Venezuela: el hambre sigue creciendo
Miseria, hambre y desnutrición, es el panorama actual del país petrolero
En estado crítico se encuentra el derecho a una alimentación digna y balanceada para los ciudadanos de Venezuela, el país importa más del 80% de los alimentos, y para su población, el poder adquisitivo es muy bajo, debido a la inflación y su constante crecimiento.
Read in english: Venezuela: the levels of hunger are growing
Aun, cuando el presidente de dicho país, Nicolás Maduro ha mantenido dentro de sus políticas el aumento consecutivo del salario mínimo mensual cada dos o tres meses, como parte de un conglomerado de políticas a las que él denomina: “contra-ataque a la guerra económica”. Pues este y sus afectos, infieren la situación económica de Venezuela, (caída del PIB e inflación) como un ataque sistemático por parte sus “enemigos internos” (Oposición y sector privado) en conjunto con sus “enemigos externos” (Estados Unidos).
Incluso con la subida trimestral del sueldo mínimo, Nicolás Maduro, no logra mitigar el hambre en Venezuela. Las cifras oficiales del estado nutricional en Venezuela, a partir de los estudios en diferentes regiones del país, contempla un paisaje desolador y un futuro incierto para los niños y niñas de Venezuela. Según el último informe del Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición (SAMAN) de la asociación católica Cáritas Venezuela:
- 65% de los niños evaluados tenían ya algún grado de desnutrición o estaban en riesgo de tenerla.
- 32% de los niños menores de 6 meses se detectó desnutrición aguda moderada y severa.
- 48% de las mujeres embarazadas registradas, estaban con desnutrición aguda moderada o severa.
- 73% de los hogares ha tenido privación nutricional.
Quizá le interese leer: Cuba: el acceso a Internet es costoso y controlado por el gobierno
Varias ONG y fundaciones venezolanas no son las únicas que se han mantenido en estado alerta ante tal crítica situación. A raíz de la semana mundial de la alimentación y en conmemoración del día mundial de la alimentación, el 16 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en sus informes globales, específicamente en la última publicación de la seguridad alimentaria y nutrición en el mundo, sitúa en posición de alarma el escenario venezolano. Advirtiendo que desde el 2010 las personas con hambre han aumentado 4 veces, y desde el 2017, Venezuela tiene el 86% de las personas con hambre en América del Sur.
El gobierno chavista, bajo sus premisas socialistas, ha ejecutado políticas de abastecimiento familiar, entre las cuales se encuentran la venta de cajas de comida dentro de un marco comunitario. Así como también, el gobierno de Nicolás Maduro otorga “bonos” de dinero a los ciudadanos que tengan en su poder un carnet de control social, denominado: Carnet de la patria.
La población venezolana en el contexto de las redes sociales, constantemente ha denunciado ineficiencia del programa CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Este ente, es el encargado del surtimiento y venta, de bolsas y cajas de comida para las familias pertenecientes a una comunidad organizada ante lineamientos nacionales del chavismo. Pero la población, no ha tenido respuesta concreta por parte presidente Maduro ante las crecientes denuncias de corrupción y deficiente administración del CLAP.
Venezuela ha comprometido su futuro como nación, y el futuro de sus ciudadanos. Los niños y niñas están creciendo bajo condiciones de desnutrición. Según el monitoreo de la fundación Cáritas Venezuela, el retardo de crecimiento para estos niños y niñas es del 32%. Esto representa un déficit para el desarrollo educativo y laboral de los venezolanos, el capital humano como recurso principal para el proceso de desarrollo de Venezuela, está expuesto a la supervivencia. Los venezolanos continuaran en procesos migratorios por América del Sur para satisfacer una necesidad básica y un derecho humano que el gobierno venezolano ha quebrado.
LatinAmerican Post | Gabriela Rivas Colmenárez
Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz