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¡A limpiar el closet!

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¿Qué mejor manera de empezar el 2019 que deshaciéndonos de aquello que ya no usamos? Acá le contamos qué donar, qué botar y qué conservar

¡A limpiar el closet!

Comenzamos el año haciendo una limpieza espiritual y en seguida una limpieza en el clóset, pues son varias las colecciones acumuladas, y las que están por llegar este año. Así que ese jean roto y desteñido que nos resulta tan cómodo, esa blusa con la que conocimos a alguien especial y esa falda que nos costó un montón de dinero y que después de usarla ya no nos gustó más, pueden tener dos opciones: o el bote de basura o tener una segunda oportunidad.

Lo primero que tienes que pensar es en la necesidad de ganar espacio y no convertirte en un acumulador. Para ello, el portal Aleteia, sugiere que si no puedes asumirlo con valentía, la mejor opción es enfrentarte al closet acompañado de sus amistades o algún familiar pues ellos te darán asesoría y fuerza de voluntad. Además recomienda que tras dejar a un lado la ropa que no volverás a guardar en tu armario, la regla número uno es no revisar lo que estás desechando porque la idea con la dinámica es no hacer promesas falsas sobre algo que no te volverá a poner.

En segundo lugar y según Susi Nieto Barrio Bueno para el portal Womenalia, es impresindible desprenderse de lo material pues “El apego se deriva de distintas realidades, nos impide liberarnos y comprender lo que significa ser persona”. A que es importante dejar a un lado los sentimentalismos con esas prendas que crees que te dieron el golpe de suerte el año pasado: la americana con el que conseguiste trabajo o el vestido con el que encontraste novio.

Finalmente y en tercer lugar, ten en cuenta que muchas veces es mejor tener lo necesario que mil prendas que hasta habías olvidado que tenías. Reflexiona y haz memoria sobre cuándo fue la última vez que se pusiste esa falda o esa blusa de manga sisa y si ese recuerdo está en un lugar oscuro de tu memoria, déjala a un lado y despréndete.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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¿Qué botar?

La ropa que se encuentre ajada, descolorida, en mal estado, el suetercito para dormir que ya tiene rotos o motas, son los mejores candidatos para llevar a la basura. No obstante, ten en cuenta que en algunas ciudades del mundo, como en Madrid, hay dispuestos en la calle contenedores especializados para desecharla. Indaga a qué lugar llevarla, pues existen compañías dedicadas al reciclaje que la utilizan para fabricar trapos de limpieza o para producir aislantes para pisos de madera o de automóviles. Solo recuerda lo siguiente: por cada camiseta que botes han sido empleados unos 2 mil litros de agua.

¿Qué donar?

La ropa que ya no te queda porque estás muy gordo o muy flaco, esa que te parece que no merece una segunda oportunidad en tu clóset porque de todos modos te encargarás de mandarla para la parte de atrás, a la zona oscura. Son justamente ese tipo de prendas las que debes poner a consideración de los demás. Para ello, asegúrate de que cada una de esas piezas se encuentren en buen estado y dónalas a familiares, amigas o fundaciones. También para colaborar puedes estar al tanto de las campañas dispuestas por algunas marcas, como Seven Seven, que hasta el 27 de febrero del 2019, por el hecho de llevar tres prendas a la tienda te hacen un descuento del 15%.

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¿Qué conservar?

Conserva los clásicos. Recuerda que las camisetas de algodón blanco, los jeans, los suéteres de cuello en “V”, los little black dresses son prendas obligadas en cualquier armario, que nunca van a sobrar. Igualmente, conserva esas prendas que usas con regularidad y que te quedan bien, a tu medida. Los tesoros que sabes que no van a pasar de moda y aquellos que sospechas, por las pasarelas pasadas, que volverán pronto, guárdalos cuidadosamente. De hecho, y para ello, según el portal El confidencial, es impresindible cerciorarse de que tu armario sea un lugar seco, con poca luz solar y con una temperatura idónea, pues no queremos ropa con olor a moho o alimento para polillas. 

 

LatinAmerican Post | María Alejandra Gómez

Copy edited by Vanesa López Romero

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