Tlalpujahua: el lugar donde la Navidad dura todo el año
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Tlalpujahua y la historia de la economía navideña.
Muchos turistas creen que México tiene que ver con las playas y el estilo de vida del verano. Pocos asociarían este país con Santa Claus o la temporada navideña, pero eso es porque no han visitado Tlaljujahua, un pequeño municipio en el estado de Michoacán.
En las últimas décadas, este antiguo pueblo minero se ha convertido en algo así como la capital no oficial de la Navidad de América Latina, debido a su producción masiva de decoración navideña. De hecho, el llamado Pueblo Mágico celebra la Navidad todo el año.
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En octubre, Tlaljujahua inaugura oficialmente la temporada navideña con la Feria de la Esfera, que convierte a la ciudad en una feria impresionante donde los artesanos locales venden sus adornos navideños hechos a mano. Pero la Navidad no es solo una cosa estacional aquí, ya que, durante todo el año, los artesanos también trabajan en sus adornos de cristal, utilizando las técnicas de soplado de vidrio. Por lo general, los hombres crean los adornos mientras que las mujeres se encargan de pintarlos.
Como cada decoración está pintada y hecha a mano, no espere encontrar maquinaria pesada en Tlaljujahua. Además, no debe suponer que verá instalaciones de producción gigantescas o fábricas tecnológicas, ya que todo el proceso de fabricación se realiza en negocios familiares donde vecinos, familiares y amigos se unen para producir adornos navideños que probablemente terminarán en hogares americanos y canadienses.
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Pero esta pequeña ciudad, rodeada por las altas montañas de Michoacán, que hoy en día parece tan pIGNORE INTOresca con sus calles estrechas y empedradas y su hermosa iglesia de tres siglos de antigüedad, no siempre fue un símbolo del espíritu navideño.
Los lugareños aún recuerdan los días en que los secuestros y la violencia de las drogas eran las normas y cuando los cárteles mantenían a todos empobrecidos y temiendo por sus vidas. Hoy, debido a un aumento en el turismo que se produjo gracias al negocio de los ornamentos, los habitantes de Tlaljujahua viven una realidad completamente nueva.
En el mundo mágico de Tlaljujahua, los turistas no encontrarán renos o temperaturas negativas como lo harían en Finlandia o en el Polo Norte, pero eso no significa que la Navidad no esté en su forma más tradicional. En La Casa de Santa Claus, los niños pueden conversar con Santa mientras que los adultos pueden disfrutar de las decoraciones navideñas que adornan este lugar.
Las pequeñas tiendas llenas de adornos navideños de cristal son una prueba de que la originalidad se puede encontrar en los lugares más inesperados. Cada diseño es diferente al otro, mostrando no solo el talento sino también la artesanía del artesano.
Existe una variedad tan amplia de productos que las necesidades de todos los clientes se satisfacen fácilmente. Desde los tradicionales bastones de caramelo rojos y blancos hasta los ornamentos que toman formas muy contemporáneas, hay una amplia selección de diseños hechos a mano.
Hoy, aproximadamente 250 familias viven de esta artesanía y el éxito económico del pueblo es una prueba de que incluso los lugares más descuidados y peligrosos pueden tomar el control de su destino y superar las expectativas.
La historia de Tlalpujahua muestra que el crecimiento económico y el progreso social se pueden lograr incluso después de un período de peligro si se crea un sistema de oportunidades en el que las herramientas disponibles se usan para cerrar brechas
LatinAmerican Post | Adina Achim
Traducido de: 'Tlalpujahua: the place where Christmas lasts the whole year'