Francia: ¿Qué es el “renacimiento europeo” de Macron?

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El presidente francés ha planteado unas propuestas para el fortalecimiento de la Unión Europea. ¿De qué se tratan?

Con una carta dirigida a todos los ciudadanos de la Unión Europea, Emmanuel Macron los invitó a tomar conciencia de “las elecciones europeas [que] serán decisivas para el futuro [de Europa]”. El presidente francés se encuentra preocupado por la integridad del proyecto de la comunidad entre países de su continente, pues se ve amenazado por los nacionalismos y la repetición fenómenos como el Brexit.

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La carta, disponible en los 28 países de la Unión y traducida a 22 idiomas, medita tres ejes que en el pasado fueron determinantes para la materialización de este proyecto político: paz, prosperidad y libertad. Macron alude a la necesidad de la Unión Europea como contrapeso a la hegemonía de grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China, a la vez que permite asegurar cierta estabilidad financiera gracias al euro.

Tanto la paz como la prosperidad parecen ser sintomáticas del modelo europeo. No obstante, para que se dé tal Renacimiento, el presidente francés urge el defender la libertad, además de velar por dos nuevos intereses que sirvan de pilares para la Unión: la protección y el progreso.

En cuanto a la libertad, cuya máxima preocupación es evitar la intervención de potencias extranjeras en procesos democráticos, Macron propone la creación de la Agencia Europea de Protección de las Democracias. En afinidad con esta iniciativa, también pide que se prohíba tanto el discurso de odio como la financiación extranjera a partidos políticos europeos.

En tanto a la protección, Macrón pide que se haga una revisión de la zona Schengen, es decir, la zona de libre tránsito entre fronteras internas de la Unión Europea. Pide que haya una policía de frontera y una oficina de Asilo, lo que implica más rigurosidad en controles fronterizos así como una política de solidaridad para refugiados que sea universal.

El último pilar, la prosperidad, propone la creación de lo que Macron llama “escudo social”. Lo que pretende es establecer un salario mínimo europeo para desincentivar la migración interna de trabajadores a razón de la cantidad de lo que devengan. La idea es que los trabajadores ganen lo mismo por el mismo trabajo en cualquier punto de la Unión Europea. Igualmente propone la creación del Banco Climático para impulsar la transición a energías limpias total para 2050.

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¿Son estas propuestas viables?

La mayoría lo son, puesto que la creación de agencias no resulta ser un proceso difícil si hay la suficiente coordinación entre los miembros de la Unión Europea. No obstante, en el rubro de la migración habrá malestar, puesto que países como Bulgaria, que se oponen al recibimiento de migrantes, no estarían tan dispuesto a aceptar las nuevas exigencias del espacio Schengen para permitir el ingreso de refugiados. Puede que las garantías de mayor control fronterizo permitan la cooperación de estados como Bulgaria.

Por otra parte, la fijación de un salario europeo universal también enfrenta sus propios retos. Solo 19 de los 28 miembros usan el euro como moneda y esto significa que aquellos estados que no usan tal moneda podrían sufrir inflación por la fijación de un salario mínimo que no considere las condiciones específicas de los estados miembro.

Las propuestas de Macron son interesantes si se busca cuidar la integridad de la Unión Europea, pero nunca debe olvidar las causas del malestar frente a estas instituciones que impulsan fenómenos como el Brexit. El tener una política fiscal unificada puede alentar a estados a buscar independencia financiera, así como también querer implementar una política migratoria universal frente a migrantes y refugiados puede exacerbar los ánimos nacionalistas que ya están invadiendo Europa.

LatinAmerican Post | Iván Parada Hernández

Copy edited by Vanesa López Romero