Festivales de música: ¿Cuánto cuestan y cómo se puede reducir gastos?
Los festivales de música pueden llegar a ser grandes experiencias, pero a veces son bastantes costosos. ¿Cómo puedes asegurarte de que no se lleven todo tu dinero?
Grupo de personas disfrutando de un festival de música en Paredes de Coura, Portugal / Imagen de Referencia /Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Barinas Ortiz
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En los últimos años los festivales de música se han vuelto cada vez más populares. La experiencia que ofrecen debido a su organización y estructura, principalmente por la posibilidad de ver varios artistas en un mismo evento, ha hecho que el número de asistentes sea cada vez mayor. Sin embargo y según Quartzy, los precios de las entradas para los grandes festivales pueden parecer muy altos: un pase de tres días para el festival Coachella de este año en California costaba $429 dólares. El precio de las entradas para el Festival de Glastonbury en el Reino Unido era de £253 libras ($ 321 doláres). Las boletas generales para el próximo Festival Lollapalooza de Chicago están en $340 dólares, mientras que las boletas VIP llegan a costar $2,200 doláres. Además, al costo de la entrada hay que sumarle los gastos de comidas, bebidas y transporte.
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A pesar de eso, los festivales de música se han vuelto cada vez más populares porque, según el economista Alan Krueger en su libro Rockonomics, son una gran forma de mejorar la productividad de las presentaciones en vivo. Krueger explica que el área de las presentaciones en vivo no ha avanzado mucho en términos de productividad. Esto quiere decir que hoy en día un artista gasta el mismo tiempo y esfuerzo en una presentación en vivo, que lo que se gastaba hace cincuenta años o más.
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Krueger señala que, si bien la productividad de las presentaciones ha mejorado gracias a los avances de dispositivos de sonido como altavoces y micrófonos, no ha sido un avance significativo. Por esa razón, desde un punto de vista económico, los festivales de música son una mejor opción para los artistas, disqueras, e industrias asociadas, ya que permiten compartir los costos de tripulación, luces, seguridad, entre otros.
Por lo tanto, los gastos se reducen tanto para los artistas como para los espectadores, ya que a pesar de que en un principio las entradas pueden parecer costosas, asistir por separado a todos los conciertos de cada artista que se presenta en un festival, sin duda sería más costoso en conjunto.
¿Cómo reducir gastos cuando se asiste a un festival?
Una vez se tiene la boleta, hay que pensar en los gastos adicionales: la comida, las bebidas y el transporte.
El primer consejo para no gastar de más, es reservar el transporte con anticipación. El día del festival conseguir transporte puede ser costoso y difícil, por lo que, tanto por economía como por seguridad, es mejor reservar el transporte antes. También aplica para reservar hotel o Airbnb, en caso de que el festival se lleve a cabo en otra ciudad. Hay que recordar que entre más próxima esté la fecha del festival, los precios serán más altos y la disponibilidad más reducida.
En cuanto a la comida, lo mejor es revisar las reglas del festival para saber si permiten el ingreso de comida o no. De ser permitido, los gastos pueden reducirse considerablemente ya que resulta mucho más económico llevar comida de casa, o comprarla afuera, que comprarla dentro del festival. Si no se permite el ingreso de comida, lo mejor será comer bien antes de entrar al festival, y a la hora de comprar adentro, evaluar todas las opciones para escoger la que resulte mejor en términos de cantidad y precio.
En lo que respecta a las bebidas, la mejor y más barata alternativa siempre será beber agua. Algunos festivales incluyen bebederos y dispensadores en los que puedes rellenar tu propia botella cuantas veces quieras, pero este no es el caso en todos. De igual forma, así tengas que comprarla, el agua te mantendrá hidratado y activo por el mismo precio de un refresco, asegurate de que tú o un amigo siempre tengan agua disponible.
El cuarto consejo es no comprar mercancía del festival. En medio de la emoción y el ambiente, puede resultar tentador comprar mercancía: camisetas, gorras, mochilas o accesorios. Todos estos productos pueden significar un gran gasto y realmente no son necesarios, por lo que hay que evitar caer ante la tentación, más aún si se tiene un presupuesto reducido. En caso de que de verdad quieras algo, lo mejor es esperar al último día del festival, en dónde probablemente haya algún descuento para deshacerse del inventario que sobró.
Otro consejo que puede ayudarte a ahorrar: lleva tu dinero en efectivo, y lleva sólo lo que necesitas. Cada día, antes del festival, asiste a un cajero automático del banco que menos comisión te cobre y saca el monto al que te limitarás por el día. En el festival, los cajeros son escásos y pueden cobrarte altas comisiones si no están afiliados con tu banco, además, tener el dinero en efectivo te permitirá comprar a cualquier vendedor en un instante. Traer sólo lo que necesitas te ayudará a controlar tus impulsos, pero también servirá en caso de que te roben o pierdas tu dinero, en cuyo caso solo perderás una cantidad limitada.
La mejor opción para cargar tu dinero es conseguir un canguro o riñonera, en donde se guarde el dinero junto con los objetos indispensables como el celular y la identificación. De ese modo, al tener el dinero a la mano y guardado de forma segura, se podrá estar más tranquilo y listo para disfrutar el festival al máximo.