado como uno de los países que ha avanzado considerablemente con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Para 2018, la ministra de las TIC, Silvia Constaín, se propuso llevar internet de calidad a todos los rincones del país, como lo menciona el diario El País.

Pareciera que en pleno siglo XXI no tener internet es una cosa inimaginable, pero la realidad es otra. Muchas regiones del país aún siguen sin tener una conexión adecuada. Basta mirar a la periferia de las grandes ciudades, dónde tener una conexión fija de internet puede llegar a ser considerado como un lujo.

Es por eso que la afirmación de Constaín no debería quedar en el aire. Hay que ponerle más atención, ya que es importante notar el poder de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. El acceso a las TIC es la puerta para seguir con el desarrollo del país. En LatinAmerican Post creemos que estas tecnologías son una herramienta indispensable para la educación, la cultura, el arte, la paz, la equidad de género, entre otros.

Es importante que para eso, el Gobierno se organice de tal manera que establezca presupuestos y cree diferentes propuestas regionales para que todos aquellos que no puedan acceder a ellas lo hagan y sean partícipes del cambio.

Ahora, el papel del Gobierno no solo puede verse una vez. Es necesario que se creen estrategias para alfabetizar aquellos que no conocen las nuevas tecnologías. Es un proceso de acompañamiento que se tiene que dar. Con él, una semilla se sembrará y se desencadenará el gusto y la necesidad de las TIC. Cuando la población tiene acceso al conocimiento, es inevitable que se sienta empoderada.

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Como lo mencionamos anteriormente, es necesario invertir en las nuevas tecnologías, pues mediante el uso de éstas se puede elevar los índices de educación, de economía, entre otros. Un ejemplo de lo anterior, se puede evidenciar entre las TIC y el ambiente educativo.

El resultado de la combinación entre tecnología y educación es mejor de lo esperado. Basta con observar lo que las escuelas públicas en Buenos Aires, Argentina están haciendo. Dentro del proceso educativo, las nuevas tecnologías intervienen para que los estudiantes validen toda la información que observan en la web, pero también para que sean críticos y produzcan nuevo conocimiento que luego será compartido.

Si bien los niños pueden estar más expuestos a la tecnología y adaptarse a ella, habrá docentes o personas que no entiendan muy bien al respecto, por lo que tendrán que ser guiados por delegados específicos que los acompañen en el proceso. Sin embargo, y es necesario volverlo a resaltar, esa supervisión tiene que ser constante y por ningún motivo el Estado puede dejar desamparados a aquellos maestros que se adaptan a las nuevas tecnologías.

Con esto, las ganas de aprender y de explorar nuevas ramas van surgiendo. Así, mediante el uso de nuevas tecnologías, se generan nuevas preocupaciones, siendo así el consumo responsable una de ellas. El cual, mediante la economía circular, los productos y componentes tienen mayor utilidad y duran el mayor tiempo posible.

No solo hay una responsabilidad propia, sino una social, la cual necesita que estas nuevas tecnologías ayuden a mejorar la calidad del entorno vida de donde vivimos. Un ejemplo claro de lo anterior es el uso de un laboratorio urbano donde los aplicantes presentan sus proyectos y muestran como éstos ayudan a la ciudadanía como sucede en Pamplona, España. Se trata de crear una ambiente para que todos se sientan a gusto.

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Por inesperado que parezca las Tecnologías de la Información y la Comunicación también ayudan a la construcción de paz. En un país como el nuestro, el cual vivió más de 50 años en guerra y en el que todavía quedan secuelas, involucrar la paz dentro de este argumento es oportuno.

Para Anita Makri, editora del medio SciDevNet, la combinación ayuda e influencia en observar cómo la gente y las organizaciones trabajan para prevenir conflictos y construir puentes. Asimismo mediante las TIC, se crea innovación contra el conflicto, compartiendo la información para la alerta temprana e interrupción de conversaciones que inciten al odio.

Makri también plantea que una solución posible y factible es la creación de aplicaciones que fomenten el dialogo cultural. La verdad es que nos resulta curioso imaginarnos una aplicación que sirva para el diálogo, o que por lo menos informe sobre las causas del conflicto. Pero no nos parece del todo loco, obteniendo información y entendiendo la cuestión, se podrían llegar a sembrar semillas de la paz.

Por otro lado, con la iniciativa de incorporar nuevas tecnologías dentro de nuestro plan de desarrollo, también se estaría combatiendo la inequidad de género. Se llegaría a modificar las prácticas sexistas que actualmente existen.

Con la introducción de nuevas tecnologías las mujeres podrán ser reconocidas por sus aportes en la ciencia, por ejemplo. Disciplina en la cual no muchas mujeres participan, y las que lo hacen no reciben el mérito necesario por sus contribuciones.

Entendemos, que de la noche a la mañana el hecho de que las mujeres entren en estos campos no va a pasar. Por eso es importante que políticas o mecanismos sean implementados adecuadamente para que las mujeres no queden anuladas.

Es así como reiteramos nuestro apoyo a la inversión en Tecnologías de la Información y la Comunicación, pues de esta manera las poblaciones más vulnerables tendrán acceso a éstas y podrán participar activamente en el desarrollo del país.

Es importante aclarar que el acceso a éstas tiene que ser adecuado a las necesidades de esa población en concreto para que se le saque máximo provecho y no se quede como un intento más. Con el uso de las nuevas tecnologías, llegan de la mano nuevas oportunidades que servirán para que la población genere o busque nuevos horizontes.

LatinAmerican Post | Equipo Editorial

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