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Colombia: ¿por qué protestan los indígenas del Cauca?

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Desde hace más de 10 días, la protesta de los indígenas del Cauca, en Colombia, ha generado una crisis social y humanitaria que al parecer no se resolverá pronto

Colombia: ¿por qué protestan los indígenas del Cauca?

La Vía panamericana, corredor principal del suroccidente de Colombia, nuevamente es el epicentro de una protesta que se materializa con un bloqueo en el que participan miles de indígenas pertenecientes al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), a quienes se suman representantes de comunidades campesinas y afrodescendientes. Todos ellos están agrupados en la denominada Minga social por la defensa de la vida, el territorio, la democracia, la justicia y la paz.

Read in english: Colombia: Why do the indigenous people of Cauca protest?

La protesta comenzó el pasado 10 de marzo, en principio con un llamado al presidente Iván Duque para que fuera hasta esta región y entablara un diálogo con los representantes de la minga. Esto con el fin de abordar temas fundamentales que son opuestos a muchas políticas del actual gobierno como:

  • El respeto a la autodeterminación de los pueblos y las naciones hermanas
  • Las garantías a las consultas previas y populares, como herramientas para proteger sus territorios de los proyectos extractivos
  • El cuidado, protección y defensa de la madre tierra y sus territorios
  • El respeto y la garantía a los derechos políticos, civiles, sociales, económicos, culturales y colectivos, así como del medio ambiente
  • Su proyecto de vida colectivo para el buen vivir de los pueblos
  • La defensa y garantía para la vida, los Derechos Humanos y la paz
  • El asesinato sistemático de lideresas y líderes sociales
  • El fortalecimiento de sus autonomías y gobierno propio de indígenas, campesinos y afrodescendientes

 

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El punto de la discordia

El llamado de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas de los departamentos del Cauca, Huila, Caldas y Valle del Cauca, con más de 13.000 personas que hacen parte de la minga, se ha hecho desde el momento en que Duque se posesionó como presidente de Colombia. “Ante la crisis económica, política, social y humanitaria, y el incumplimiento de los acuerdos con las comunidades y pueblos en los territorios y/o el poco avance con ministros, viceministros y directores de entidades administrativas”, expresó el CRIC en un comunicado.

Lo anterior, según los manifestantes, se ha agravado ante “la falta de respeto y garantía de nuestros derechos humanos, que se ve agudizada por una regresiva agenda legislativa y unas políticas en torno a la paz, que, bajo el discurso de la defensa y seguridad como elementos de la equidad, pretenden profundizar el modelo económico. Y ante la profundización de la represión a la oposición política, el despojo y el saqueo de nuestros recursos naturales”.

En ese sentido, la minga propuso al presidente Duque un encuentro con sus procesos organizativos, el pasado 12 de marzo, en la vereda El Pital del municipio de Caldono (Cauca), donde permanece concentrada. Ese encuentro jamás se llevó a cabo, debido a que hasta el momento Duque no ha ido personalmente a esta región, sino que ha insistido en enviar a otros funcionarios, como la Ministra del interior, Nancy Patricia Gutiérrez y el Alto comisionado para la paz, Miguel Cevallos.

A pesar del requerimiento de la minga y el fracaso de los diálogos con sus enviados, Duque persiste en no ir a dialogar personalmente con ellos, argumentando, entre otras razones, que no irá hasta que cesen las ‘vías de hecho’ que, a criterio de él, ha tomado la minga. Esto hace clara referencia a los hechos de violencia que han dejado varios policías y militares heridos, y un policía muerto, aludiendo una supuesta infiltración de disidencias de las FARC en la protesta.

 

Sin embargo, esto sólo ha logrado que la situación empeore, pues la minga también ha denunciado agresiones y represión por parte de la policía y el ejército de Colombia. Eso ha hecho que sus exigencias y demandas se profundicen.

 

La respuesta del gobierno

Tanto el presidente Duque como la ministra Gutiérrez han argumentado que los reclamos de la minga han sido tenidos en cuenta e incluidos en el documento del Plan Nacional de Desarrollo (PND), para lo cual se ha dispuesto de un presupuesto de $10 billones de pesos. En teoría esto se hizo con el fin de atender las necesidades de las comunidades indígenas, luego de un pacto hecho durante las consultas previas para la formulación del PND.

No obstante, el diario El Espectador registra que los líderes indígenas y campesinos siguen exigiendo la presencia del presidente Duque, para hacer un diálogo político sobre el asesinato de líderes sociales en esa región, el Acuerdo de Paz y la hoja de ruta de cómo será la implementación de las inversiones de esos $10 billones de pesos para los pueblos indígenas.

Aída Quilcué, consejera de derechos humanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), dijo a El Espectador que la minga no se levantará hasta que el Gobierno explique qué pasó con la agenda de temas pactada la semana pasada con la ministra Nancy Patricia Gutiérrez y el comisionado Miguel Ceballos, con el fin de concretar la llegada de Duque al norte del Cauca.

Igualmente, manifestó que el capítulo del PND destinado a ellos, no tiene asignación presupuestal y, como ha ocurrido en el pasado, “el gobierno volverá a incumplir si no se deja consignado que es un capítulo, no un anexo, dentro del PND". Quilcué también dijo que se requieren $3 billones de pesos adicionales debido a que eso fue lo que arrojó un estudio hecho la semana pasada, en el que participaron la ministra del Interior y el comisionado de paz, que serían invertidos para la implementación de sistemas de salud, educación y compra de tierras, entre otros ítems.

Otras repercusiones

En medio de las protestas, las repercusiones en la economía de la región y para los gremios han sido significativas, pues hay desabastecimiento de alimentos y combustibles, el cual se ha sentido con más fuerza en los departamentos donde se concentra la minga.

De hecho, la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia (Fenalco) habla de pérdidas cercanas a los $2.000 millones de pesos diarios y que para otros gremios, como el transportador, ha significado dejar de facturar alrededor de $190 millones de pesos.

 

LatinAmerican Post | Samuel Augusto Gallego Suárez

Copy edited by Juan Gabriel Bocanegra

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