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El incendio de Universal que mató a la música

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En un reportaje de The New York Times, nos enteramos de una de las catástrofes musicales más grandes de la historia. Acá te contamos más

El incendio de Universal que mató a la música

El año pasado fuimos testigos en América Latina de uno de los incendios más trágicos de la historia recente en el Museo Nacional de Brasil. Allí se perdieron obras de gran valor, no solo económico, sino también histórico, que ahora son irrecuperables. Los incendios han causado catástrofes a través de la historia y actualmente no parecemos estar muy conscientes de ello: desde cuando Nerón comenzó a quemar roma, pasando por la destrucción de teatros isabelinos o hasta la gran cantidad de incendios en el Bronx durante los años 70.

Read in english: The Universal fire that killed music

Hace unos días se reveló una de las peores pérdidas de música a causa de un incendio que sucedió hace más de 10 años en Universal Hollywood Studios. Como explica el artículo del New York Times, escrito por Jody Rosen, el 1 de junio del 2008, a las 4:43 am, se reportó que había llamas en el set conocido como New England Street, en el que se había reparado unos techos pocas horas antes.

El fuego se expandió rapidamente a otros sets como la imitación de Nueva York, Courthouse Square, otro de Back to the Future y hasta la atracción King Kong Encounter. Cerca de este último se encontraba el Edificio 6197 de 6803 metros cuadrados, conocido la 'Bóveda de los videos', que también fue incendiada por el fuego. Solo hasta la mañana del siguiente día pudieron controlar el incendio, pero el daño ya estaba hecho.

El problema es que solo 2/3 de la bóveda era de videos y en una de las areas del tercio faltante se encontraba un sector de 731 metros cuadrados, con varias estanterías de 5 metros que contenían una de las más grandes bibliotecas de grabaciones originales, o masters, de la compañía Universal Music Group (UMG). Este incluía grabaciones hechas desde 1940 hasta nuestros días de los masters, "un artefacto único, la fuente irremplazable de una pieza de música grabada", algunos de los cuales nunca habían salido al público. Como exclama Randy Aronson, director de operaciones de UMG en ese momento, sobre qué sintió al llegar al lugar del incendio: "era como una de esas películas de fin del mundo (…) sentía cómo mi planeta había sido destruido".

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Las pérdidas

Según este mismo funcionario que fue uno de los testigos clave, al menos 175,000 'activos' se perdieron, lo que se traduce en más de 500,000 canciones. En términos económicos, las pérdidas fueron de alrededor de $150 millones de dólares, pero su pérdida es mucho más profunda en términos históricos, ya que miles de grabaciones desde la época de posguerra nunca podrán ser escuchadas de nuevo.

Mencionemos brevemente solo algunos de los artistas cuyos masters fueron consumidos: de jazz, había grabaciones de  Louis Armstrong, Duke Ellington, Al Jolson, Bing Crosby, Ella Fitzgerald, Count Basie, Coleman Hawkins, Dizzy Gillespie, Max Roach, Art Blakey, Sonny Rollins, Charles Mingus, Ornette Coleman, Alice Coltrane, es decir, prácticamente de todas las épocas de esta música americana. De rock y pop, había cosas desde Joan Baez, Neil Diamond, the Carpenters, Elton John, Lynyrd Skynyrd, Eric Clapton, the Eagles, Aerosmith, Steely Dan, Iggy Pop, Queen, Tom Petty and the Heartbreakers, the Police, Sting, R.E.M., Janet Jackson, Eric B.,  Guns N’ Roses, Queen Latifah, Mary J. Blige hasta Sonic Youth, No Doubt, Nine Inch Nails, Snoop Dogg, Nirvana, Soundgarden, Hole, Beck, Sheryl Crow; incluso había joyas del rap de Tupac Shakur, Eminem y 50 Cent.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Como se dice en un documento llamado "Reunión sobre la pérdida de bóveda" hecho por UMG y consultado por Rosen, la compañía misma acepta lo fatal del incendio. "La bóveda de la Costa Oeste pereció en su totalidad (…) Perdida en el incendio quedó, indudablemente, una gran herencia musical", afirmó la compañía valuada en $33 billones de dólares por de Deutsche Bank, la cual todavía no ha aceptado oficialmente al público lo sucedido en ese entonces. Incluso para que no fuera un escándalo, movieron las fichas para los medios, que en ese momento no escarbaran muy profundamente.

En últimas, como afirma Andy Zax, productor y compositor, sobre la importancia de la preservación y su cuidado, "mucha de esa música, en algún momento, puede parecer pasada de moda, irrelevante, terrible. El mayor argumento a favor de la preservación es simplemente 'No sabemos'. Los sonidos del pasado que en el presente nos parecen vitales siguen cambiando. Como no sabemos qué va a ser importante, tenemos que errar en en campo de la inclusividad e insistir que las entidades que son propietarias de nuestra historia cultural hagan lo mismo".

 

LatinAmerican Post | Juan Gabriel Bocanegra

Copy edited by Juliana Suárez

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