ANÁLISIS

Las apuestas deportivas: un problema para el fútbol inglés

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A través de una propuesta de GVC Holdings, las empresas de apuestas deportivas se han puesto a sí mismas unos límites bastante rigurosos de cara a la nueva temporada

Las apuestas deportivas: un problema para el fútbol inglés

Agosto de 2019 va a ser un momento clave para el desarrollo de los deportes en el Reino Unido y, más especialmente, de las empresas de apuestas deportivas que han sido muy cercanas al desarrollo de la industria, de los clubes y del deporte en general. A través de una propuesta de GVC Holdings, una de las empresas de apuestas deportivas más grandes del Reino Unido, dueña de Ladbrokes y Gala Coral, entre otras, las apuestas en estos países van a cambiar radicalmente con el objetivo de proteger a los apostadores y la salud pública de los británicos.

Read in english: Sports betting: a problem for English football

A partir de la temporada 2019/20, los deportes en el Reino Unido verán cómo se establece un bloqueo sobre los anuncios en eventos televisivos, ya sean en vivo o en diferido, así como anuncios en vallas alrededor de estadios y centros deportivos. Esta medida busca, claramente, desincentivar las apuestas como objetivo general aunque, según declaraciones de los propios empresarios de GVC Holdings, el fin es proteger a sus clientes frente a un riesgo patente de adicción y mal manejo de las apuestas.

Con esta medida, el deporte que más se ve afectado es, sin lugar a dudas, el fútbol, cosa que resulta hasta cierto punto contradictorio, pues la Premier League es la liga profesional de fútbol que más dinero ingresa en materia de derechos televisivos y, por ende, espectadores a lo largo del mundo. Al mismo tiempo, las carreras de caballos están excluidas de esta medida, pues las apuestas son un factor fundamental para la supervivencia de este deporte.

Un problema de 'salud pública'

Como se puede ver, la motivación para esta medida es de salud pública, pues la Comisión de Apuestas del Reino Unido estima que alrededor de unas 430.000 personas sufren trastornos y problemas directamente relacionados con las apuestas. De ahí se deriva directamente, entonces, que los equipos de fútbol pierdan patrocinio en sus camisetas, por ejemplo, o que se fije un tope de apuesta en ciertos tipos específicos de apuestas (máquinas tragamonedas, de 100 libras a 2, según la BBC), y que se inste a las otras grandes compañías a sumarse a esta intención. De la mano de esta regulación autoimpuesta, se espera que las compañías aporten a centros de investigación y recuperación en problemas relacionados con las apuestas.

Tan solo en la primera división de Inglaterra, la Premier League, existen nueve clubes con marcas de apuestas deportivas como patrocinador principal de su camiseta. Estos son: Everton (SportPesa), Newcastle United (Fun88), West Ham (Betway), Huddersfield Town (Ope Sports), Bournemouth (M88), Crystal Palace (ManBetX), Burnley (LaBa360), Fulham (DafaBet) y Wolverhampton (W88).

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Sin embargo, no todo resulta tan satisfactorio, pues el panorama global no corresponde para nada a lo que adelanta el Reino Unido en materia de regulación. En Estados Unidos, por ejemplo, las apuestas deportivas en línea están creciendo cada vez más, llegando al punto, incluso, de afirmaciones temerarias como la hecha Holman W. Jenkins Jr. en el Wall Street Journal, donde dice que las apuestas van a tomar los deportes televisados. De igual manera, resulta curioso, por ejemplo, el reciente acuerdo al que llegaron el gigante Genius Sports Group con Football DataCo para repartir en tiempo real la información  de la liga inglesa y escocesa de fútbol a nivel mundial para poder apostar. Mientras que en el Reino Unido las apuestas se autocensuran, a nivel mundial las grandes empresas se lucran con su deporte.

Y eso es solo un ejemplo en Estados Unidos, un país que históricamente ha tenido una regulación bastante alta frente a las apuestas y ha logrado reducirlas a pequeños enclaves, como Las Vegas (o Nevada, en general) y Atlantic City.

La situación en Latinoamérica es mucho más complicada, pues históricamente no ha sido una región ni de grandes apostadores ni de eventos deportivos que pongan la atención del mundo en ellos. Siempre hay un tinte más local en sus eventos y la industria que gira alrededor de los mismos. No obstante, con el crecimiento de internet se ha visto cómo, con el paso de los años, se han venido instalando grandes empresas como Bwin o Bet365 en distintos países latinoamericanos, pues antes que un problema de interés general, representan, en primera instancia, una oportunidad de crecimiento. Cabe preguntarse entonces, ¿es la regulación que está adoptando el Reino Unido un asunto meramente local o debe el mundo seguir su ejemplo?

 

LatinAmerican Post | Jorge Ovalle

Copy edited by Vanesa López Romero

 

 

 

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