VIDA

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

Escucha este artículo

 

Le presentamos 4 formas diferentes a las tradicionales en las que puede invertir esa plata extra que tiene en su cuenta

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

No hay nada mejor que tener mil dólares libres. Meterse a la aplicación del banco y ver ese montón de dinero esperando a ser gastando en un viaje a alguna playa en Brasil, en un montón de ropa, en mejorar el computador o en lo que sea. Si bien es satisfactorio gastarse el dinero en gustos, puede llegar a ser más satisfactorio dejar que el dinero trabaje por uno y que esos mil dólares se multipliquen.

Read in english: How to invest that money that you have free in your account?

Cuando alguien escucha la palabra ‘inversión’, automáticamente piensan en la bolsa. Que si metemos este dinero en Apple, Coca Cola, o alguna compañía enorme, que seguramente el riesgo es mínimo y las ganancias buenas. Pero, ¿realmente vale la pena jugársela a la antigua? O mejor dicho, ¿no habrá otras opciones con menos riesgos y más ganancias? A continuación, cuatro consejos efectivos para que esos mil dólares se dupliquen, tripliquen, y hasta más.

Lee también: 'Skiplagging': la estrategia de ahorro que las aerolíneas no pueden detener

Antes de empezar a listar los métodos, es importante pagar las deudas y estar al día. Si bien ustedes no estarán viendo su dinero crecer, al pagar sus deudas ustedes impedirán que el interés y, por consiguiente la deuda, crezcan. Es mejor pagar cuanto antes la tarjeta de crédito que hoy me vale 200 dólares pero que mañana me costará el doble. Este consejo sirve para que, cuando retiren sus ganancias de las inversiones, no terminen gastándolas en deudas que el día de ayer costaban menos.

Ahora sí, empecemos:

1. Préstamos P2P

En pocas palabras, el préstamo peer to peer es prestarle cierta cantidad de dinero a alguna persona o pequeña empresa, sea para pagar la hipoteca, el carro, o un par de computadores. Lo sé, suena algo ilegal, más que todo suena a usura, pero esta práctica ya está regulada por la mayoría de países y los intereses que manejan las diversas plataformas no son para nada usureras. Esta es la evolución del antiguo método de ir al banco por un préstamo. Uno puede especificar cuánto va a prestar, qué tanto riesgo uno está dispuesto a tomar, y a quién se le va a prestar, sea alguien con buena o mala historia crediticia.

Por ejemplo, si uno quiere ir lento pero seguro, es mejor prestarle a aquellos individuos con buen crédito. Por su historia, uno está seguro de que va a pagar. Lo único malo es que las tasas de interés para estas personas es usualmente bastante bajo, por lo que uno se demorará un buen tiempo duplicando mil dólares. En cambio, si uno quiere tomar riesgos, uno le presta a alguien con mal crédito, pues usualmente para estas personas la tasa de interés es más alta. Es posible, también, no prestarle del todo el dinero, sino que uno presta una parte, otro presta otra, y así hasta que el que pidió el préstamo recolecte toda la plata. Hay varias plataformas dedicadas a esto, como Prosper o Lending Club.

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

2. Apps para invertir

Actualmente hay bastantes aplicaciones diseñadas para invertir en diversos lugares, ya sea la Bolsa o empresas en crecimiento. Piénsenlo como un corredor de bolsa pero más barato y diverso. Por ejemplo, Seedrs, enfocada en invertir en crowdfunding y start-ups, le pregunta a uno por los intereses personales y le va mostrando ideas símiles a ellas. Lo bueno de esta aplicación es que, si el encargado del crowdfunding no alcanza las metas propuestas, uno recupera su dinero. El riesgo aquí es que se alcance la meta, pero que el emprendimiento no prospere.

Acorns es otra que resalta por su simplicidad. Ésta se encarga de inversiones minúsculas, estoy hablando de acciones de medio dólar. Su actuar es bastante peculiar: uno compra con la tarjeta de crédito una leche malteada con unas papas que valen, por decir cualquier cosa, siete dólares. Uno tiene la opción de pagar diez dólares: siete por lo consumido, y tres que se van al programa de inversión de Acorns. Si lo pensamos bien, uno en realidad no está haciendo nada, pues lo único que se necesita para invertir es consumir en el mercado con la tarjeta. Si sumamos todo lo pequeño que invertimos a través de esta aplicación, uno puede terminar invirtiendo mil dólares en un año sin hacer un esfuerzo extra.

Como éstas, hay un montón, por lo que si se utilizan varias, se puede estar invirtiendo de manera eficaz los mil dólares y pagando alrededor de diez dólares mensuales por el uso.

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

3. Robo advisor

Esto es lo más cercano al corredor de bolsa, solo que uno lidia con una máquina en vez de un humano. Esto tiene sus ventajas y desventajas, pero cada vez más los interesados en invertir prefieren confiar en ellos. La principal ventaja es que es mucho más barato contar con estos servicios que contratar a una persona.

Algo que se debe tener en cuenta, es que este robot opera con algoritmos dependiendo del capital que uno tenga, los riesgos que uno está dispuesto a tomar, entre otras. Es bueno porque agiliza bastante el proceso para encontrar dónde y cuánto invertir, pero es malo porque solo un humano es capaz de salirse fuera de la caja y sugerir opciones que uno normalmente ni pensaría en hacer, menos la máquina al no tener información pertinente para conectarlo a uno.

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

4. Tomar un curso

Esta opción es exclusiva para aquellos que tienen tiempo libre, sea para tomar -y aprobar- el curso y desempeñar esos conocimientos luego de completarlo. Si uno quiere sentarse y rascarse el ombligo mientras el dinero trabaja por uno -con riesgos de que lo despidan y no vuelva-, esta opción definitvamente no es para ustedes. Pero si quieren aprender algo nuevo y embarcarse en un nuevo mercado, esta es la opción ideal. Hay una variedad sinfín, desde maestrías pertenecientes a sus campos profesionales o cursos diversos como de carpintería o traducción.

Si uno se especializa dentro de su campo profesional, su hoja de vida se valoriza, puede conseguir un mejor empleo y, claro, un mejor salario. Si uno toma un curso de traductor o de subtitulaje, uno puede inmiscuirse en un nuevo mercado con quizás poca oferta y mucha demanda. Les ponemos un ejemplo: uno puede tomar un curso de serigrafía (rondan en los cien dólares), comprar los útiles para montar un taller casero de estampado de ropa, comprar un montón de camisetas y sacos, pagarle a un amigo diseñador para que cree alguna ilustración impactante, y meterse en el negocio de la ropa.

¿Cómo invertir esa plata que tiene libre en la cuenta?

 

LatinAmerican Post | Pedro Vergara

Copy edited by Juliana Suárez

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba