Qué tan segura es la cafeína durante el embarazo
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Uno de los temas que siempre se tratan cuando una mujer está embarazada es el consumo de café. ¿Qué tan segura es la cafeína durante el embarazo?
El café es una bebida que acompaña no solo las mañanas, sino el día de muchas personas alrededor del mundo. Y más allá de su divino aroma y la sensación de bienestar -que para muchos significa el poder estar alerta- sabemos que se trata de un estimulante y que un poco puede estar bien, pero mucho puede ser nocivo para la salud.
Read in english: How safe is caffeine during pregnancy
Pero en el caso del embarazo la perspectiva cambia. La mujer gestante alimenta a su hijo en el vientre con todo lo que consume -sea bueno o malo- y esos estimulantes caen en una zona un poco gris. ¿Hay que eliminarlo por completo o puede una mujer embarazada disfrutar de una taza de café?
La página especializada en embarazo, BabyCenter.com comenta que la mujer gestante debería limitar su consumo de cafeína pero que no hay una respuesta muy clara sobre cuánto de este compuesto es considerado "seguro" durante la gestación. En la misma publicación citan al Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología quienes recomiendan un máximo de 200 mg al día, lo que se traduce en una taza de café. El problema se presenta cuando la persona consume también otras bebidas o alimentos que contengan este compuesto (como té, refrescos, medicamentos y hasta chocolate)
El problema es que la cafeína, por más que haga sentir bien a la madre, es consumida directamente por el bebé a través de la placenta. Como explica americanpregnancy.org, si bien la madre puede soportar una buena cantidad de este compuesto, el bebe no. El metabolismo del feto está en desarrollo y procesar la cafeína puede ser un trabajo difícil para el mismo.
Al ser la cafeína un estimulante, los patrones de sueño del bebé también se puede ver afectados, así como su movimiento en el vientre. La publicación también recuerda que esta bebida puede aumentar el ritmo cardiaco y la tensión arterial (lo que puede ser peligroso para la madre y el feto) y al ser diurético, la reducción de fluidos en el cuerpo también puede llevar a la deshidratación.
¿Y qué pasa si la mujer se excede en las recomendaciones? Pues como se puede imaginar, podrían empezar las complicaciones. Healthline explica que el mismo consumo de una mujer embarazada, así esté acostumbrada a este estimulante, puede ser metabolizado por la persona de manera mucho más lenta (puede tomar de 1.5 a 3.5 veces más para eliminar la cafeína de su cuerpo).
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Otro tema de atención es el riesgo de abortos. Según un estudio del 2008 publicado en PubliMed, se relacionaba el consumo excesivo del compuesto con un aumento de riesgo de aborto -quiere decir, que aumentaban las posibilidades, no que la cafeína provocara abortos per se– y en otra investigación citada en Heathline, también se asociaba el consumo de cafeína con bebes que nacieron con bajo peso corporal.
Entonces ¿cuál sería la solución a este debate? Si bien el dejar la cafeína durante la gestación podría parecer la solución más sencilla, esto parece ser más fácil decirlo que realizarlo en realidad porque al ser la cafeína un estimulante, el cortar de raíz este compuesto puede traerles más intranquilidad, dolores de cabeza y otros malestares.
Consultar con su médico sobre la cantidad justa sería lo apropiado -no solo con la cafeína, sino con cualquier cosa que se consuma que pueda afecta el desarrollo del bebé- y sobre todo, tener cuidado con las otras fuentes de cafeína que se consuman en el día
Por ejemplo Heathline cita a la Academia de Nutrición y Dietética quienes señalan que las bebidas energéticas -que presentan una gran cantidad de cafeína- deben ser eliminadas completamente durante el embarazo. No sólo por la cantidad de estimulante, también por sus otros compuestos como endulzantes artificiales y hierbas que no se sabe a ciencia cierta qué tan seguras son para el bebé.
Lo mejor es optar por café descafeinado y té de hierbas que sean seguras durante la gestación como el té de menta o el bálsamo de limón. Para cualquier otra bebida, lo ideal siempre será, consultar con su médico de cabecera.
LatinAmerican Post | Clementina Ramos
Copy edited by Vanesa López Romero