Muñeca Rusa: Netflix juega con los hilos de la realidad
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Al igual que las matrioshkas, Netflix utiliza las capas de la realidad y la mente para atrapar al espectador en una de sus nuevas producciones
El uso de bucles en el tiempo como premisa de series y películas no es nuevo. Atrapado en el tiempo con Bill Murray, Feliz día de tu muerte o Código fuente son algunos ejemplos de cintas que exploran el tema, al igual que muchas series. Pese a que no es un tema novedoso, Netflix logra dar un giro interesante en Muñeca Rusa, una miniserie que atrapa desde el primer capítulo y que no decepciona a lo largo de sus ocho capítulos.
Para Nadia Vulvokov, interpretada por Natasha Lyonne (Orange is the new black), la realidad se reduce a vivir eternamente su fiesta de cumpleaños. Ella no puede explicarse por qué regresa y por qué todo parece seguir igual. Es hasta que aparece Alan Zaveri, interpretado por Charlie Barnett (Chicago Fire), que Nadia empieza a entender mejor lo que sucede, pero al mismo tiempo se conoce a sí misma. Ambos personajes son distintos en su concepción, aunque también complementarios, pues la serie lleva al espectador a lo largo de las capas de la realidad y la comprensión de las emociones.
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Lo interesante de la trama es que nunca se detiene a plantear el sustento científico o metafísico de lo que sucede, y en realidad no hace falta. Los personajes aprenden a través de la prueba y el error junto con el espectador. El humor negro y la ironía son ingredientes constantes de la historia, lo que la hace ligera y le da dinamismo. A diferencia de otras series con bucles de tiempo, los personajes nunca repiten las mismas acciones al pie de la letra, las paradojas que planteaba el Dr. Brown en Volver al futuro, parecen no importar.
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Natasha Lyonne es, además de protagonista, productora junto a Leslye Headland y Amy Poehler, de acuerdo con la revista Expansión. Son ellas las encargadas de dotar de equilibrio a la serie, entre la comedia, el drama y el orden general de la historia. Como un reloj suizo, Muñeca Rusa avanza sin contratiempos y con un engranaje casi perfecto. Lyonne ha basado la historia en su propia vida, los problemas con las drogas y las malas decisiones inspiraron algunos de rasgos de la vida de Nadia. Hasta los temas principales de sus protagonistas encajan a la perfección, los encargados de la música han logrado crear un leitmotiv para Nadia y para Alan conectando con su personalidad. Para Nadia utilizaron Gotta get up de Harry Nilsson y para Alan un fragmento del Concierto para piano y orquesta número 4 en sol mayor de Ludwig Van Beethoven, convirtiéndose el de Nadia en el sello de la serie.
Finalmente, Muñeca Rusa hace también una reflexión sobre la interacción de las personas y sus emociones. Las personas no son iguales al interior que al exterior, idea que la serie explota de forma eficaz con diferentes tópicos como el suicidio, los problemas mentales y la autoaceptación. Aunque parece un cliché, Nadia parece disfrutar la vida y valora los pequeños detalles hasta que sabe está en verdadero peligro de perderlo todo. Además, la solidaridad y la compasión son dos elementos que funcionan bien en la historia y que aparecen en diversos momentos de ella, hasta el punto de convertirse en elementos clave.
LatinAmerican Post | Luis Ángel Hernández Liborio
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