Conozca al argentino que cambió los guantes de arquero por los de boxeo
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Su nombre es Pablo Migliore, un atleta que después de retirarse del fútbol, el deporte más popular en su país, ahora intenta ser figura en el pugilismo
El ex guardameta argentino, Pablo Migliore, decidió colgar los guantes de portero y se inclinó por el boxeo en el que está actuando como amateur. Debutó en marzo del presente año y tuvo la oportunidad de derrotar a Diego ‘El Macho’ Merlo en el primer round tras un combate pactado a cuatro asaltos.
Read in english: This is the Argentinian who changed the goalkeeper gloves for the boxing ones
Una de las metas más grandes de Migliore es obtener la licencia habilitante de la Federación Argentina de Boxeo (FAB), aunque todavía necesite de más experiencia. “Yo no podía boxear cuando jugaba al fútbol. ¿Cómo voy a hacer una carrera paralela mientras estaba en Boca o Racing”, dijo Pablo al diario El Clarín.
Además, manifestó al medio en mención que no pretende tener la licencia FAB solo por tenerla y que quiere pelear contra los boxeadores de la FAB. A sus 37 años de edad, el exportero no ve ningún impedimento para trazarse metas deportivas y ve en ellas la posibilidad de seguir haciendo historia.
“Lo que sé es que el lunes a las seis de la mañana, vuelvo al gimnasio para preparar el próximo combate”, indicó Migliore al diario La Nación. Igualmente, Migliore afirmó al medio citado que le cambió la vida el hecho de haber encontrado algo que le apasiona tanto como el balompié.
LatinAmerican Post analiza la historia de este exguardameta que dejó el arco del fútbol y lo cambió por el cuadrilátero que le genera pasión y entusiasmo.
La nueva vida de Pablo Migliore: de casa al gimnasio y a prueba de "giles" | Por @TurcoBellizzi. pic.twitter.com/fNg76fPSpf
— TyC Sports (@TyCSports) 3 de abril de 2019
Muchas expectativas
Después de lo que ha venido realizando, se ilusiona con hacer una carrera productiva y fructífera que deje huella en el pugilismo. “El boxeo es un deporte de contacto fuerte, es necesario tener carácter y disciplina, mucho más que en el fútbol”, dijo Pablo a Infobae.
‘El Loco’ como es conocido supo sobresalir en el balompié y se retiró en 2018, tras vestir la camiseta del Barrancas Central en la Primera B. En sus redes sociales, se ha encargado de compartir cada uno de sus entrenamientos y la forma como se ha preparado para sus combates.
Además, considera que tiene un perfil bastante alto, que le dan una personalidad conocida para enfrentar de gran manera a cualquier púgil. Sostuvo que todos van a querer buscar una victoria ante él, debido a sus condiciones y al gran talento que pretende imponer en los cuadriláteros.
Su carrera como futbolista comenzó en 2002 vistiendo la camiseta del Germinal de Rawson. Luego jugó en Huracán, Boca, Racing, San Lorenzo. También actuó en clubes como el Dinamo de Zagreb y el Peñarol de Uruguay, y jugó en equipos del ascenso como Almirante Brown y Paraná.
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Problemas con la ley
Estuvo en prisión 45 días en 2013, tras un homicidio en el que fue acusado de encubrir al barra brava de Boca Juniors, Maximiliano Mazzaro. Fue detenido en el vestuario del estadio Nuevo Gasómetro de San Lorenzo, cuando habían finalizado uno de los partidos del campeonato gaucho.
Tras esos días en la cárcel, el pugilista pagó una fianza de un millón y medio de pesos argentinos, y posteriormente quedó en libertad. No ha sido juzgado. Al Observador le contó que se vio sorprendido por el trato que recibió por parte de un narcotraficante colombiano quien lo apoyó mucho.
“El tipo me ofrecia sus servicios para asesinar a alguien. Me decía dame un nombre y quédate tranquilo si aparece o no”, dijo Pablo al medio nombrado. Contó que tuvo toda clase de lujos en prisión, ya que le regalaban tablets, celulares y llegaban empleados que le concedían todos sus deseos.
Señaló a Tn que lo recibieron presidiarios con el uniforme de Huracán, le dieron tarjetas de teléfono y una lavandina con whisky. Fue una de las experiencias más duras que afrontó, pero ahora con el boxeo espera demostrar las condiciones que demostró bajo los tres palos.
“Voy a ser sincera. No quería que peleara pero él se reinventó y lo voy a apoyar”, dijo Gloria, su madre, a Super Deportivo. A su primera pelea asistieron más de 500 personas, incluyendo familiares y amigos. Muchos de ellos tenían camisetas de los equipos en los que actuó.
LatinAmerican Post | Daniel Cuevas
Copy edited by Juan Gabriel Bocanegra