Lo que dejó la reunión entre Kim y Putin
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Tras una cumbre de Hanoi poco fructífera, en la cual Kim Jong-un no pudo llegar a ningún acuerdo con Donald Trump, el líder norcoreano se reunió con Vladimir Putin
El pasado mes de febrero, el líder norcoreano Kim Jong-un se reunió en Hanoi, Vietnam, con el presidente estadounidense Donald Trump en una cumbre histórica, teniendo en cuenta las diferencias ideológicas de ambos países. En ella, se esperaba que se hicieran avances en temas relacionados a la desnuclearización del régimen norcoreano y ver la viabilidad de eliminar las sanciones económicas impuestas al país asiático en un intento de Kim por salir del aislamiento, característico de Corea del Norte.
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Pues bien, el resultado de la cumbre fue decepcionante para ambos mandatarios, pero sobretodo para Kim, pues no pudo llevar a cabo ningún avance frente a lo anterior. No obstante, el pasado jueves y en un nuevo intento por salir del aislamiento, Kim y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunieron con la promesa de crear una ayuda para el país asiático.
De esta manera, Kim llegó a la ciudad fronteriza rusa Vladivostok, donde se encontró con Putin en un intento por buscar el apoyo de un posible aliado, mientras que Moscú buscó "reforzar su influencia en la región”, como lo afirma South China Morning Post. La reunión, que se alargó a algo más de cinco horas, no dejó ningún acuerdo firmado.
Sin embargo, se destaca que es la primera reunión entre los dos mandatarios luego de que ambos países enfriaran sus relaciones después del colapso de la Unión Soviética en 1990, siendo que el bloque comunista fue alguna vez uno de sus más cercanos aliados. Desde entonces, “Rusia ha tratado de restablecer los lazos en medio de un nuevo enfrentamiento con Occidente, y ya ha pedido que se alivien las sanciones de la ONU a Corea del Norte”, señala el mismo medio.
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Un primer acercamiento
Si bien no se hizo un gran avance en las cuestiones a discutir, la reunión de ambos mandatarios acerca las relaciones entre los dos países. Es así como Rusia entra al radar de garante internacional en cuestiones donde normalmente no suele ser llamado, siendo así una amenaza directa a Estados Unidos. Por eso, en las declaraciones finales, Putin habló de que Corea del Norte necesita “garantías de seguridad internacional si quiere terminar su programa nuclear”, puesto que “las impuestas por Estados Unidos probablemente no serían suficientes”, como lo recalca BBC.
Para Corea del Norte se trata de tener otra salida diferente a la opción china, teniendo en cuenta que después de las reuniones efectuadas con Xi Jinping, China solo ha hablado de aliviar las sanciones pero no las pone en práctica. Además, Kim necesita que las sanciones sean levantadas y así seguir en el intento de dejar de ser un país aislado y entrar al mercado global usando a Rusia como un posible actor beneficiaría a ambos países.
Además de la desnuclearización, Kim acudió a Putin en un intento por pedir ayuda en medio de la difícil situación económica que pasa el país, sumado a la crisis de escasez de alimentos. Ante esto, y como lo afirma El País “Rusia ya ha proporcionado al régimen de Kim unos 23 millones de euros en ayuda humanitaria en los últimos años (…) y el jueves, Putin recalcó que la intención es ‘desarrollar la relación comercial y humanitaria’ con Corea del Norte”.
Sin embargo, el papel de Rusia todavía resulta ambiguo, pues, como lo comenta Koh Yu-hwan, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad de Dongguk en Seúl, en diálogo con South China Morning Post, “la cooperación de Rusia con el Norte se limitará a la ayuda alimentaria humanitaria y la contratación de trabajadores norcoreanos en el desarrollo de su región del Extremo Oriente (…) el comercio bilateral entre los dos países es mínimo, debido a las sanciones internacionales contra Pyongyang”, lo anterior teniendo en cuenta que Rusia también está bajo sanciones y ayudar al país norcoreano se torna complicado pues tiene que cuidar de no violarlas.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
Copy edited by Juliana Suárez