Colombia: las repercusiones de la presencia militar estadounidense
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La presencia militar de EE.UU en Colombia no es nueva, pero la posibilidad de que aumente por una eventual intervención militar en Venezuela, traería graves consecuencias
El apunte de “5.000 troops to Colombia” (5.000 tropas a Colombia), hecho en la libreta del consejero de seguridad del presidente Donald Trump, John Bolton, generó una polémica mundial y dio lugar a especulaciones, debido a que en una eventual intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, Colombia disponga de su territorio y ayude a ese país a ejecutar dicha operación.
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Sin embargo, aún sin que Estados Unidos haga una intervención militar en Venezuela, la presencia militar estadounidense en Colombia se viene dando desde hace aproximadamente dos décadas.. Esta presencia se produjo, especialmente, desde que los gobiernos de ambos países establecieron el famoso Plan Colombia, un acuerdo de cooperación entre las dos naciones, cuyo objetivo es luchar contra el narcotráfico y combatir a los grupos guerrilleros que en ese momento permanecían activos en el país suramericano.
Para ello, Estados Unidos aportó cientos de miles de millones de dólares destinados al fortalecimiento técnico, armamentístico, logístico y tecnológico de las fuerzas militares colombianas, a través de diferentes estrategias, entre las cuales estaba la presencia de militares y contratistas estadounidenses.
El Plan Colombia se empezó a gestar en el año 1998, cuando el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana (1998-2002), le propuso al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton (1993-2001), la puesta en marcha de ese acuerdo de cooperación, que nació en 1999. El Plan fue aprobado por el Congreso estadounidense en el año 2000 y se empezó a ejecutar finalmente en el año 2001, coincidiendo con el inicio del gobierno de George W. Bush (2001-2009).
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Una presencia progresiva con consecuencias negativas
En el marco del Plan Colombia, la presencia de militares estadounidenses en territorio colombiano e instalaciones militares colombianas, ha sido progresiva. Esa presencia se ha visto, por ejemplo, en labores de cooperación, entrenamiento a tropas colombianas, e incluso, ejecución de tareas y operaciones militares. La Revista Semana señala que la presencia de militares estadounidenses en Colombia está regulada por acuerdos suscritos por los dos países (como el Plan Colombia) y que estos deben ser aprobados por ambos congresos.
De acuerdo con lo anterior, Semana cita a Sebastián Bitar, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes y autor del libro ‘La presencia militar de Estados Unidos en América Latina: bases y cuasibases’, publicado en 2017, quien explica que, en efecto, esa colaboración militar de Estados Unidos ha estado enmarcada dentro del Plan Colombia. Esto significa que los militares y contratistas de Estados Unidos están en el país con motivo de la lucha antidrogas. Dice Bitar que si vinieran en el contexto de un conflicto bélico con Venezuela – tal como se presume que podría pasar ahora-, se tendría que tramitar un nuevo acuerdo entre las dos naciones.
“Esos acuerdos son los que ponen límites. Cuando arrancaron, hacia el año 2.000, se permitían 500 soldados y 300 contratistas civiles gringos en el país. Luego la proporción varió a 400 militares y 400 contratistas. En 2004, en el auge del Plan Colombia, pasó a 800 soldados y 600 contratistas, cifras que se mantuvieron por los años siguientes. Sin embargo, que sea el tope, no significa que represente la presencia real, pues esta suele ser menor de lo establecido”, explicó el profesor Bitar.
Junto a la presencia progresiva de militares estadounidenses es importante recordar que, en el año 2009, el gobierno de Álvaro Uribe acordó con Estados Unidos permitir la llegada de militares de ese país a siete bases militares colombianas:
- Palanquero
- Apiay
- Bahía Málaga
- Tolemaida
- Malambo
- Larandia
- Cartagena
Ese acuerdo no prosperó porque la Corte Constitucional de Colombia instó al gobierno a tramitarlo ante el congreso, pero ese trámite no se dio por decisión posterior del gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo, la presencia militar estadounidense en Colombia continuó -justamente- con el entrenamiento conjunto y la cooperación tecnológica y económica, contempladas en el Plan Colombia.
De ahí que hubiesen otras repercusiones, como por ejemplo el abuso sexual de 53 menores de edad colombianas, por parte de soldados y contratistas estadounidenses, quienes además de haberlas abusado, grabaron sus actos y vendieron las grabaciones como material pornográfico, tal como se evidencia en el documento titulado: Colombia en la geopolítica imperialista, realizado por el profesor e investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Renán Vega, incluido en el Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.
El documento relata con detalle los abusos sufridos por las niñas colombianas entre los años 2003 y 2007, los cuales fueron cometidos en los municipios de Melgar (Tolima) y Girardot (Cundinamarca), muy cerca de la base militar de Tolemaida, donde había presencia de militares estadounidenses, aún sin que se hiciera efectivo el acuerdo logrado entre el gobierno de Álvaro Uribe y el gobierno de Estados Unidos, pero en plena ejecución del Plan Colombia.
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Contra la presencia militar de Estados Unidos en Colombia
Aunque por parte de Colombia y Estados Unidos se ha negado cualquier posibilidad de enviar nuevas tropas a Colombia para apoyar una intervención militar en Venezuela, varios personajes colombianos, entre congresistas, periodistas y analistas e investigadores, han expresado su rechazo tajante a esa posibilidad y exigido explicaciones al presidente Iván Duque.
El senador del Polo Democrático, Iván Cepeda
Quienes ven con entusiasmo e incluso esperanza la llegada de tropas estadounidenses a nuestro territorio para iniciar la guerra trasnacional, encarnan uno de los peores males de nuestra nacionalidad: la ausencia de dignidad propia.
— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) 30 de enero de 2019
El periodista Yamit Palacio
Que la visita del jefe del comando sur es rutinaria. Que el movimiento de tanques en la frontera es rutinario. Que un halcón deje entrever posibles traslados de tropa es rutinario. Les creo. Para algunos -aquí y allá- la guerra y la abyección a designios imperiales es rutina.
— Yamit Palacio (@YamitPalaVilla) 30 de enero de 2019
El senador de la Alianza Verde, Antonio Sanguino
Pertinente recordarle a Presidente @IvanDuque y canciller @CarlosHolmesTru : artículo 173 Constitución Nal “Son atribuciones del Senado: Num 4. Permitir el tránsito d tropas extranjeras por el territorio d la República”
— Antonio Sanguino Senador (@AntonioSanguino) 30 de enero de 2019
El investigador y director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia
Si el gobierno colombiano reconoce a Guaidó presidente de Venezuela como lo ha hecho, es un simple alarde diplomático con consecuencias negativas para nuestro país, si EEUU hace lo mismo tiene que actuar en consecuencia, nos acercamos a una intervención militar es así de triste
— León Valencia (@LeonVaLenciaA) 23 de enero de 2019
Los antecedentes y las evidencias demuestran las repercusiones que ha tenido la presencia militar de Estados Unidos en Colombia, por lo que de llegar a ser cierta la intención de enviar 5.000 tropas más, las consecuencias serían tan negativas, e incluso peores que las que ya ha dejado esa presencia militar.
LatinAmerican Post | Samuel Augusto Gallego Suárez
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